MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Robot de la UTN promete proteger las aguas patagónicas de forma automática

San Antonio Oeste.-Un equipo de investigación de la UTN se encuentra en San Antonio Este -Provincia de Río

Negro- para realizar pruebas con el Wave Glider, un novedoso drone que permitiría estudiar y proteger el Mar Argentino de forma automática. Diseñado en EEUU –y operado por santacruceños- puede operar durante un año entero sin combustible, utilizando solo la fuerza de las olas para generar energía. Es el primero de su tipo en el país.

Hoy viernes por la mañana, un equipo de investigación de la Universidad Tecnológica Nacional partirá de Río Gallegos hacia el puerto de San Antonio –en la provincia de Río Negro- para probar el Wave Glider SV3, un nuevo “drone” acuático destinado a la investigación y patrullaje marítimos.

Se trata de un robot flotante de tamaño mediano -completo, pesa unos 300 kilos- construido en EEUU y propulsado por una tecnología revolucionaria: la mareomotriz, que le permite operar a largas distancias durante muchísimo tiempo, sin contaminar.

Para ello utiliza el llamado “planeador” –Wave Glider significa literalmente “Planeador de Olas” en inglés- que transforma el movimiento de las olas en energía mecánica, para impulsarse.

Gastón Segura es Ingeniero Electromecánico, docente en la FRSC-UTN y responsable de campaña de estos equipos, encargado de mantenerlos y operarlos para el estudio del Mar Argentino. Explicó a TiempoSur el funcionamiento y potencial de este novedoso sistema.

“Son 12 aletas, en 6 pares comunicados internamente. La parte de abajo es el planeador, que convierte la energía alternativa de las olas –el movimiento hacia arriba y abajo que le imprimen estas al flotador, la cual le es trasmitida a través de un cable umbilical- en energía mecánica”, explicó Segura, aclarando que el sistema funciona en aguas de casi cualquier profundidad, desde los 8 metros en adelante.

Este leve movimiento hacia arriba y abajo basta para generar la fuerza que impulsa las aletas –y por tanto el conjunto- hacia donde se quiera ir. “Si alguien agarra al planeador hacia arriba y abajo las aletas empiezan a propulsar, sin necesidad de nada más, es así de sensible. Dependiendo la frecuencia o altura de las olas, logra hasta dos o tres nudos”, aseguró el entrevistado.

En caso de que el mar estuviera muy tranquilo –en cuyo caso el “planeador” carece de olas para generar impulso- o si la corriente contraria fuera muy intensa, el Glider cuenta con un pequeño motor a hélice eléctrico, de emergencia, que toma su energía de los mismos paneles solares.

“Propulsado por el planeador y mientras las baterías sigan proporcionando corriente a los equipos con normalidad, el robot puede operar de manera continua durante aproximadamente un año, sin requerir mantenimiento”.

Una vez en mar abierto, el robot mantiene el contacto con tierra por vía satelital y es posible ubicarlo en cualquier lugar del mundo. Utiliza un rastreador GPS conectado a satélites Iridium, que ofrecen señal en todo el Globo. Un segundo rastreador más pequeño permite localizarlo en una emergencia, incluso si las baterías fallaran.

El vehículo en sí es muy resistente y está construido en fibra de vidrio y plástico absorbente. “Algunos ejemplares han soportado tormentas en alta mar y las han superado exitosamente”, aseguró el entrevistado.

Otra ventaja que ofrece es la financiera, ya que los gastos de operación comparados a las operaciones tradicionales –utilizando buques- pueden reducirse hasta doce veces: el costo de alquilar una nave para operar en alta mar durante 30 días –incluyendo combustible y sueldos de la tripulación- equivale aproximadamente a la compra de uno de estos drones “cero-km”.

“Es algo súper-sencillo, son increíbles los buenos resultados que obtiene. Y extremadamente económico, uno puede usarlo para llegar a lugares que es muy costoso o se tarda mucho en llegar por barco, logrando las mismas mediciones que si así fuera”, remarcó Segura.

Estas mediciones incluyen todo tipo de datos posibles, como corrientes y olas, salinidad, contaminación del agua, meteorología, vida marina u otras. “Depende de lo que quiera medir, se configura con los sensores que uno desee”, aclaró Segura respecto a la modularidad del diseño, que puede transportar unos 80 kilos de equipos y carga útil.

 

La energía la proporcionan tres paneles solares

En resumen: el vehículo representa una solución autónoma, a largo plazo y amigable con el medio ambiente –al no utilizar combustibles fósiles- para la investigación en alta mar. Por tanto, las posibilidades de aplicación en nuestro país son enormes.

“Argentina no tiene hoy muchos datos sobre su propio mar. Aunque se extendió la plataforma continental argentina hasta las 350 millas el año pasado, todo eso es aún para nosotros una zona ciega. No sabemos casi nada de su flora y fauna, mareas o corrientes. Y tampoco de sus recursos pesqueros. Con equipos como éstos, podríamos protegerlo y conocerlo mucho más” destacó el Ingeniero.

“Esperemos que todo el potencial que tiene este sistema concientice a las autoridades del poder que tiene este equipo y se siga invirtiendo en su uso, y –por qué no- en la compra de otros, para que esto se expanda, y que los jóvenes se vean atraídos a sumarse a estos proyectos en el marco de la Universidad”.

 

“Argentina tiene un amplio potencial mareomotriz para aprovechar”

La utilización del Wave Glider está enmarcada dentro del Proyecto Pampa Azul, iniciado en el 2014 bajo la égida del  Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

Se trata de una iniciativa estratégica de investigaciones científicas en el Mar Argentino que incluye actividades de exploración y conservación; de innovación tecnológica para los sectores productivos vinculados al mar; y de divulgación científica dirigida al público en general.

Macarena Triviño es Ingeniera Industrial en la FRSC-UTN, y trabaja –junto a Gastón Segura- en éste Proyecto de Energía Mareo-Motriz desde hace dos años. Ambos se capacitaron para pilotear y monitorear al SV3 durante el año 2015 en Haway, Estados Unidos, y forman parte del Centro de Investigaciones y Transferencia Santa Cruz, conformado por UTN, UNPA y CONICET.

La entrevistada destacó el potencial que tienen las pruebas que se llevaran a cabo.

“Como ingeniera espero conocer mucho mas este sistema, un instrumento que nadie en el país conoce aún y del que queremos aprender. Y también deseamos avanzar sobre la investigación del potencial energético mareomotriz en nuestra Patagonia, para proyectar sobre sus posibilidades”.

La Ingeniera destacó que la Patagonia “está en un segundo o tercer puesto a nivel mundial en amplitud de mareas, tiene bastante energía mareomotriz para aprovechar en función a la altura y corriente de mareas, que presentan un amplio rango aprovechable”.

En el marco de la búsqueda de energías limpias y renovables que protejan el medio ambiente y limiten la dependencia argentina en cuanto a combustibles fósiles, las mareas patagónicas conforman “un amplio potencial para aprovechar” según destacó la entrevistada.

 

Brad Woolhiser es Manager Técnico del Proyecto Wave Glider SV3, y fue enviado a Argentina desde EEUU por la constructora del robot, Liquid Robotics, que desarrolló su revolucionaria tecnología en el año 2007.

Su tarea es entrenar y capacitar a los técnicos argentinos para operar al drone, y poner a punto los últimos detalles e irregularidades que pudieran surgir.

“El equipo estuvo en una caja por casi dos años, y fue en estos días que lo montamos y preparamos, a pesar de lo cual no hemos tenido imprevistos importantes” destacó Woolhiser a TiempoSur.

“Tan solo hicimos una modernización de sistema operativo, y algunas mejoras menores, como el refuerzo de las manijas de agarre” señaló el estadounidense, quien considera que el equipo ya está listo para comenzar las pruebas de mar y que la química de trabajo con los santacruceños viene siendo “maravillosa, nos hicimos amigos rapidamente”.

Liquid Robotics lanzó al mercado su primer Wave Glider en el 2007, y posee la patente para su sistema de propulsión mareo-motriz. Desde entonces ha vendido unas 350 unidades en todo el mundo, aunque en Sudamérica solo lo operan Perú –dos unidades- y ahora la Argentina.

El entrevistado consideró que el Glider puede servir como respuesta a muchos problemas presentes en el mar argentino, como la pesca furtiva y la contaminación de las aguas.” Muchos países tienen problemas similares, y están utilizando drones para afrontarlos. Podés colocar toda clase de sensores en ellos, y utilizarlos con fines científicos o de seguridad, de forma económica” señaló.

Brad remarcó que los robots acuáticos pueden realizar también otras funciones, como recolectar información de sensores submarinos, proveer información científica a cualquier lugar del mundo vía internet o estudiar el movimiento de ballenas, entre otras.

“Esto está creciendo exponencialmente, desde que empecé a trabajar con la compañía en el 2007. Los sistemas autónomos se están convirtiendo en parte de nuestro mundo y la respuesta a muchos problemas. Esta tecnología es el futuro” aseguró el técnico norteamericano.

 Fuente: http://poweracdc.com.ar/nota/6853/robot-de-la-utn-promete-proteger-las-aguas-patagonicas-de-forma-automatica