MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Realizan un censo de pingüinos emperadores en la Antártida

Buenos Aires – Son escasas las oportunidades en que un grupo de científicos realiza una campaña en pleno invierno antártico. Sobre una extensa planicie de hielo, investigadores del CONICET convivieron en un campamento con las imponentes aves, para tomar muestras de sangre y observar su comportamiento.

CRONICA DE UNA TRAVESÍA MEMORABLE:

Gaspar Grieco (Agencia CTyS) – El intenso frío polar convierte al continente blanco en uno de los sitios más inhóspitos de la tierra. El mar antártico, hábitat de miles de especies, se congela formando una extensa planicie de dos metros de espesor donde las temperaturas alcanzan los 60° bajo cero. ¿Alguna especie puede sobrevivir en un ambiente tan hostil? Una, sí, sólo una.

El imponente pingüino emperador, que alcanza 1,20 m de altura y puede pesar de 30 a 45 kilos, es la única especie que habita sobre el mar congelado del invierno antártico. Es más, su reproducción sólo puede hacerse bajo esta condición. Los científicos del Centro Nacional Patagónico (CENPAT-CONICET) y el Instituto Antártico Argentino (IAA) realizaron la primera expedición argentina a la gélida planicie donde censaron a los pingüinos, evaluaron su estado de salud y estudiaron su comportamiento.

En diálogo con la Agencia CTyS, el doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CENPAT-CONICET, Marcelo Bertellotti, cuenta que los resultados preliminares obtenidos determinaron que en la colonia estudiada habitan varios miles de pingüinos emperadores que gozan de un óptimo estado de salud.

“Primero hicimos un censo aéreo. Sobrevolamos 2 veces la colonia con un avión bimotor a 500 metros de altura y sacamos muchas fotos y filmamos. Luego, esas fotos las ecualizamos y pudimos contar los pingüinos que hay. Días más tarde fuimos por tierra, es decir, por el mar congelado, con motos de nieve, recorriendo unos 60 kilómetros, y armamos un campamento a 300 metros de la colonia donde nos quedamos varios días”, explica el biólogo.

La colonia de pingüinos que los científicos estudiaron fue descubierta en 2005 por el IAA, y, desde ese momento, las aves son monitoreadas. Según Bertellotti, “recién este año pudimos acceder a los pingüinos para realizar un trabajo científico riguroso sobre la condición física de estas aves”. La experiencia de la peculiar travesía merece ser relatada por el protagonista: “Nuestro campamento estaba a 300 metros para evitar molestarlos, pero todas las mañanas estaba lleno de pingüinos alrededor. Venían hasta el campamento caminando 300 metros con sus pichoncitos, nos miraban, y después se volvían para la colonia”, señala.

La confianza de los pingüinos hacia los investigadores no es casual. Según Bertellotti, el emperador es una de las pocas especies de aves que sólo habita en la Antártida, por lo tanto, evolucionaron en un contexto sin depredación durante el invierno. “No los estresa que haya gente, no nos ven como una amenaza. Para ellos, nosotros éramos como una especie de pingüinos raros”.

Emperadores amenazados

El emperador está catalogado como la especie de pingüinos más amenazada por el calentamiento global, porque depende exclusivamente del hielo para reproducirse. Y en los últimos años, el hielo marino antártico ha sufrido cambios en su duración y pérdida significativa en su espesor.

Para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie está catalogada como “cercana a la amenaza”. Pero para la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación se trata de una “especie amenazada”. De hecho, según estudios internacionales, para 2050 esta especie podría reducir drásticamente su población debido al calentamiento global.

“Los pingüinos emperadores se reproducen sobre el hielo marino que debe permanecer estable desde abril hasta finales de diciembre para que se pueda completar una temporada de cría exitosa. Si el hielo es demasiado delgado, se rompe demasiado pronto y, consecuentemente, los pichones llegan al mar antes de que estén listos para cuidarse por sí solos”, advierte el investigador.

Por otro lado, los pingüinos, al igual que la mayoría de las especies de la Antártida, se ven afectados por la persistente disminución del Krill, que constituye su principal fuente de alimento. Los investigadores se muestran preocupados porque el Krill es el recurso clave para toda la comunidad animal de la Antártida y se encuentra afectado por la pérdida del hielo marino, además de la presión pesquera. “La disminución del krill puede causar desastres porque es un eslabón clave de la cadena trófica”, advierte Bertellotti.

Fuente: Agencia CTyS