MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Fueguinos en Malvinas y Antártida construyendo soberanía

Río Grande – Hablar hoy de soberanía es pensar en autonomía política, económica y cultural. Es ya no pensarse desde un patriotismo chauvinista sino desde la construcción con los pueblos de Latinoamérica en destinos conjuntos para todos sus habitantes. Pero también, y sobre todo en Tierra del Fuego, soberanía es sinónimo de Malvinas, es considerar que las islas son parte de la provincia junto con la Antártida. Estar en estos lugares remotos hace ver y sentir la soberanía mucho más profundamente.

El 20 de noviembre se celebra el «Día de la Soberanía Nacional» con el fin de conmemorar la epopeya argentina conocida como el Combate de la Vuelta de Obligado, ocurrido en 1845, “siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable de las relaciones exteriores del territorio nacional, tuvo lugar el  enfrentamiento con fuerzas anglofrancesas” explica el historiador Felipe Pigna.

“La poderosa escuadra invasora intentaba obtener la libre navegación del río Paraná para auxiliar a Corrientes, provincia opositora al gobierno de Rosas. Esto permitiría que la sitiada Montevideo pudiera comerciar tanto con Paraguay como con las provincias del litoral. El defensa del territorio nacional estuvo a cargo del general Lucio N. Mansilla, quien tendió de costa a costa barcos “acorderados” sujetos por cadenas. La escuadra anglofrancesa contaba con fuerzas muy superiores a las locales. A pesar de la heroica resistencia de Mansilla, la flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná. Sin embargo, debido a la heroica defensa del territorio argentino, en esta fecha se celebra el día de la soberanía nacional”.

Más allá del feriado que se traslada al próximo lunes, es una fecha que lleva a reflexionar sobre la soberanía, y en cómo ha ido cambiando o se ha ido reconstruyendo el concepto, desde una cuestión bélica, de patriotismo casi chauvinista, a una construcción pensada desde una visión más Latinoamericana, desde ver a los países vecinos como los enemigos de quien se debe defender el territorio a considerarlos aliados con los que se puede construir un futuro en conjunto. Pasar de una soberanía meramente territorial a una relacionada con la autonomía política, económica, una soberanía relacionada con la defensa de los recursos, y con la defensa de los derechos de los ciudadanos.

Malvinas y la soberanía

Desde 1982, Malvinas ha pasado a ser el símbolo de la soberanía, prácticamente un sinónimo de la defensa de los derechos soberanos de Argentina. Raúl Alberto Villafañe es veterano de la Guerra de Malvinas y hoy integra la comisión directiva del Centro de Veteranos de esta ciudad, entidad que no sólo trabaja por los derechos de quienes fueron a Malvinas y mantienen viva la causa sino que también apuntan a la reivindicación se la soberanía, no sólo sobre las islas “sino también sobre los recursos; por los quedaron allá, por la sangre derramada” explicó el veterano. “Defender nuestros recursos siempre desde la vía diplomática”.

En este sentido desde el Centro de Veteranos “se trabaja mucho con las escuelas, se dan charlas, vamos a explicarles a los chicos sobre qué es la soberanía, explicarles a los chicos porque muchos no lo tienen muy claro” indicó Villafañe, además de explicar que hubo cambios desde la finalización del conflicto al día de hoy “porque cuando volvimos uno quería seguir la pelea, seguirla desde lo bélico. Hoy reivindicamos la soberanía pero desde lo estratégico, con las banderas de la paz, inculcándoles a los chicos que Malvinas fueron, son y serán nuestras y seguiremos peleando por ellas, pero desde la paz”.

Villafañe viajó a Malvinas como conscripto del BIM Nº5 el 8 de abril de 1982 y estuvo allí hasta el 14 de junio. Años después decidió volver a las islas. “A uno siempre adentro le quedan esas ganas de volver al lugar donde había estado, de verlo de otra forma, no del bombardeo. De verlo del lado sentimental. Somos cuatro veteranos que hicimos juntos el servicio y juntamos la plata. Lo preparamos y viajamos. Fue algo muy especial. El volver, abrazarnos, estar en la posición y darnos ese abrazo. Desde otro punto de vista, el llorar, el estar bien” recuerda Villafañe y se emociona al contar que “yo tuve un compañero que era del Chaco, pero fue a Torcuato e hicimos el servicio militar, en la parte de la instrucción, en Buenos Aires. Después nos dieron el pase acá y el vino al BIM 5 junto conmigo, vino a otra compañía. Estábamos juntos en el BIM 5 pero no nos veíamos. Y a él lo mataron. Félix Aguirre. Era eso lo que yo tenía adentro, por eso fue una experiencia muy linda ver la tumba, ver su nombre. Fue algo muy especial”.

En el Centro de Veteranos, además, desde hace algunos años los hijos de los veteranos han comenzado a trabajar junto a sus padres, reivindicando la soberanía, trabajando codo a codo con ellos, apoyándolos y acompañándolos en este trabajo.

 FUENTE: Tiempo Fueguino