Lanzaron la Campaña nacional “Reciclado en nuestras manos”

Con el nombre “Reciclado en nuestras manos”, la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores (FACyR) comenzó ayer su primera campaña nacional de difusión e instalación social sobre el rol de los cartoneros y recicladores.

Según explicó Alejandro Valiente, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la FACyR, el objetivo central de la campaña es “transmitir un mensaje a gran escala, explicándole a la sociedad que ese esfuerzo titánico que hacen los cartoneros merece un reconocimiento que no siempre lo tiene. Y por reconocimiento nos referimos a derechos laborales”.

Valiente destacó que los 200 mil cartoneros que estiman que existen en la Argentina cumplen un rol central en términos de cuidado al ambiente. “Hay materiales que irían a la basura de no ser por ellos. Pero gracias a los cartoneros se reciclan y así se evita el colapso de los rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto. Su tarea es la única que impide que rebalsen”, destacó. Pero sumó también otra arista al tema: “También el cartonero evita que se gaste energía para volver a generar una materia prima de igual calidad”.

En la Argentina los cartoneros reciclan el 25% de la basura que produce la población. Se trata de 40 mil toneladas diarias (al cálculo promedio de 1 kilogramo por persona, por día), lo que acumula 14.400.000 toneladas por año. Valiente aseguró que, en ahorro energético -de lo que se gastaría en volver a producir ese material- “equivale al consumo promedio de 120 mil hogares en electricidad”.

“El trabajo de los cartoneros es algo que se inventa por necesidad, porque el sistema los excluye y no les provee un trabajo formal. Viene de la exclusión y la marginación”, historizó el referente de la FACyR. Luego contó que con el paso del tiempo se ha conquistado -principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, y de forma incipiente en otros centros urbanos del país- “cierto reconocimiento y formalización”. “Existen cientos de cooperativas que, con una pelea muy de abajo, han ido construyendo de esto en un trabajo. Y han ido conquistando derechos”, detalló. Pero Valiente asegura que son excepciones, y que “en general el cartonero trabaja en condiciones que no son las adecuadas y ni siquiera está reconocido como un trabajo en muchos casos. La campaña busca romper con eso”.

Septiembre, mes cartonero

La campaña “Reciclado en nuestras manos” tendrá su punto de inicio hoy con una conferencia de prensa a las 11 de la mañana en el Centro Verde de Barracas (Herrera 2124), en la Ciudad de Buenos Aires. El sábado, cartoneros y recicladores irán a plazas y parques de todo el país para difundir la problemática con distintos folletos.

La semana del 12 al 17 se realizarán charlas en universidades de todo el país con científicos de la academia, técnicos de la federación y referentes cartoneros locales, sobre el tratamiento de residuos, situación de los trabajadores de la actividad y necesidad de un Programa de Gestión Social del Reciclado.

Una semana después la FACyR presentará, en el marco de la campaña, un proyecto de Ley de Envases en el Congreso de la Nación, con la presencia de legisladores de distintos espacios y la referentes de la federación de todo el país. El mismo consiste en la creación de una tasa o compensación ambiental que deberán abonar los fabricantes de materiales que luego van a contaminar. Con lo recaudado se financiarían programas de reciclado con inclusión social.

El cierre es el último fin de semana de septiembre, con un festival en Parque Centenario, en la Ciudad de Buenos Aires. Además de bandas musicales, habrá una carpa donde se enseñará a reciclar, explicando cómo realizar separación en origen. También se mostrarán productos que hacen cooperativas de cartoneros, generados a partir de cartón, vidrio y plástico recuperado.

“La Campaña tiene una pata muy fuerte también en redes sociales”, contó Valiente e invitó a darle “me gusta” y difundir la fanpage Reciclado en nuestras manos, donde irán subiendo fotos, producciones audiovisuales y diversos materiales para generar un “ida y vuelta” entre las actividades y el mundo online.