MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Argentina es el país del mundo con más bases científicas permanentes en la Antártida

BUENOS AIRES.- Argentina, primer país en instalar una base en el austral continente antártico en 1904, es también el que tiene más instalaciones científicas permanentes allí, según fuentes diplomáticas consultadas por el sitio de internet Sputnik.

Este país sudamericano se ha convertido de hecho en el Estado con más bases científicas en el continente, con seis plataformas permanentes y siete temporales, seguido de Chile, que tiene 10 instalaciones, de las cuales cuatro son permanentes, según autoridades de la Subsecretaría de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos Circundantes, que funciona en el Ministerio de Exteriores.

En total, 55 países de todo el mundo han mostrado a lo largo de los años su interés en la Antártida para llevar a cabo investigaciones científicas, de los cuales 29 Estados tienen una presencia permanente en el continente que circunda el Polo Sur.

En 1959, 12 países que habían realizado actividades científicas en la Antártida firmaron en Washington el Tratado Antártico, que garantiza el continente como zona de paz y consagra esta área al desarrollo de proyectos de investigación científica.

De los países miembros del Tratado Antártico «29 tienen estatus consultivo, mientras que otros 24 no son miembros permanentes» sino adherentes, y por tanto no tienen derecho a voto, comentaron a Sputnik las fuentes.

De los países partes permanentes, solo Holanda carece de una base propia, si bien trabaja en laboratorios dentro de una de las bases del Reino Unido.

«No se permite armamento ni ningún tipo de actividad militar», dijeron los altos funcionarios de la Subsecretaría.

Entre los signatarios del Tratado hay siete países (Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y el Reino Unido) con reclamos territoriales que en parte se superponen.

A su vez, Estados Unido y Rusia se encuentran en una situación especial, pues no tienen reclamos específicos sobre la Antártida, tampoco reconocen el reclamo de los otros siete países y además se reservan el derecho de hacer una reclamación en el futuro, según el artículo IV del Tratado.

Países como Francia e Italia comparten una base, mientras Australia asoció una de las suyas a Rumania.

Ninguno de los países adherentes opera una base propia, de modo que todos desarrollan sus programas en colaboración con otros Estados.

Venezuela, uno de los miembros no permanentes, desde hace varios años está desarrollando un programa antártico y tiene intenciones de poner una base.

El año pasado pidió ingresar entre los países consultivos, un reclamo todavía no concedido, aunque el pedido podría ser resuelto en uno o dos años, según las fuentes.

Las inspecciones son un derecho recogido en el Tratado Antártico que habilita a que los países controlen sus respectivas bases.

A partir de 1998 entró en vigor el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente que establece a su vez las inspecciones como herramienta para controlar el cumplimiento de ciertos parámetros ambientales.

Después de décadas sin realizarlas, Argentina emprendió sus primeras evaluaciones junto con Chile en 2016 y este año.

Chile «es el único país con que tenemos este acuerdo, pero aspiramos ampliarlo a Brasil al menos», añadieron los responsables.

Australia también realizó inspecciones este año, así como China las hizo en 2016.

Los 29 países con estatus consultivo en el Tratado Antártico son Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Corea del Sur, Ecuador, Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, India, Italia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Holanda, Perú, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Ucrania y Uruguay.