MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Ushuaia.-La Estación VAG Ushuaia, que depende del Servicio Meteorológico Nacional, fue creada para informar datos sobre los niveles de ozono y gases de efecto invernadero al Servicio Meteorológico Mundial dependiente de la ONU.

En los próximos días se lanzará la última sonda para medir la capa de ozono, marcando el fin de la primavera austral y un nuevo ciclo del agujero que se cierra hasta el año próximo.

Integrantes del equipo del Servicio Meteorológico Nacional que trabaja en la estación de Vigilancia Atmosférica Global (VAG) de Ushuaia.

USHUAIA.- Este miércoles 5 de diciembre, la estación de Vigilancia Atmosférica Global (VAG) de Ushuaia realizará el lanzamiento de la última ozonosonda del año. Los datos registrados durante la primavera austral servirán para que la ONU elabore los informes que el mundo utilizará en 2019 para tomar decisiones estratégicas en la protección de la capa de ozono y reducción de gases de efecto invernadero.
La estación VAG de Ushuaia fue creada en 1994 para medir e informar cada año el comportamiento de la capa de ozono junto a otras 5 estaciones ubicadas estratégicamente en diferentes lugares del mundo. Funciona en el aeropuerto Islas Malvinas y es la única de la República Argentina que tiene carácter mundial e informa directamente a la Organización Meteorológica Mundial que depende de la ONU. Sus informes han colaborado a que los 197 países que firmaron el Protocolo de Montreal en 1987, redujeran el consumo de CFC, principal causa de la reducción del ozono atmosférico.
Durante todo el año, para controlar la recuperación de la capa de ozono en la estación VAG Ushuaia se realizan mediciones sobre el ozono superficial mediante instrumental. También miden gases de efecto invernadero, radiación solar u UV-B. Sin embargo, la tarea más delicada comienza durante fines del invierno, cuando el agujero en la capa de ozono que cubre la Antártida comienza a crecer y se hace necesario realizar mediciones más precisas mediante ozono sondeo en forma semanal.
El ingeniero Lino Condorí, uno de los 4 integrantes del equipo del Servicio Meteorológico Nacional que trabaja en la estación, explica que “el lanzamiento de ozonosondas se hace una vez por semana porque en cada lanzamiento se gastan entre 5.000 y 10.000 euros. Este método sólo se usa cuando aparece el agujero de ozono, normalmente en la primavera austral entre agosto hasta noviembre. Este año hicimos una medición en julio y otra en agosto. Y a partir de septiembre se realizó todos los días miércoles. Como ya se está cerrando el agujero, hacemos una medición última en diciembre y después cortamos hasta julio del año próximo. Entonces seguimos con las mediciones comunes”. Según indicó el profesional, el helio para inflar los globos lo proporciona la provincia, mientras que las cajas de vuelo y los globos los provee el SMN.
Este año, el SMN realizó un recambio de los equipos de medición facilitando la tarea del personal “ahora es automático y la computadora es más robusta. Pronto se van a instalar dos equipos iguales al nuestro, uno en Marambio y otro en Base Belgrano”.
Las sondas miden la cantidad de ozono metro a metro y a la altura donde se registra el fenómeno. Se elevan hasta 32 kilómetros de altura y pueden permanecer en el aire hasta que explote el globo por una hora y 50 minutos, depende de las condiciones climáticas.
Las cajas de vuelo son reutilizables pero por lo general caen en lugares inhóspitos e inaccesibles; incluso caen en el mar. Son cajas blancas recubiertas con telgopor que si alguien ha encontrado alguna y la conserva, puede llevarla a la estación para volver a utilizarla.

Datos alentadores
En cuanto a los resultados de sus mediciones, Condorí indica que “todos los años estamos notando que el tamaño del agujero es más chico y que el mínimo de ozono de la capa ya no es tan bajo. El tiempo en que se abre y se cierra también se está achicando”.
“Este año tuvimos un año particular porque en comparación con el anterior, el agujero creció. Sin embargo, puede que no sea así. A veces las erupciones volcánicas influyen en la capa de ozono porque liberan cloro y eso hace que el agujero crezca un poco. Este año tuvimos erupciones muy importantes en Hawaii y eso puede ser que haya afectado”
Un dato relevante que ofrece el profesional es que “Ushuaia se encuentra ubicada en el borde del agujero y además recibe vientos predominantes del sudoeste, y sin otras ciudades a la vista tiene el aire más puro del planeta, es decir que reúne condiciones base para hacer mediciones”.
“En Marambio hay una estación que tiene muchos de los instrumentos que tenemos nosotros. Ellos están en el lugar indicado porque están debajo del agujero todo el año. Ushuaia está en el vórtice. Por eso Ushuaia, dos o tres veces al año queda adentro del agujero. Este año tuvimos dos fechas de bajo ozono. Uno de ellos fue un día muy especial, despejado y estaba todo el mundo afuera. Igual el nivel de UV no llegó a ser muy alto”.
Los niveles de ozono en la alta atmósfera se redujeron drásticamente como resultado de las emanaciones de productos químicos tales como los clorofluorocarbonos (CFCs) usados comúnmente en refrigeración y en otras industrias pero que, afortunadamente, fueron prohibidos a partir del Protocolo de Montreal y ello permitió revertir la situación paulatinamente.
Según las estimaciones de Meteorología de la ONU, la capa de ozono se recuperará completamente en 2060.