Por gases de efecto invernadero (GEI) se entiende aquellos componentes gaseosos de la atmósfera, tanto naturales como antrópicos (de origen humano), que absorben y remiten radiación infrarroja. Los gases que tienen esta propiedad se denominan gases de efecto invernadero (GEI/GHGs), siendo los principales el Dióxido de Carbono (CO2), Metano (CH4), Óxido Nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6). Al aumentar la concentración de los GEIs en la atmósfera, se produce un incremento del efecto invernadero natural provocando un calentamiento de la superficie terrestre y de la baja atmósfera.

El clima de la Tierra ha variado muchas veces a lo largo de su historia, debido a cambios naturales que se han producido en el equilibrio entre la energía solar entrante y la remitida hacia el espacio. Algunas de las causas naturales de esas variaciones son las erupciones volcánicas, los cambios en la órbita de traslación de la tierra y las variaciones en la composición de la atmósfera.

La temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado más de 0,6ºC desde los últimos años del siglo XIX. La razón principal de dicho aumento fue el proceso de industrialización iniciado hace más de un siglo y, en particular, la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola. Estas actividades han aumentado el volumen de gases de efecto invernadero (principalmente metano, dióxido de carbono, oxido nitroso, clorofluorocarbonos, hidrofluorocarbonos y hexafloruro de azufre). La mayoría de estos gases se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la Tierra ya que impiden que parte de la radiación solar que llega a la tierra, regrese al espacio, y sin ellos la Tierra tendría una temperatura media global muy inferior a la actual. Pero cuando el volumen de estos gases aumenta debido a la acción antrópica, se produce un aumento de la temperatura del planeta y se modifica el clima, generando diferentes impactos asociados. Por lo tanto, se espera se produzcan cambios en el clima futuro como sequías severas y prolongadas, aumento de las precipitaciones en algunas regiones y disminución en otras, aumentos de las temperaturas, aumentos en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, etc. Algunos de ellos ya se están ocurriendo.