A través del decreto 842/18 del 18 de junio de 2018, el gobernador establece que, como consecuencia de la inexistencia de una demanda, tanto nacional como internacional de agua pesada, el único horizonte posible de producción de la PIAP se reduce –como alternativa- a lograr la producción en el corto plazo de un inventario de reserva de seguridad para las centrales de operación; ellas son Atucha I, Atucha II y Embalse, estimado en 300 toneladas de agua pesada, considerando dicha producción válida para la reactivación y funcionamiento de la planta.

La utilización de las instalaciones de la PIAP permite una reducción superior al 20 por ciento de la inversión inicial de capital, para una planta de fertilizantes anexa, que lo que implicaría construir una planta separada. También se reduce el tiempo de construcción, el cual no superaría los 42 meses desde el inicio del contrato hasta el comienzo de la producción de urea.

Cabe destacar que el desarrollo de este tipo de proyectos corresponde al sector de la industria química convencional, de muy alta tecnología, elevada escala productiva, capital intensivo y mano de obra altamente calificada. Sin olvidar que esta alternativa permitiría mantener una importante fuente de trabajo, con actividades profesionales y técnicos de operación, mantenimiento, laboratorio, logística y administración; al tiempo que generaría un gran efecto multiplicador de otras actividades afines a la explotación, en personal, insumos, repuestos, servicios y transporte.

El proyecto anticipa que, al reconvertirse la PIAP mediante la instalación de un proyecto productivo de amoníaco, no sólo generaría la posibilidad de producir fertilizantes nitrogenados sino otros productos porque el amoníaco como materia prima es utilizado en la industria química para la fabricación de plásticos, fibras, explosivos, hidracina, productos farmacéuticos, aunque su principal aplicación es la fabricación de ácido nítrico y abonos nitrogenados.

Se indica además en el decreto que, como consecuencia de la falta de una demanda sostenida de agua pesada, resulta necesario promover un proyecto que contemple la producción de fertilizantes nitrogenados y amoníaco, anexado a la PIAP. Un proyecto de estas características requiere de un consumo intenso de gas, por lo que la iniciativa tiene el doble propósito de darle valor agregado industrial en origen, a la producción de los reservorios de ese recurso en la formación Vaca Muerta, sin necesidad de utilizar la capacidad de transporte disponible y otorgar mayor viabilidad al proyecto del tren norpatagónico.

Los estudios de factibilidad realizados por la empresa dinamarquesa Haldor Topsoe indican que es técnicamente factible tanto la producción simultánea de agua pesada y fertilizantes nitrogenados, como sólo la producción de fertilizantes al acoplar nuevas instalaciones en la PIAP. Con esto, se podría producir hasta un máximo de 2 millones de toneladas anuales de urea en Arroyito con una serie de beneficios respecto de una locación independiente.

El acoplamiento resulta posible dado que los procesos de obtención de agua pesada por intercambio isotópico y urea tienen en común la utilización de amoníaco, por lo que la integración de ambas industrias permite disminuir el coto de producción de agua pesada, ya que se logran menores consumos energéticos por kilogramo producido y se emplean más eficientemente todos los servicios de planta.

Cabe destacar que es voluntad del gobierno de la Provincia llevar adelante políticas que impulsen el aprovechamiento y defensa de los recursos naturales y el agregado de valor en origen, así como el desarrollo de áreas industriales, entre otras.

El desarrollo de este tipo de proyectos corresponde al sector de la industria química convencional, de muy alta tecnología, elevada escala productiva, capital intensivo y mano de obra altamente calificada.

Fuente: Neuquén Informa