MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Preocupación por tratamiento de residuos patológicos se amplía a toda la provincia

Santa Cruz (Tiempo Sur). Residuos patológicos son retirados según procedimiento legal, de consultorios odontológicos. (Foto C.R.)

Falta de control oficial y falta de conciencia ciudadana se conjugarían, en la irresponsabilidad del destino final de los residuos patológicos, sin el correspondiente tratamiento previsto por Ley Nacional y Provincial, en los vaciaderos a cielo abierto de las ciudades de Santa Cruz.

 El dato contenido en el informe de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, en un relevamiento sobre la vulnerabilidad de niños y adolescentes que con sus familias buscan su sustento en el Vaciadero de Río Gallegos, no hace más que confirmar esa preocupación.

 Según datos recabados por TiempoSur, de acuerdo al funcionamiento de la Ley, su autoridad de aplicación y los procedimientos previstos, no todos los generadores de residuos patológicos de Santa Cruz estarían dando cumplimiento a la legislación, con la gravedad que esto implica, tratándose de actores conscientes de la peligrosidad de los mismos.

 Este diario pudo conocer que sólo un exiguo número de 25 generadores públicos (hospitales, centros de salud y puestos sanitarios) de residuos patológicos los destinan a la única planta de tratamiento existente en nuestra provincia, y 125 privados oportunamente habilitados por Salud Pública e inscriptos en Medio Ambiente, de los cuales un 70% se mantendría activo.

 Todo hace suponer en el caso de los privados habilitados y que requirieron de ese servicio oportunamente, cuando debieron registrarse y lograr la habilitación, ante las autoridades de aplicación provinciales, Medio Ambiente y Salud Pública, continuarían actuando fuera de la legalidad que implica una provisión de insumos (bolsa roja de 120 micrones y cajas) para la posterior carga de esos residuos (todo lo resultante de la atención de salud humana y animal, incluyendo servicios forenses, caracterizado en la ley como Y1).

 En este contexto, hasta los municipios estarían en falta en cuanto a la disposición final de los residuos patológicos que se generan, desde sus centros de atención primaria de salud, que estarían llegando sin tratamiento a los vaciaderos.

 Un sonado caso alertó de esa situación en Caleta Olivia, cuando hace un tiempo atrás se denunciaba a la empresa privada con actuación en nuestra provincia, y documentos gráficos confirmaron luego que se trataría de móviles municipales, los que trasladaban hacia el vaciadero, residuos patológicos dejando un reguero por las calles.

Marco legal. Justamente, la necesidad de dar un tratamiento específico y diferenciado a los residuos peligrosos, y que éstos no fueran a dar a los vaciaderos municipales sin ese tratamiento, dio origen a la Ley Provincial 2567 de 2002, Decreto Reglamentario 712 de ese mismo año, que tendía a solucionar la situación.

 La autoridad de aplicación Subsecretaría de Medio Ambiente, para la generalidad de los residuos peligrosos, con la Subsecretaría de Salud Pública para los patológicos, son los encargados de abrir y mantener actualizados registros provinciales en los que inscribirá a los generadores y operadores de residuos, a los transportistas de residuos peligrosos y a quienes operen plantas de tratamiento y disposición final de residuos peligrosos.

 Ninguna de esas actividades podrá realizarse sin la previa obtención del certificado de habilitación respectivo otorgado por la autoridad de aplicación cumplimentados como mínimo los requisitos establecidos en la ley nacional con más los que la reglamentación provincial establezca.

 Para la gestión de los residuos patogénicos, era necesaria la construcción de una planta que no existía en Santa Cruz, y fue a partir de un llamado a licitación pública que trajo a la provincia a LAMCEF, que firmó un contrato para construir la planta y hacer el tratamiento de los residuos que se generan en los centros públicos de salud.

 A su vez, los generadores privados de este tipo de residuos deberían adecuarse a la ley y contratar el servicio.

 Por los datos a los que tuvo acceso TiempoSur, ni todos los generadores públicos, ni todos los generadores privados de este tipo de residuos estarían cumpliendo con el tratamiento especial.

 Debidamente tratado por esterilización por autoclave, inerte y triturado, esa generación llega ya en carácter de Residuo Sólido Urbano al vaciadero municipal,  que debería tener un lugar especialmente acondicionado para su disposición final, aún tratado, no entre los montículos de basura, que terminan incinerados por la actuación de distintas personas, que buscan materiales para su comercialización.

Tratamiento. Los residuos debidamente tratados llegan al vaciadero en contenedores de 5 metros cúbicos, no en las bolsas rojas en las que deben ser dispuestos originalmente, y a su vez en una caja que provee la empresa tratante, para su correspondiente retiro.

 La planta de LAMCEF, de tratamiento de residuos patogénicos, fue construida entre 2005 y 2007, en que se puso en funcionamiento en el mes de septiembre, con contrato por diez años y opción a compra por parte de la provincia una vez caducado en 2017.

 De acuerdo al contrato firmado, la provincia paga a la empresa un abono mensual por hasta 25 toneladas, que en general no son superadas por los generadores públicos, a lo que se suman unas aproximadamente 3 toneladas más, de generadores privados. A su vez la empresa paga una tasa por los residuos tratados.