MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Casi todos los países aplican diferentes iniciativas con el fin de conseguir que sus ciudadanos se involucren en el cuidado del medio ambiente y el reciclaje para colaborar en disminuir el nivel de residuos, pero sobre todo para concientizar a cada habitante, de lo importantes que resultan sus aportes personales para cumplir estos objetivos.

Ámsterdam de por sí es una metrópolis bastante sustentable y amante de las bicicletas. Alrededor del 60% de los viajes alrededor del centro de la ciudad se realizan en este medio de transporte, convirtiéndola en una de las más ecológicas y sostenibles de Europa. Pero con la iniciativa de las Green Coins (monedas verdes), terminaron de reforzar esos objetivos.

Todo comenzó como un proyecto piloto en el distrito de Noord, donde a cambio de que entregasen sus envases de plástico, los residentes eran recompensados con monedas verdes (hechas de los mismos plásticos reciclados).

Estas podían utilizarse para comprar artículos en varios negocios locales. Lla empresa responsable de administrar el sistema de las monedas verdes, lo presentó como una forma de que los residentes transformasen su «basura en un tesoro». Este régimen de intercambio era empleado por los ciudadanos, las empresas y las instituciones públicas.

Para poder participar, sólo era necesario inscribirse en un registro, donde se hacía entrega de bolsas de basura especialmente diseñadas. Éstas debían llenarse de plásticos antes de ser devueltas a la empresa que los recolecta. Los clientes recibían un número de monedas verdes determinado, en función de la cantidad de bolsas que llenasen y entregasen para reciclar.

Las empresas y entidades públicas recibían las monedas como forma de pago por servicios o productos a cambio de que la empresa gestora de la idea les recogiese su propia basura, por lo que el círculo se cerraba.

Tanto fue el éxito del proyecto que la gente se preocupó se conseguir plásticos de los ríos, las calles y los bosques, por lo que estos materiales se reciclaron y dejaron de ser un problema para la localidad.

Hoy en día el sistema de Green Coins se institucionalizó en toda la ciudad y los vecinos pueden hacer uso de una serie de productos y servicios que varían desde la reparación de bicicletas y clases de yoga, hasta tomar café gratis y comprar comestibles.

El éxito es tan grande que cualquiera que viva en la ciudad conoce el valor exacto de sus Monedas Verdes y sabe dónde y qué puede comprar con ellas. De hecho, hay planes para digitalizar las monedas verdes, en el correr de este año.

¿Qué pasa con los plásticos reciclados?

 

El plástico recolectado por la empresa se utiliza como principal insumo para su laboratorio. Se especializan en la fabricación de bloques de construcción reciclados y reciclables, de muebles, de instalaciones para los puestos en los mercados locales y de juegos para niños.

Fuente: http://www.eldia.com/nota/2017-7-6-18-15-0-amsterdam-usa-monedas-verdes-blog-planeta-al-dia