Desde la subsecretaría de Ciudades Saludables y Prevención de Consumos Problemáticos, dependiente del ministerio de Ciudadanía, se considera sumamente importante pensar en la interrelación que existe entre la ciudad y el medio ambiente. Comprendiendo que el Derecho a la Ciudad representa un nuevo paradigma de cómo percibir, pensar y comprender la ciudad y la urbanización, es que el respeto a los derechos humanos, en la ciudad, constituye un componente basal de la política urbana.

En concordancia con el punto 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el subsecretario Hernán Ingelmo dijo “sostenemos que trabajar por Ciudades Saludables consiste en intervenir colectivamente en el ámbito local para lograr que los espacios sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.

“Se pretende reforzar que la ciudad pertenece a todos sus habitantes y la salud se forja en lo cotidiano”, dijo Ingelmo y agregó que “se torna indispensable el trabajo territorial en el plano local y la participación ciudadana, que entienda a la salud como un estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades”

En este sentido, comentó que se reconoce a la persona como sujeto de derecho, como protagonista esencial del desarrollo de su propia autonomía. Para lograr este acercamiento hay que pensar en el sujeto: preguntarse por su historia y su momento actual; sus capacidades, habilidades, los derechos reconocidos y vulnerados, y los proyectos de vida. Así, se construye una conciencia inclusiva que promueve conductas saludables.

La subsecretaría de Ciudades Saludables y Prevención de Consumos Problemáticos pretende mejorar y conservar la calidad de vida de los habitantes, disminuyendo los impactos negativos sobre el ambiente (agua, aire, recursos, energía) y promoviendo nuevos hábitos en la comunidad, generando proactividad ciudadana para hacerla corresponsable de las acciones salutogénicas, reparaciones medioambientales y construcción de protagonismo ciudadano.

Asimismo, se busca propiciar formas democráticas de intercambio, que conduzcan a la reflexión y definición de propuestas creativas para el desarrollo de entornos saludables, energías alternativas, solución de problemas en la salud de la comunidad, entre otros. Así, se promueve el involucramiento activo de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones sobre las cuestiones de interés común.

El logro en este tipo de entornos depende, en gran medida, del compromiso para realizar las acciones identificadas y consensuadas por el conjunto de los actores de todos los sectores involucrados de la comunidad.

El programa Ciudades Saludables tiene como objetivo la realización de microacciones de bajo costo, corto plazo y alto impacto. La implementación de acciones viables y de factible concreción tiene como finalidad la posibilidad de multiplicar los efectos transformadores. Se pretende generar otras iniciativas ciudadanas que traccionen alianzas con otros actores y comunidades; que reproduzcan y mejoren esta experiencia en otros lugares de los pueblos y ciudades de la Provincia.

Fuente: Neuquén Informa