MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Santa Rosa.-El escritor Edgar Morisoli fue el encargado de disertar en la última cátedra libre extracurricular de Recursos Hídricos Pampeanos. La exposición denominada «Los manantiales que perdió La Pampa» se llevó acabo anoche en el recinto del Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Pampa y contó con un buen marco de público.
El profesor honorario, se refirió a los diversos manantiales u ojos de agua que se encuentran en la «Meseta Basáltica», que, por cuestiones de límites no siempre correctamente trazados, quedaron fuera de la jurisdicción de nuestra provincia. «La ley de Organización de los territorios nacionales (1532) cercenó gran parte de La Pampa», señaló.
Y agregó: «Como los territorios nacionales no tenían diputados ni senadores y eran ‘herencia de viuda’ podían correrse los límites porque nadie representaba a las tierras y a sus habitantes».
La asignatura fue organizada en conjunto por la Universidad Nacional de La Pampa y la Fundación Chadileuvú y en el transcurso del año han disertado el investigador y escritor Rubén Evangelista, el realizador audiovisual Juan Carlos Gerardo, el abogado Carlos Laplacette y la licenciada en ciencias meteorológicas Cintia Píccolo, entre otros.

Manantiales.
Por otro lado, sostuvo que «el límite con Mendoza tiene una larga y penosa historia». Morisoli mencionó el caso del ingeniero civil Norberto Cobos que midió el territorio pampeano y llegó a la conclusión que todas las líneas geodésicas están mal trazadas, en mayor o menor medida, en perjuicio de La Pampa». También nombró el asunto del Puesto Fernández, hoy localidad de Octavio Pico.
El reclamo de los mendocinos se basa en que «los adquirientes de esas tierras se iban a ver perjudicados porque iban a ser parte de La Pampa y no de Mendoza». A pesar, de que el gobierno nacional reconoció el trabajo de Cobos, dejó los límites como estaban».
En ese sentido, indicó que «hemos perdido recursos hídricos y manantiales, del mismo tipo que hoy conocemos en Puelén, en algunos casos de buena calidad como Agua Escondida y Jagüel de Rosas, entre otros».
Asimismo, recordó que a fines del siglo XIX se hizo el reconocimiento de la zona comprendida entre General Acha y Chos Malal. «El informe señalaba que, excepto un caso, todas las aguadas naturales estaban ocupadas».
Por último, dijo que el grueso de esa población bajaba en gran medida desde el norte (pueblo de la Mendoza no regada) y a lo largo del Colorado (pobladores de familias de origen chileno) y en menor proporción de Victorica y General Acha.

Fuente: Diario La Arena