Según la Asociación de Guías de Turismo de la ciudad de Buenos Aires (Aguitba), la función del guía es «transmitir un mensaje en forma clara e interesante, con explicaciones sin intención política ni discriminación; pero sí con contenido, con veracidad, interés y motivación», a semejanza de lo realizado a fines del siglo XIX por el Perito.

«Es un orgullo que los guías de turismo celebren el día del nacimiento de Moreno, un hombre considerado como el primer guía de la Patagonia y un ciudadano ilustre de la ciudad de La Plata», dijo a Télam, Alicia Alemán, formadora de guías en la capital bonaerense y titular de la Asociación de Guías de Turismo Los Caminos y la Gente.

Al Perito Moreno se lo reconoce mundialmente como naturalista, conservacionista, explorador e investigador, pero también como un gran promotor de los viajes turísticos.

En 1873, a los 21 años, el espíritu inquieto del Perito lo lleva a emprender su primer viaje, que tuvo como destino la Patagonia, a la que volvería en septiembre de 1875, luego de una incursión por Entre Ríos, donde comparó la formación terciaria de la Patagonia con la de las Barrancas del Paraná.

Moreno recorrió apasionada e incansablemente el territorio argentino; sus viajes significaron descubrimientos geográficos de transcendencia, permitiendo conocer y difundir el suelo austral, además de sentar las bases para la política de límites del país y donar las tierras que se le otorgaron por su trabajo, y que significó la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi, el primero del país.

En diálogo con Télam, Rubén Landaeta, presidente de la Asociación de Guías de Turismo de San Martín de los Andes, detalló que «desde esta Asociación presentamos en un congreso realizado en San Luis, en 1991, la moción para que el Día del Guía de Turismo sea el 31 de mayo, en homenaje a la figura del Perito Moreno, por ser quien más investigó y recorrió la región».

Landaeta recordó que esa moción fue ratificada unánimemente al año siguiente, en el Encuentro Nacional de Guías de Turismo, que se llevó a cabo en la ciudad de Resistencia, en la provincia del Chaco.

Nativo de San Martín de los Andes, Landaeta es uno de los guías de turismo argentinos con más años en la actividad, «hace 38 o 39 años», y ahora está al frente la asociación local, una entidad que cuenta con aproximadamente 50 guías habilitados por la Administración de Parques Nacionales.

Este experimentado baqueano rememoró que en sus inicios ofreció sus servicios «a las diferentes agencias de turismo; primero como guía, y después como chofer guía», basado en el conocimiento que, desde pequeño, poseía sobre la zona de influencia del Parque Nacional Lanín.

«Por esa época no existían los guías de turismo», agregó Landaeta, y recordó a sus primeros compañeros de la actividad quienes, según dijo, «conformaban un grupo reducido de los cuales quedan siete, todos integrantes de la asociación».

En la actualidad, además de idoneidad, los guías deben contar con títulos habilitantes expedidos por establecimientos educativos, contándose entre los más significativos los dictados en la Universidad de Morón, el Instituto Perito Moreno, el Suisse Cepec, y los que se dictan en las diferentes asociaciones.

En el caso del Parque Nacional Lanín, los aspirantes a guías turísticos deberán pasar por una capacitación y aprobar un examen general para poder operar en su jurisdicción, previo otorgamiento de una credencial oficial.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno reglamenta la actividad de los guías de turismo mediante la Ley 5.287, que establece categorías, la obligatoriedad de inscribirse en un registro, y tramitar una credencial oficial habilitante.

Por su parte, en la provincia de Buenos Aires los aspirantes a guías deben inscribirse en el Registro Provincial de Guías de Turismo, regulándose la actividad por la Ley Nacional de Turismo número 25.997, la ley provincial 12.484 de Guías de Turismo, y las normativas propias de cada municipio.

Respecto a los estudios en la capital bonaerense, Alicia Alemán, con una experiencia de más de 30 años en la formación de profesionales, destacó que su entidad «brinda una capacitación de un año que culmina con un examen final» donde cada aspirante debe demostrar sus conocimientos en un tour guiado por la ciudad.

«El guía debe saber de arquitectura, sin ser arquitecto; saber de árboles, sin ser botánico, conocer cada una de las plazas», sentenció al respecto.

Es importante destacar que, como entidad, las asociaciones de guías de turismo no están agrupadas dentro de una federación, funcionando como núcleos independientes que se reúnen, generalmente una vez por año, en convenciones.

Además de las mencionadas, hay agrupaciones en Santa Fe, Mendoza, La Rioja, Córdoba y en las ciudades bonaerenses de Tandil y San Isidro.

 Fuente: Telam