MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Desde hoy está en vigencia el Acuerdo de París, el arma global contra el cambio climático

PARÍS.- Casi un año después de su adopción, el Acuerdo de París, el primer pacto vinculante contra el cambio climático que compromete a todo el planeta, hoy entró en vigor.

En vísperas de la 22° Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP22), que se iniciará el próximo lunes en Marrakech, un total de 92 países ya ratificaron el pacto.

El último en hacerlo fue Corea del Sur, cuyo Parlamento votó ayer en sesión extraordinaria la adscripción del país asiático, el noveno entre los más contaminadores del planeta.

De este modo, ocho de los diez países que más emisiones generan a nivel global ya refrendaron el acuerdo, excepto Rusia y Japón.

Su activación se produce, tal como se acordó, 30 días después de que por lo menos 55 países que suman el 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) ratificaron lo acordado.

Sin embargo, la ONU advirtió ayer que el planeta debe reducir «de manera urgente y radical» sus emisiones de GEI si quiere evitar una «tragedia humana».

«Si no comenzamos a adoptar medidas adicionales a partir de ahora -es decir, desde la conferencia de Marrakech-, terminaremos llorando ante una tragedia humana evitable», declaró Erik Solheim, director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

«Es importante mantener la dinámica de París y no limitarse a congratularse por su mera entrada en vigor», advirtió Alden Meyer, experto en cambio climático.

Los negociadores todavía tienen trabajo por delante ya que el texto acordado por consenso en París tiene muchas imprecisiones que deben ser aclaradas. «La COP22 debe ser una conferencia de acción y puesta en práctica», señaló Tosi Mpanu-Mpanu, vocera del grupo de países en desarrollo.

En la agenda se encuentran la definición de las reglas de transparencia entre los Estados, el incremento de la ayuda financiera a los países en desarrollo, la ayuda técnica para construir políticas de desarrollo «limpias» y la presentación de metas nacionales hacia 2050.

«Lo más importante que estará en juego en Marrakech es ponerse de acuerdo sobre una fecha límite para decidir las reglas de aplicación del acuerdo, especialmente las reglas de transparencia», estimó Laurence Tubiana, la negociadora francesa.

Destinado a sustituir en 2020 el Protocolo de Kyoto, el acuerdo busca «mantener la temperatura media mundial por debajo de 2°C» sobre los niveles preindustriales.

No obstante, el texto afirma que los países se comprometen a llevar a cabo «todos los esfuerzos necesarios» para que no se rebasen los 1,5°C y evitar «los impactos más catastróficos del cambio climático».

El acuerdo adoptado el 12 de diciembre pasado en la capital francesa por los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático, hizo coincidir por primera vez a los países que más contaminan y a los más vulnerables.

El Protocolo de Kyoto de 1997 estableció objetivos de emisiones sólo para países desarrollados, una de las razones por las que Estados Unidos decidió no participar en ese pacto, vigente desde 2005.

El Acuerdo de París es legalmente vinculante en su conjunto. Pero no lo es en parte de su desarrollo y tampoco en los objetivos nacionales de reducción de emisiones. Sin embargo, su fuerza reside en el mecanismo con el que periódicamente deben revisarse los compromisos de cada país, que sí es jurídicamente vinculante.

En efecto, cada Estado está obligado a rendir cuentas de su cumplimiento y a renovar sus contribuciones cada cinco años. La primera revisión de las contribuciones tendrá lugar en 2018 y la primera actualización de éstas en 2020. «Cada país debe hacer más, no se puede esperar a 2025 o 2030», advirtió Tubiana, que como otros expertos aboga por objetivos nacionales más ambiciosos de aquí a 2020.

El acuerdo no establece sanciones por incumplimiento, pero sí fija un comité que diseñe un mecanismo transparente para garantizar que se cumplan los compromisos adquiridos. Además, los países se comprometen a conseguir «un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos» en la segunda mitad de siglo, es decir, no pueden producir más emisiones que las que el planeta pueda absorber.

En cuanto a la financiación, el acuerdo obliga a los países desarrollados a contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los países en vías de desarrollo, y anima a los Estados que estén en condiciones económicas de contribuir a que efectúen aportaciones voluntarias.

Los indicadores más alarmantes

0,98°C

En 2016 la temperatura superó casi 1°C la media del siglo XX

El planeta podría batir así un tercer récord anual consecutivo de calor desde que se registran las temperaturas, superando el récord de 2015

4,4

Millones de km2

El retro

ceso de los glaciares en las montañas continuó en 2015. La extensión más pequeña de hielos árticos en el verano alcanzó esa cifra

1668

Especies afectadas

Sobre 8688 especies amenazadas, 1688 se ven directamente afectadas por el calentamiento a causa de las temperaturas y los fenómenos extremos que acarrean

Fuente: Diario La Nación con Agencia EFE, DPA y ANSA