El INTA Chubut elaboró un proyecto para que dos parajes accedan al suministro de agua

Diecisiete familias de los parajes El Puntudo y Sierra Rosada accedieron al suministro de agua gracias a un proyecto que elaboró la Estación Experimental del INTA Chubut, y que fue financiado través de los Proyectos Especiales (PE) del Programa ProHuerta, del Ministerio de Desarrollo de la Nación.

Se trata de personas que subsisten gracias a la venta de lana y pelo de la actividad ganadera que desarrollan, además de otras actividades prediales y extraprediales complementarias.

Según se informó, estas personas producen frutas y hortalizas para su autoconsumo. También crían animales de granja, lo que les permite diversificar su dieta y no depender de los escasos productos que consiguen en los mercados de las localidades cercanas.

Desde el INTA señalaron que ambos parajes se destacan por la falta de infraestructura para el correcto acceso, almacenamiento y distribución del agua con fines productivos, y las escasas aguadas para proveerse de agua para consumo y el riego de pequeñas huertas, además de la presencia de guanacos que consumen el agua y los recursos destinados a los ovinos y caprinos. Sin embargo, la existencia de una organización de productores que viven y trabajan en sus predios familiares, con conocimientos y capital social para la puesta en marcha de producciones de huerta, producción ganadera y el agregado de valor a sus productos, eran una oportunidad para llevar adelante el proyecto.

MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

El proyecto del INTA Chubut tuvo por objetivo que estas familias puedan proveerse de agua para consumo y el riego de pequeñas huertas y parcelas de cultivo. El mismo se elaboró en el marco del proyecto regional “Apoyo al Desarrollo Territorial del Área Geográfica Meseta Central del Chubut” y se pudo concretar gracias al programa ProHuertas que a partir de su aprobación, en julio de 2017, aportó un monto total de $ 602.413.

Así, las familias junto a la ingeniera agrónoma Ana Paula Galer adquirieron los materiales necesarios para garantizar la provisión del recurso agua, captación, almacenamiento y su distribución hacia los pequeños predios de alfalfa y las huertas familiares.

Galer destacó que “estas iniciativas que se ejecutan desde el Programa ProHuerta con el acompañamiento técnico del INTA, cobran sentido a partir de que dan respuesta a problemáticas concretas que son planteadas por las comunidades y con quienes se pueden establecer prioridades de acción para aportar a la mejora de su calidad de vida”.

Es que el acceso a estos financiamientos y el acompañamiento técnico a través de los extensionistas del INTA no sólo mejora la disponibilidad de infraestructura para el manejo del recurso hídrico y de la producción en pequeñas huertas, sino que también mejora en cantidad y calidad la autoproducción de alimentos y fortalece la organización comunitaria.

Se debe recordar que el programa ProHuerta tiene como objetivo el desarrollo de actividades, obras y adquisición de equipamientos que favorezcan el impulso de las producciones locales, el mejoramiento de la calidad de vida y la reproducción social de pequeños productores, minifundistas, campesinos, colonos, pueblos originarios, puesteros, feriantes, artesanos rurales, agricultores familiares -entre otros- de las distintas regiones del país.