Área Natural Protegida Bahía San Antonio: un destino donde confluyen la playa, la naturaleza y la vida silvestre

Viedma – El área, conocida como “el golfo más azul del continente” debido al azul intenso de su mar y cielo, pertenece desde Agosto de 1993 a la Red Hemisférica de Reserva para Aves Playeras, organismo americano creado en 1985 que protege los ambientes críticos usados por la aves migratorias y que reconoce a la región como «centro de referencia de importancia internacional».

La Bahía de San Antonio es un área protegida marino costera, ubicada en el extremo noroeste del Golfo de San Matías, en el norte de la Patagonia, Argentina. Los límites de la superficie resguardada comprenden desde el Faro Baliza San Matías (en la zona de Puerto San Antonio Este), hasta El Sótano (al oeste de Las Grutas), incluyendo casi 45 km. de playas, la zona mar adentro, hasta 50 metros desde la línea de máxima bajamar y la zona de playa hasta 50 metros de la costa de máxima pleamar.

Es un destino apreciado por los amantes de la playa y la naturaleza. Su rica geografía permite descubrir, en terreno, los secretos de la fauna local. El lugar es admirado por la riqueza de la vida marina, con sus delfines y lobos marinos; por las espectaculares bandadas de aves, volando sobre las playas en bajamar; y por la cantidad de loros barranqueros, Cyanoliseus patagonus, que vuelan sobre la ciudad y los acantilados donde nidifican.

En San Antonio llueven en promedio, unos 310 mm al año. La temperatura media anual del aire es de 11.7°. A principios del mes de octubre, las aves playeras que arriban desde el Ártico comparten el paisaje con la Ballena Franca Austral. En marzo, durante el pico de la migración de las aves playeras, el clima es muy apacible, con temperaturas que durante el día oscilan entre máximas de 26°C y mínimas de 13°C.

La riqueza y diversidad de áreas de alimentación y descanso, hacen de San Antonio una parada migratoria clave para las aves playeras en sus viajes hacia el norte y hacia el sur. Se estima que un 50% de la población hemisférica de Playeros Rojizos, Calidris canutus, rufa que pasa el invierno en Tierra del Fuego, se detiene aquí en su migración hacia sus sitios de cría en el norte.

La característica dominante de estas costas es su gran amplitud de mareas, con pleamares de más de 9,3 metros de altura. Las mareas son un motor ecológico que expone dos veces al día amplios hábitats intermareales, ideales para las aves playeras. En bajamar, el agua puede retirarse desde las dunas costeras tanto como 7 km, dejando al descubierto ricas áreas de alimentación para las aves.

Entre ellas, marismas salobres y amplias playas barrosas (con o sin cangrejos) en la Bahía propiamente dicha; amplias superficies de arena en la boca del canal que conecta la Bahía de San Antonio con el Golfo San Matías (Banco Reparo y Banco Lobos); amplias superficies rocosas llamadas “restingas”, a lo largo de la costa del Golfo, cubiertas de pequeños mejillones, alimento favorito de las aves playeras (Los Álamos y El Oasis).

En la Bahía de San Antonio nidifican el Chorlito de Doble Collar, Charadrius falklandicus y el Ostrero Común, Haematopus palliatus. También crían en esta área otras aves marinas y acuáticas, incluyendo al Gaviotín Sudamericano, Sterna hirundinacea y a la Gaviota Cocinera, Larus dominicanus.

Aves terrestres endémicas como el Gallito Arena, Teledromas fuscus y el Cardenal Amarillo, Gubernatrix cristata, hacen uso de las tierras adyacentes. La Bahía de San Antonio es un importante sitio de cría de moluscos y peces, algunos de gran valor comercial.

Loa chorlos y los humedales de la Bahía

Los chorlos playeros migratorios visitan el área cada año, en grupos de cientos de miles, ida y vuelta desde Tierra del Fuego hasta el Polo Norte donde nidifican. Semejante proeza requiere que reúnan el «combustible» necesario en forma de grasa para llegar a la siguiente estación de paso a 1000 km, 3000 km y 5000 km de distancia que recorren sin parar. Sin embargo, sólo pueden obtener alimento adecuado en la cantidad suficiente para reunir estas reservas en algunos pocos sitios claves, los humedales.

Los humedales son ambientes inundables, cubiertos por agua de poca profundidad y constituyen los ecosistemas más productivos del planeta. Contienen pequeñas lombrices, crustáceos y moluscos, los cuales proliferan en el momento justo y permiten a estos animales comer y acumular grasas en el organismo (duplican y hasta triplican su propio peso), las cuales serán usadas como combustible para su vuelo migratorio.

El área es usada por 17 especies de aves playeras migratorias y otras 9 especies que nidifican y se reproducen en el Círculo Polar Artico, en el hemisferio norte, y la Paloma Antártica entre las que se reproducen en la Antártida.

Los humedales son el sitio donde miles de aves extraen sus alimentos y que han ido desapareciendo del planeta a razón de media hectárea por minuto. Río Negro decidió nombrar Reserva Natural a la bahía para proteger sus humedales.

Localidades

En su interior se encuentran las localidades portuarias de San Antonio Oeste (puerto pesquero) y de de San Antonio Este, y su puerto homónimo. Esta terminal portuaria de ultramar o internacional, fue inaugurada en febrero de 1983, y gracias a sus aguas profundas, es el principal puerto frutícola de la Argentina. Desde allí se exporta hacia todo el mundo manzanas, peras, jugos concentrados de fruta y otros derivados producidos en el valle del río Negro.

A pocos kilómetros hacia el sur se encuentra el importante balneario de Las Grutas, que en la temporada estival es destino de decenas de miles de turistas. La bahía se encuentra a poca distancia de la RN 3.

Alternativas turísticas

El Área Natural Bahía de San Antonio ofrece playas, ecoturismo, cabalgatas, buceo, safari fotográfico, entre otras actividades que el turista pueda imaginar. En la localidad de San Antonio Oeste se podrá ver de cerca el curioso mundo del pescador, donde el hombre dedica toda su vida a ese menester y su “mundo” son el mar y la pesca.

También se puede visitar un hermoso Museo Histórico y a la noche concurrir a las salas de juegos de azar instaladas con modernas máquinas. A sólo 15 kilómetros está el conocido balneario patagónico “Las Grutas”, zona que recibe la influencia de una corriente de agua cálida, producto de fenómenos atmosféricos y oceanográficos, que la convierten en una las más cálidas de toda la costa atlántica.

Por otro lado, las temperaturas son bastante altas en los meses estivales donde es común que pasen los treinta grados y los vientos también son menores que los típicos que recibe la Patagonia y tampoco superiores a los que poseen gran parte de las costas marinas del litoral argentino.