MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

El Ministerio de Ambiente nacional avanza con un programa dirigido a las comunidades que viven de los bosques

Con el cumplimiento de la Ley de Bosques Nativos como trasfondo, en el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable apuestan a un proceso en el que comunidades de campesinos y de pueblos originarios de Santiago del Estero, Chaco y Salta se beneficien con un programa que busca centralmente el “arraigo” de los pobladores.

“Estamos yendo a las áreas más críticas en lo social y en lo ambiental a fortalecer capacidades para que puedan permanecer en sus territorios con el sustento de los bienes y servicios que ofrece el bosque nativo” dijo a Télam la subsecretaria de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio, Dolores Duverges, encargada de llevar adelante el ambicioso proyecto que cuenta con el respaldo del Banco Mundial.

Con el criterio surgido de un diagnóstico sobre la profundidad de los problemas socioambientales el acento de las autoridades, además de la conservación de los bosques, está puesto en “mejorar la calidad de vida” de criollos y de indígenas cuyas economías derivan de los bosques o montes que aún se mantienen en pie tras el pertinaz avance de la frontera agropecuaria registrado en los últimos 15 años.

En un estudio elaborado por Gonzalo Camba, de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) referido estrictamente a Santiago del Estero se determinó que “durante el período 2000-2012 la tasa de transformación relativa de bosques nativos por cultivos de grano fue mayor a la producida en la ecorregión entera, en Sudamérica e incluso en el mundo. Esto implica que si la dinámica de la deforestación global se comportara como en Santiago del Estero, la tasa de deforestación sería entre 12 y 17 veces más alta”.

Aunque no lo digan así los funcionarios del ministerio de Ambiente saben que la situación para los pobladores que viven de pastar animales, de huertas en parcelas familiares o comunitarias, de recolectar miel y se calefaccionan y cocinan con leña, la existencia y conservación del monte es esencial para su propia existencia y reproducción de la vida vida y de la cultura.

Durante los talleres realizados en las tres provincias Duverges encontró que según haya avanzado la frontera agropecuaria “está más instalada o no la necesidad de la protección y el valor que tienen los bosques como recurso” y diferenció Chaco y Santiago del Estero “donde hay una conciencia mucho mas fuerte de los productos y bienes que resultan del manejo sustentable del bosque” de Salta que “tiene que trabajar en esa concientización”.

En ese sentido la funcionaria, que proviene de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales (Farn), remarcó que están por “una estrategia mucho mas fuerte en las políticas que tenemos que impulsar desde el ministerio y, el proyecto Bosques y Comunidad enlaza perfecto con los más desprotegidos” y que, en este caso concreto, alcanzará a unos 150.000 beneficiarios entre directos que accederán a obras, bienes, equipamiento y capacitación e indirectos, que tendrán capacitación, acceso a la información y comunicación.

“Son diez mil hogares en 250 comunidades” precisó Duverges los que presentarán ‘Planes Integrales Comunitarios’ (PIC) con la asistencia técnica de organismos como el Inta u ONGs para el manejo del monte según la Ley de Bosques; ejecución de tratamientos silvícolas y gestión forestal; obras de acceso al agua para consumo humano y fines productivos; infraestructura comunitaria y, fundamental, apoyo para “fortalecer la Tenencia de Tierras”.

Los criterios para la elegibilidad de las comunidades a beneficiar son: el uso habitual de un área de bosque nativo; superficies bajo supervisión comunitaria de entre 2.000 y 100.000 hectáreas y, con el porcentaje mínimo de cobertura del bosque nativo del 60% y además deben ser un mínimo de 10 y un máximo de 60 familias con una ocupación pacífica e ininterrumpida del territorio por más de 10 años.

Por otra parte Duverges remarcó que entre los aspectos fundamentales para llevar adelante el programa está el agua sin la cual “es muy dífícil” que las comunidades puedan mantener “sus economías derivadas del bosque” y el otro es “la energía” de cara a una “actividad con un modelo productivo sustentable. Los PIC pueden comprender agua y energía porque el foco está en los bosques y en lo que la gente necesita para vivir”.

 Fuente: telam