MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Destacan en Invap las «grandes ventajas» de las dos nuevas centrales nucleares

El CEO y gerente general de Invap, Héctor Otheguy, y Verónica Garea, ingeniera de la empresa especializada en Seguridad Nuclear, destacaron las «grandes ventajas» económicas, ambientales y laborales, para el país y Río Negro, que traerá la construcción de dos nuevas centrales nucleoeléctricas, una de las cuales estará en la provincia patagónica.

Se trata del convenio firmado por el presidente Mauricio Macri en China con la empresa National Nuclear Corporation (CNNC), que financiará la cuarta central nuclear en el predio de Atucha I y Atucha II, en Lima, provincia de Buenos Aires, y la quinta en un lugar a determinar de Río Negro, cuya evaluación de emplazamiento está en manos de Invap y estará definido a fin de año.

Hoy el país cuenta con las centrales Atucha I y Atucha II, y Embalse (en Córdoba), que aportan al país alrededor del 6% de la energía que se consume.

Cuando las dos nuevas centrales estén operando, el aporte se elevará al 10%, un nivel cercano al promedio mundial de esta generación, basado en 447 reactores de potencia, que principalmente están ubicados en Estados Unidos, Francia y China.

«El anuncio del presidente Macri es muy importante para el país y sus necesidades de energía; para Río Negro por la inversión que recibirá, cercana a los US$ 8.000 millones, y los 4.000 puestos de trabajo necesarios para la construcción, y para Invap, que además de este relevamiento territorial participará en tareas de ingeniería y diseño de la central», afirmó Otheguy a Télam.

Dijo que esta central tendrá una potencia de 1.150 megavatios (MW) y será la primera del país que funcionará con uranio enriquecido y agua liviana, estandarizada tecnológicamente con las de vanguardia en el mundo y que permite una generación más potente.

Agregó que en el caso de Atucha III, se trata de una central que será del tipo Candú, de origen canadiense, funcionará con uranio natural y agua pesada, y generará 750MW; demandando una inversión menor, de alrededor de US$ 4.500 millones.

Ambos directivos estimaron que la primera central será Atucha III, cuyo proyecto comenzará en enero de 2018, luego la obra y podrá comenzar a generar entre cuatro y cinco años después. Y la de Río Negro, tiene previsto el inicio del proyecto en 2020, para inaugurarse alrededor de 2025.

El científico y directivo destacó también que el proyecto permitirá reemplazar parte de la generación térmica, que usa combustibles fósiles, disminuyendo la contaminación ambiental y gastando menos divisas, por la menor importación de petróleo.

Garea explicó que actualmente Invap avanza con la exploración del territorio rionegrino en busca de posibles lugares de emplazamiento de la quinta central que, en particular, no deben ser lugares sísmicos; deben estar cerca de una fuente de agua y de redes de distribución eléctrica, aunque a distancia de zonas pobladas, y se deben contemplaar muchos otros aspectos técnicos.

La experta agregó que estos son los pasos habituales de selección de un lugar: luego de la elección de 7 u 8 posibles, se avanza hasta reducirlos probablemente a 2.

Luego sigue el trámite de aprobación de la Autoridad Regulatoria Nuclear, tras lo que la selección llega a la «dueña» del proyecto y futura operadora de la central, Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA).

Otra de las virtudes que señaló Otheguy fue la ingeniería financiera acordada por Macri en China, según la que la propia empresa CNNC aporta todo el financiamiento, con un plazo de gracia que se extiende hasta el inicio de la operación de la central y un interés muy favorable, lo que permitirá pagar la primera cuota recién cuando comience a facturar.

También destacó que las centrales nucleares tienen una generación llamada «de base», que entregan un nivel parejo de energía sin parar las 24 horas los 365 días del año, y sólo se detienen para un mantenimiento y revisión cada varios años.

Esto importa una ventaja importante frente a otras energías, como la hidroeléctrica, que tiene picos y bajas de entrega, en función de regulación de caudales, climas o necesidades de abastecimiento o regulación de niveles de aguas en ríos.

«De todos modos, todas las energías son complementarias. El país necesita una matriz energética diversificada, y lo ideal es ir reduciendo el uso de combustibles fósiles, por contaminantes, y porque se trata de un recurso escaso. Y siempre avanzar con energías como la eólica, en la que Invap trabaja fuerte, solar, maeromotriz e hidrocinética», afirmó Otheguy.

Fuente: Telam