Vicariato de Aysén lamenta que no se hayan entregado espacios costeros a comunidades indígenas de las Guaitecas

“Luego de seis años de tramitaciones de esta solicitud, a través de un proceso muy participativo, congruente con la micro zonificación de Islas Guaitecas, la Ley Lafkenche y el Convenio 169 de la OIT, esta Comisión Regional de Uso de Borde Costero, posiblemente respondiendo a políticas del Gobierno Central, sepulta y no reconoce los derechos, la dignidad, la cultura, el futuro y la espiritualidad de nuestro querido, sacrificado y valiente pueblo Mapuche”, señaló el Obispo de Aysén, Luis Infanti, en la declaración.

Agrega la declaración que las otras solicitudes similares que se están tramitando en otras regiones, “posiblemente recibirán la misma respuesta”.

Además, lamenta que “las grandes empresas pesqueras y salmoneras, a sus ya abundantísimas concesiones, se les favorece aún con más concesiones”.

El Vicariato regional plantea que “esta negación de derechos a un pueblo originario es una profunda violencia del Estado a todo nuestro pueblo. Aquí se sella el inmoral principio que la ley no es igual para todos”.

Indica además que “como ya se ha naturalizado con las tierras y las aguas, las nefastas políticas neoliberales están privatizando los mares y mercantilizando elementos y alimentos esenciales para la vida”.

“Nos parece asistir a “una conquista de los mares”, donde unas pocas empresas nacionales y transnacionales ganan la presión frente al Estado para eliminar a los más débiles, incluso con leyes y políticos corruptos e inmorales (ver actual Ley de Pesca)”, declara Infanti en la declaración.

Insiste también en que “estas políticas cuestionan seriamente la soberanía y las instituciones que deberían protegerla. Una vez más los sencillos y los humildes son despreciados, silenciados, ninguneados, condenados a ser empobrecidos cada vez más. Ejemplo de ello son también los niños, niñas y jóvenes en nuestros colegios que siguen alimentándose con jurel en lata proveniente de los más contaminados ríos de China, mientras se les niega un alimento más sano que los pescadores de nuestros pueblos pueden encontrar en sus bordes costeros”.

“Confiamos en que los dirigentes sociales y ancestrales ayuden a nuestro pueblo a tomar conciencia de estos problemas, a sus causas y causantes, sin dejarse comprar por los poderosos, como si fueran una mercancía más, y exigir sus derechos y los de su pueblo”, señala la declaración.

El Vicariato Apostólico de Aysén asegura que “Jesucristo y su Evangelio nos urgen a no callar frente a las fuerzas del mal que nos oprimen, y valoramos también a los medios de comunicación social que asumen su responsabilidad social y ética en dar la relevancia que estos hechos se merecen. Con el Papa Francisco llamamos a escuchar el grito de los pobres y el grito de la hermana madre Tierra, que es un mismo grito, y a abandonar la adoración al lucro y al dinero, para ver en el hermano y hermana el rostro del mismo Dios, respetando su imagen y dignidad”.

El comunicado finaliza: “Expresamos nuestra profunda solidaridad con nuestros hermanos y hermanas Mapuche-Huilliche de Melinka y confiamos sea revertida cuanto antes esta injusta resolución”.

Fuente: http://www.eldivisadero.cl/noticia-42304