MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Proponen un gran ahorro utilizando biomasa como reemplazo de gas natural en calderas industriales

San Juan – De acuerdo al proyecto técnico presentado por un investigador de la Universidad de Buenos Aires, la provincia de San Juan podría ahorrar U$S 19 millones para las bodegas. Esta cifra anual deriva del aprovechamiento de escobajos y orujos residuales utilizando una caldera como cámara de combustión de «Biomasa» para el reemplazo sólo del fuel-oil (sin considerar gas natural).

¿Cómo reemplazar el gas natural en calderas industriales?

 

Martín Falchi es un investigador integrante del Grupo de Investigación en Biocombustibles de la Universidad de Buenos Aires, que trabaja en la utilización de biomasa como reemplazo de gas natural en calderas industriales

En su visita a San Juan, para interesar a una empresa mostera, comentó que «en la provincia de San Juan existen distintos tipos de biomasas que pueden utilizarse en la generación de calor para procesos industriales, sustituyendo así costosos y escasos combustibles fósiles como el gas natural y el fuel oil. Por ejemplo, en las fábricas productoras de mosto concentrado, las cuales son grandes consumidores de gas, se puede utilizar orujo y sarmientos como combustibles para alimentar las calderas, generando importantes ahorros en insumos energéticos».

Explicó que «estamos trabajando en un proyecto de investigación de la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de analizar la oferta de biomasa de San Juan para su utilización como combustible en la generación de calor para procesos productivos».

Afirmó: «Nosotros podemos realizar la modificación de las calderas existentes en las industrias que actualmente consumen gas natural y fuel oil, para que puedan utilizar biomasa como combustible alternativo. También podemos instalar calderas nuevas de alta eficiencia, diseñadas especialmente para ser alimentadas con biomasa».

Rentabilidad

Falchi facilitó algunos números: «El poder calórico del orujo con 50% de humedad es de 2.000 kilocalorías/kilogramo. Entonces, por cada tonelada de orujo se pueden reemplazar a 238 metros cúbicos de gas natural. Una caldera nueva a biomasa, de 12 toneladas/hora de producción de vapor saturado a una presión de 12 bar, requiere una inversión aproximada de U$S 880.000, y tiene un tiempo de repago de 1,5 años».

Se pueden usar como combustibles biomásicos, orujo de mosto, orujo de vino, lex de uva, escobajo, carbón activado, sarmientos triturados, podas de olivos, orujo de olivas, rastrojos agrícolas y residuos agroindustriales de la producción de semillas, entre otros. La biomasa también puede usarse para sustituir gas natural en hornos de producción de cerámicas y vidrio.

Las calderas y hornos industriales a biomasa son de diseño y fabricación 100% nacional, por lo que no se requiere importar bienes de capital para esta actividad. El reemplazo de gas natural por biomasa generara sustitución de importaciones energéticas y ahorro de divisas nacionales.

«La biomasa es una energía renovable debido a que presenta un balance de emisiones de gas de efecto invernadero neutro, ya que el CO2 emitido durante su combustión es la misma cantidad que previamente la vid había captado de la atmósfera al realizar la fotosíntesis y fijarlo en sus tejidos».

Martín Falchi indicó además que son muchas en el país las agroindustrias que utilizan biomasa para alimentar sus calderas. Es el caso de las cerealeras que queman grandes cantidades de cáscara de soja, cascara de girasol, casara de maní, y marlo de maíz, para realizar co-generación de calor y electricidad mediante la utilización de grupos turbo-vapor del orden de los 12 mW de potencia instalada. Por ejemplo la empresa Quilmes en sus plantas de Zárate y Corrientes ha instalado calderas a biomasa que le permiten sustituir el consumo de fuel oil durante el invierno. La empresa Nidera en su planta de Junín quema cáscaras de maní, ahorrando mucho dinero en combustibles fósiles. La empresa Aceitera General Deheza (AGD) en su planta en Córdoba, utiliza cáscara de girasol y maní para co-generar calor y electricidad. El ingenio Ledesma utiliza biomasa de eucaliptos para co-generación, y sube a la red publica la electricidad generada no consumida. La empresa Cemento Avellaneda en su planta de Corrientes utiliza biomasa forestal para generar energía eléctrica que aporta a la red publica».

FUENTE:  Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO