MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

San Carlos de Bariloche.-El proyecto inaugural de Eólica rionegrina tiene un prospecto de 300 Mw.

 

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La flamante empresa saldrá a buscar inversores con un mix de financiamiento para acelerar los plazos.

Río Negro no sólo fundó su empresa de energía eólica sino que además pisó el acelerador para poner en marcha la primera granja de aerogeneradores en suelo provincial. El proyecto fundacional tiene una vara alta: 300 megavatios de potencia instalada, la mitad de la capacidad que tendrá Chihuido. Claro que el camino recién comienza y dar los primeros pasos tiene costos en dólares, un bien escaso por estas horas en el país.Eólica Rionegrina SA está conformada por el Invap y la empresa provincial Transcomahue SA, dedicada al transporte de energía en alta tensión. La participación acordada será del 90 y 10%, respectivamente.

El proyecto inaugural, con prefactibilidad realizada a cargo del Invap, apunta a desarrollar un área de alto potencial de vientos ubicada en la zona de Cerro Policía y en línea recta a la represa de El Chocón. Allí la empresa de tecnología realizó las mediciones durante más de tres años con dos molinos, con los que pudieron certificar intensidad y direccionamiento. Las ráfagas, preponderantemente del sudoeste, llenaron de optimismo a los desarrolladores.

El área, de 50 kilómetros cuadrados de superficie, comenzará con la instalación de cinco molinos de tres megavatios cada uno, para completar una potencia instalada de 15 megavatios. Los molinos que se instalarán serán de alto rendimiento. Cada pala tiene 55 metros, mientras que la torre trepa hasta los 95 metros.

Además, se contempla la construcción de una línea de alta tensión (en 132 kilovoltios) de 31 kilómetros, que interconectará el parque eólico con la estación transformadora de El Chocón, para inyectar la energía generada al sistema argentino de interconexión (SADI). Lo que en suma representa una inversión que supera los 55 millones de dólares.
Inversores, se busca

Poner en marcha la etapa inicial del proyecto forma parte de la estrategia para conseguir inversiones que trazó el gobierno. Los cinco molinos funcionarán como el botón de muestra con el que Eólica Rionegrina saldrá a la caza de capitales que ingresen al país. Como se sabe, si bien las energías renovables no son de alto riesgo, necesitan de un capital intensivo difícil de convencer por estas latitudes.

Sin embargo, la flamante compañía provincial cuenta con una ventaja sustancial sobre cualquier competidor: el Invap. El instituto de tecnología goza de un prestigio internacional indiscutible y además figura en los registros del crédito internacional con una buena nota. Cada vez que tomó dinero en el exterior, cumplió sus compromisos y desarrolló los proyectos.

El esquema de financiamiento pensado busca conseguir un soporte económico con varios pie de apoyo. Es decir que si bien el financiamiento internacional es importante, también se intenta incorporar desembolsos de los gobiernos provincial y nacional, y tentar a las principales operadoras petroleras que se proyecten dentro de una propuesta que conduzca hacia la diversificación de la matriz energética.

Otra de las garantías a las que apuestan los impulsores del proyecto es el precio de la energía que paga Cammesa. Los contratos estipulan 110 dólares por megavatio, un valor que –aseguran– cubre costos y permite amortizar los equipos, los que quedan en caución hasta el repago de la inversión que se alcanza entre 10 y 12 años.
Revalorizar el recurso

La Secretaría de Energía rionegrina apuesta a llegar a todos los recursos naturales de la provincia. La experiencia eólica, sin dudas, es una apuesta fuerte que determinará el carácter de la cartera en su apuesta por la diversificación de la matriz energética provincial. El potencial está medido y la solvencia tecnológica del Invap refuerza la idea; sin embargo, la llegada de inversiones será determinante.

Más allá del resultado final, la apuesta de la Secretaría es potenciar los recursos renovables. Ven con buenos ojos una combinación entre, por ejemplo, las hidroeléctricas y las eólicas. Los ciclos de vientos permitirían dotar de nivel a las represas y a la inversa se podría complementar los períodos de menor intensidad eólica.

La apuesta es el largo plazo. Las expectativas florecen en lo inmediato.

Fuente: Diario Rio Negro