MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

San Juan – Son cada vez más frecuentes las noticias en los medios de comunicación sobre el problema que ocasiona la escasez de agua en zonas como San Juan o Mendoza, donde las principales cuencas hídricas dependen del grado de escurrimiento que se produce en la alta la cordillera. En las últimas temporadas las precipitaciones níveas han sido escasas, por lo que no se ha producido acumulación ocasionando ahora el escaso derrame hacia los valles.

La situación es muy delicada y las estadísticas arrojan datos negativos en cuanto al consumo eficiente del agua debido a que si bien se han incrementado los controles por parte de OSSE, la mayoría de las situaciones de derroche se producen dentro de los hogares ya sea por malos hábitos de consumo, surtidores rotos, cañerías rotas (se hace imposible realizar controles dentro de los hogares). Por otro lado, una parte importante de situaciones de derroche se produce en lugares públicos, en donde es común observar la existencia de surtidores y cañerías rotas que derraman varios metros cúbicos hasta que son reparadas.

Resulta necesario concientizar a la población sobre la importancia que tiene el agua para el desarrollo de la vida y de otras actividades como el turismo, la producción de energía y el desarrollo de actividades económicas, entre ellas la agricultura, vitivinicultura y ganadería. Pero también es necesario reflejar la real dimensión que tiene el drama de la sequía, ya que si bien la naturaleza y sus fenómenos no pueden modificarse, se puede generar un cambio de actitud en beneficio del buen uso del recurso. Por otra parte también sería conveniente que los organismos gubernamentales pertinentes den muestra de una buena administración y planeamiento en el manejo del agua basándose en lo dispuesto por la Ley 4.392 del Código de Aguas de la Provincia de San Juan, específicamente en los artículos 8¦ y 10¦ del capítulo I, en las Disposiciones Generales.

En este marco es donde observamos la importancia que la educación tiene en la tarea de ir creando conciencia sobre la forma de cuidar el agua, tanto para riego como para consumo humano.

Desde el marco educativo, podría realizarse la adecuación e implementación de contenidos a nivel curricular sobre el cuidado del agua. Si bien en la actualidad se trabajan estos temas mediante proyectos escolares y concursos, sería necesario hacerlo en forma general y permanente, tomando como temática o eje central e integrador de áreas y contenidos: «El agua como recurso indispensable para la vida».

Se podrían organizar talleres semanales, mensuales o trimestrales sobre el cuidado del medio ambiente y, en forma particular, el agua. También se podría motivar a los alumnos y sus familias, afianzando el vínculo «escuela, familia y comunidad»; apuntando directamente a una concientización profunda sobre el cuidado del agua como recurso natural e indispensable, a fin de promover un cambio generado desde la familia y los hogares.

Otra actividad enriquecedora de este plan es la de promover que los chicos localicen situaciones de derroche de agua (en plazas, parques o simplemente en la vía pública), los registren y los denuncien, verificando luego si los organismos responsables acuden a repararlos.

En síntesis, hay otras tantas iniciativas o ideas que se pueden llevar a cabo en las escuelas y que pueden contribuir a concientizar a pequeños y grandes, en forma permanente, sobre la importancia de cuidar un tesoro tan valioso como es el agua en una provincia desértica y con problemas graves de disminución hídrica; pero enseñando a tomar cartas en el asunto y participar activamente desde el lugar que nos toca.

Debemos contribuir a querer, respetar y cuidar el agua como uno de los más valiosos recursos que la naturaleza nos brinda.

FUENTE: DIARIODECUYO.com.ar

Por: Karina María Blanco (Profesora de Enseñanza Básica)