MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

El agua, un recurso a proteger a través de los humedales

En Argentina existen aproximadamente 600.000 km² de humedales, lo que representa el 21,5% del país, y «es importante y necesario destacar esta situación en el marco del Día Internacional del Agua establecido por las Naciones Unidas», señaló a Télam Juan Carlos Villalonga, ambientalista y diputado por Cambiemos.

En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó al 23 de marzo como el Día Mundial del Agua, con el objetivo de debatir cómo se deben gestionar los recursos hídricos en el futuro y propiciar mejoras para la población mundial que sufre de problemas relacionados al respecto.

«Tenemos una ley de protección de los bosques nativos y algo similar tiene que suceder con los humedales, los cuales tienen una doble función con respecto al agua: actúan como ecosistemas que ayudan a mitigar el impacto de las inundaciones, y son fuentes de agua potable», remarcó el diputado.

Villalonga se refirió así a la «mirada que suele tenerse con respecto a la sobreabundancia de agua que existe en nuestro país», y aclaró que «la situación es diferente en otras provincias, como en el caso de Mendoza, donde se vive pensando en el ahorro de ese recurso».

«En nuestro país por suerte hay cantidades y calidad de agua suficiente, el tema es cómo está repartida ya que hay zonas en donde hay agua en exceso (por ejemplo, región Mesopotámica) y en otras escasez (el Noroeste y la Patagonia árida)», explicó a Télam por su parte, Nadia Boscarol, bióloga perteneciente al Grupo de Trabajo de Recursos Acuáticos, del Ministerio de Ambiente de la Nación.

La especialista subrayó que «el problema del agua es la disponibilidad y la calidad, y una de las cuestiones más importantes es asegurarla para los sectores más vulnerables».

Boscarol indicó que si bien «las obras son importantísimas, es necesario asegurar la buena calidad del agua y en relación con ello el respeto a los humedales es un buen ejemplo».

La ley de Humedales establece, entre otras cosas, presupuestos mínimos para ellos y propone la planificación ambiental del territorio como parte de estrategia de protección de estos espejos de agua, que suelen concentrar gran número de especies vegetales y animales.

La iniciativa está basada, en buena parte, en la propuesta que el año pasado perdió estado parlamentario por falta de tratamiento y en términos generales busca establecer un ordenamiento en tres niveles de prioridad de conservación de las áreas consideradas humedales.

«Está ley implica la protección de los humedales, con el mismo criterio de los bosques, a los que se los fue categorizando de acuerdo a su función», explicó Villalonga.

Por su parte, Marisa Arienza, presidenta de Green Cross, una organización no gubernamental sobre el cuidado del medio ambiente con sede en Ginebra, también se refirió a la problemática del agua en nuestro país y señaló la «falta de infraestructura adecuada».

Arienza, abogada y especialista en Economía Internacional y Comercio Exterior, señaló que ese tema también incluye a la investigación por parte del Estado «respecto de la verificación de recursos de aguas subterráneas» y citó el ejemplo del hallazgo en el 2011 de la Cuenca del Sacanana, un gigantesco acuífero subterráneo en la meseta del Chubut.

«Es un área equivalente a tres diques Ameghinos, donde el agua que es de buena calidad también se puede recargar lo cual daría paso a una gran cantidad de actividad agrícola e industrial y a un territorio apto para vivir», describió Arienza.

Asimismo, indicó que la contaminación y la pobreza son cuestiones importantes a resolver en cuanto al acceso al agua de personas en zonas vulnerables.

«Otro de los grandes problemas que tenemos los argentinos, especialmente los que tienen recursos económicos, es el derroche del agua», señaló Arienza y remarcó la necesidad de «incorporar el concepto de que el agua le cuesta al Estado y a la sociedad».

En estos tiempos, Boscarol remarcó además que es necesario preocuparse por la calidad de agua, por lo cual es importante «proteger a los humedales también para que puedan ser aprovechados para las generaciones futuras ya que son fuentes donde el agua y la atmósfera se purifica».

«Para muchas personas abrir una canilla es algo muy natural y cotidiano, pero para algunos sectores vulnerables está no es su realidad y además pagan el costo de la contaminación», resumió la bióloga.

Fuente: Telam