MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Por el calor hay menos nieve y en el Sur se acorta la temporada de esquí

San Carlos de Bariloche (Clarin).  Un fenómeno que afecta a Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de los Andes Los especialistas lo atribuyen al cambio climático. Las temperaturas están por encima de los valores normales.

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Postal sin nieve. El típico paseo de las aerosillas, el viernes, en un tramo del Cerro Catedral. / AGENCIA BARILOCHE

Claudio Andrade

Las postales con las ciudades cordilleranas cubiertas por un manto de nieve se han marchado. Los especialistas en meteorología creen que el cambio climático convertirá la nieve en un bien escaso como el petróleo. En Bariloche, hoy las diversiones propias de la temporada sólo se consiguen en las zonas más altas de la montaña.

Julio fue magro en nevadas, abundante en lluvias y generoso en sus temperaturas.

El fenómeno viene pronunciándose desde hace una década, pero este invierno se sintió especialmente fuerte tanto en Bariloche, como en Villa La Angostura y San Martín de los Andes. Por ejemplo, el centro de esquí Cerro Bayo en Villa La Angostura anunció que bajará la persiana en pocos días porque en sus pistas sólo hay 10 centímetros acumulados en la cota 1.500. “De seguir estas condiciones vamos a tener que cerrar a fin de mes para esquiadores, no podemos mantener el esquema original”, anunció el presidente de la empresa, Pablo Torres García. En Bariloche, el último fin de semana de julio el Catedral permaneció cerrado porque las lluvias lavaron la nieve de la base, lo que afectó también la superficie de las pistas.

“Se registra un acortamiento de la temporada de invierno y, entre nevadas, se observan menores precipitaciones y temperaturas más propias del verano. Es adjudicable al cambio climático aunque lo que nos sorprende es la velocidad del cambio. Diez años no es nada en tiempos meteorológicos”, explica a Clarín Enzo Campetella, director de Tiempo Patagónico y uno de los más respetados pronosticadores de la Patagonia.

“La temporada de esquí puede continuar pero hay una ruptura en la percepción psicológica del invierno. El turista ya no tiene la nieve en Bariloche”, agrega.

Este invierno el número de brasileños en Bariloche cayó a los 3.000. Mientras que 6 ó 7 años atrás la cifra marcaba récords de 40.000. “Perdimos un poco el magnetismo, ser el gran atractivo para las vacaciones de invierno de Brasil. Hay que pensar en ofrecer algo más que nieve”, analizó el empresario Gustavo Ezquerra. “Los sitios de nieve deberán reconvertirse en sitios de montaña”, sugiere Campetella.

La falta de nieve también afectó en 2014 a destinos tan australes como Santa Cruz y Tierra del Fuego. “Estamos pasando noches con temperaturas casi de verano”, asegura el presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lietti.

“En los 60 cruzábamos en trineo todo el centro de Bariloche. Hoy lo cuento y no me lo creen”, recuerda el antropólogo y escritor Hans Schulz. Así, junto con la nieve, también ha desaparecido la mística del invierno. “Salíamos a saludar a la nieve y la naturaleza estaba dentro nuestro. Tener el fuego encendido en las casas mientras nevaba afuera, eso existía. Ahora le tememos al frío”, indica. Los antiguos pobladores de Bariloche recuerdan que en la década del 30 y el 40, los habitantes de Bariloche unían esquiando las faldas del Cerro Otto con el Centro Cívico. Hoy hasta los perros San Bernardo parecen fuera de lugar.