MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

“Torrejón supo darle un sentido turístico a las ballenas de Península Valdés”

Puerto Madryn.-Desde sus comienzos demostró que no existe turismo si no hay comunicación.” Esa frase aparece en la primera biografía autorizada de Antonio Torrejón que acaba de escribir el periodista Alejandro Lara. A lo largo de más de doscientas páginas, el autor repasa el trabajo de Torrejón, uno de los principales referentes de la actividad turística nacional, en las provincias de Chubut y Río Negro.
“Torrejón: una biografía autorizada de la comunicación turística en Argentina.” Es el título que Lara eligió para el libro, que fue presentado el jueves en la Universidad de Morón. “La intención de esta modelación del trabajo de Torrejón es que sirva de guía y orientación, tanto para estudiantes como para profesionales del sector turístico, al momento de encarar un proyecto de diseño de experiencias”, explica a El Diario, Alejandro Lara, historiador del turismo y analista de medios de comunicación social.
Es la primera obra en la que se aborda la temática de la comunicación turística en Argentina, a través del trabajo de Torrejón en las provincias de Chubut y Río Negro. “Es un hombre de Estado porque está trabajando hace 60 años, más allá de cualquier bandera política. Hay que tener un peso específico muy sólido para lograrlo. Además, es reconocido a nivel nacional e internacional”, destaca.
En el libro se dan a conocer algunas acciones de Torrejón, que actualmente se desempeña como asesorar honorario del Ministerio de Turismo de la Nación. “Fue responsable -desde los comienzos- del diseño y la articulación del sistema Península Valdés y de la implementación de deportes subacuáticos en la costa del Chubut. También como ministro de Turismo de Río Negro, implementó una novedosa forma de difusión, a través del rescate de la cultura artesanal de la provincia como instrumento de promoción turística tangible mediante muestras itinerantes y la concientización de la población residente”, puede leerse en el libro, que aún no está a la venta.
“A lo largo de décadas, Torrejón recorrió todos los estamentos del turismo en el país. Desde su condición de máxima autoridad pública en el sector, hasta asesor ad-honorem de gestiones nacionales, provinciales y municipales, más allá de las banderas políticas”, agrega Lara, autor de los libros “100 años de turismo argentino” y “10 años de Península Valdés”.

Los comienzos en la región

“A mediados de la década del 50 un grupo de deportistas náuticos incursionaron en dos disciplinas recién llegadas al país: el buceo y la caza submarina. En este contexto, como parte de ese grupo, Torrejón supo vislumbrar la necesidad de instalar un incipiente deporte (buceo) y, a partir de la práctica deportiva, consolidar ese espacio para convertirlo en turístico”, relata Lara, al referirse a los primeros pasos dados por Torrejón.
“En aquella época -añade- la práctica del buceo era solo para unos pocos, porque requería aptitudes físicas especiales, medios técnicos y recursos económicos suficientes. Este conjunto de condiciones hace vislumbrar a Torrejón que la única forma de sostener los medios y los recursos en el tiempo, para que la práctica del buceo y el conocimiento del mundo submarino no fuera solo para una elite, era democratizar este deporte e integrarlo como una parte del esparcimiento y el turismo para aquellos que quisieran o desearan tener la experiencia de sentirse por unos momentos ‘hombres ranas’ o ‘acuanautas’, como se les decía en la época”.
En esta misma línea, Lara explica que los “orígenes de deportista náutico y de buceador de Torrejón hicieron que su visión resultara innovadora y que su acercamiento a la construcción y diseño del destino” estuviera siempre muy cerca de lo que hoy se denomina como “lo experimental”. “Esa visión contribuyó ampliamente para que Puerto Madryn se conociera en el mundo a través de los deportes subacuáticos”, señala el autor.
Al referirse a Chubut, Lara resalta: “Torrejón supo darle un sentido turístico a las ballenas de Península Valdés. Puso en valor ese destino. Lo mismo pasó con los pingüinos de Punta Tombo”.
“Torrejón supo conciliar turismo con concientización medioambiental. Y supo crear, como dice el teórico Dean MacCannell, marcadores turísticos en el destino para que haya señales y signos significantes plausibles de ser comunicados”, detalla.
Lara recalca que Torrejón “en todos sus trabajos involucra a la comunidad”. “De forma intuitiva, supo sacar lo más destacable del marketing. Durante su gestión como ministro de Turismo en Río Negro (1989-1996), apoyó a los artesanos, por ejemplo, a partir del desarrollo de muestras itinerantes por toda la región y, posteriormente, por el país. Así nació Expoventa Patagonia”, cuenta.

Comunicación y multidisciplina

Además de repasar el trabajo en las provincias de Chubut y Río Negro, en la segunda parte del libro se recopilan algunos artículos escritos por Torrejón durante los últimos 20 años. “Las publicaciones seleccionadas fueron divididas en tópicos, como cultura, experiencia, comunicación y ética, por dar algunos ejemplos”, expresa Lara.
A su vez, el autor dedica un apartado para referirse al “turismo como una experiencia que involucra una inmersión multisensorial en el destino”. Destaca, en ese sentido, la influencia de las redes sociales y las herramientas 2.0 que propone Internet en el potencial turista que decide el destino de sus próximos viajes o vacaciones.
“El turismo como multidisciplina ha sido pregonado por Torrejón. La práctica y la realidad muestran que es correcto, porque se trata de una disciplina en la que intervienen, por ejemplo, arquitectos, biólogos, científicos, urbanistas, psicólogos sociales, abogados, contadores, empresarios, funcionarios públicos y comunicadores, con el fin de conformar un producto”, agrega.

“Modelo Torrejón”

Lara pone énfasis en que “Torrejón supo amalgamar ideas, consensuar caminos y hacer un uso exquisito de los recursos humanos y materiales con los que contaba para alcanzar los objetivos propuestos”.
“Torrejón siempre ha destacado el trabajo de Ezequiel Bustillo, que fue un pionero del turismo nacional sobre todo durante las primeras décadas del siglo XX. Bustillo trabajó la idea de conocer la patria como un deber acorde a su contexto, en el que había un sentido de soberanía muy fuerte. Los parques nacionales, en ese sentido, ocuparon un rol importante en su gestión. A partir de mediados del siglo XX, Torrejón es de alguna manera el continuador del espíritu de Bustillo, pero se focalizó más en la concientización medioambiental. Ambos han entendido al turismo como un motor de desarrollo”, describe.
Finalmente, Lara resume: “La vigencia del ‘Modelo Torrejón quizá resida en que haya podido comprender las idiosincrasias de su tiempo y vislumbrar escenarios factibles. Comprendió mejor que nadie la importancia de encarar cambios a largo plazo, la importancia de difundir lo realizado a propios y ajenos y beneficiar a las comunidades residentes. En definitiva, siempre comunicó de diversas formas algo a públicos específicos”
Fuente: El Diario de Madryn