¡Viedma, 23 de mayo de 2025. En un movimiento estratégico que podría reconfigurar el mapa energético de Argentina y del continente, la provincia de Río Negro ha dado luz verde definitiva a un megaproyecto que marcará un antes y un después en la historia del petróleo y el gas natural licuado (GNL). Se trata del oleoducto Vaca Muerta Sur, una ambiciosa infraestructura que estará exportando crudo a partir del año 2027 y que posicionará a la región como una de las principales plataformas exportadoras de hidrocarburos del hemisferio sur.
La Legislatura de Río Negro aprobó por más de dos tercios el acuerdo que formaliza la participación provincial en el proyecto Vaca Muerta Sur, un paso legislativo que blinda el desarrollo de este oleoducto y lo encuadra legalmente en una política de Estado. La secretaria de Energía y Ambiente, Andrea Confini, celebró la medida y subrayó que el respaldo político obtenido es fundamental para atraer inversiones, generar confianza en el sector privado y garantizar la continuidad del proyecto más allá de los ciclos políticos.
Este acuerdo convierte a Río Negro no solo en territorio de paso para el crudo de Vaca Muerta, sino en socio clave del desarrollo energético nacional, con acceso a regalías, capacidad de regulación ambiental y protagonismo en la cadena logística de exportación. En términos simples: Río Negro deja de ser un espectador y se convierte en jugador central del nuevo paradigma energético argentino.
Vaca Muerta Sur: el megaproyecto que transformará la Patagonia
El oleoducto Vaca Muerta Sur recorrerá más de 600 kilómetros, conectando el corazón de Vaca Muerta en Neuquén con el litoral atlántico de Río Negro, donde se instalará un complejo portuario en Punta Colorada. Desde allí, superpetroleros cargados de crudo partirán hacia los principales mercados internacionales, generando ingresos millonarios en divisas para el país y una revolución económica en la región.
El proyecto incluye estaciones de bombeo, centros de almacenamiento, un terminal de exportación y un esquema de seguridad y monitoreo ambiental de última generación. La empresa estatal YPF lidera el consorcio, pero la expectativa es sumar a otras compañías nacionales e internacionales interesadas en acceder a una infraestructura moderna y estratégica para exportar crudo y eventualmente gas licuado.
Exportación de petróleo y GNL: un nuevo horizonte energético
Además del petróleo, el acuerdo establece las bases para desarrollar, en etapas posteriores, un polo de exportación de gas natural licuado (GNL). Este recurso es altamente demandado en mercados como Europa y Asia, y Argentina cuenta con una de las reservas más grandes del mundo en la formación Vaca Muerta.
“Es una oportunidad histórica para que Argentina pase de importar gas a exportarlo con valor agregado”, dijo Confini. La estrategia provincial contempla el desarrollo de plantas de licuefacción, que permitirán comprimir el gas en estado líquido para ser transportado en buques metaneros, replicando modelos exitosos como los de Qatar o Australia.
¿Qué beneficios trae este proyecto para Río Negro?
La provincia no solo obtendrá regalías e ingresos fiscales derivados del transporte y la exportación de hidrocarburos, sino que también se asegurará de que esos recursos sean destinados a infraestructura estratégica, educación técnica y desarrollo territorial.
Confini fue clara: “La plata no se va a usar para gasto corriente. Vamos a invertirla en escuelas, rutas, conectividad, centros de formación y tecnología”. En ese sentido, se ha establecido un esquema de administración transparente y trazable de los fondos, lo que busca evitar errores del pasado y garantizar que la bonanza energética se traduzca en bienestar social.
El proyecto generará miles de empleos directos e indirectos durante la construcción y operación del oleoducto, así como en sectores asociados como logística, metalurgia, soldadura, mantenimiento, servicios ambientales y más.
Para asegurar una mano de obra calificada local, la provincia firmó convenios con la empresa tecnológica INVAP, la Universidad Nacional de Río Negro, la Universidad del Comahue y diversas fundaciones educativas. El objetivo es que los jóvenes rionegrinos se formen en oficios técnicos, ingeniería, gestión ambiental, automatización y energías complementarias, creando un ecosistema productivo de alto valor agregado.

Obra del oleoducto en marcha
Un fuerte compromiso con el medio ambiente
Lejos de reproducir modelos extractivos sin control, Río Negro se ha comprometido a ser un modelo de desarrollo energético sostenible. Para ello, se creará una comisión de monitoreo con participación de científicos, organismos públicos, ONGs y pueblos originarios, que supervisará las operaciones del oleoducto y su interacción con áreas naturales protegidas y zonas costeras.
La Universidad del Comahue está elaborando una línea de base ambiental detallada del Golfo San Matías y su ecosistema. Este diagnóstico servirá para monitorear cambios, prever impactos y adaptar las operaciones a las condiciones ambientales de forma dinámica.
Claves estratégicas del acuerdo
El acuerdo aprobado por la Legislatura incluye cláusulas que garantizan:
Participación provincial en decisiones técnicas.
Control ambiental independiente.
Distribución transparente de ingresos.
Mecanismos de actualización y renegociación.
Prioridad para proveedores y trabajadores locales.
Todo esto forma parte de una estrategia inteligente para convertir el recurso energético en desarrollo sostenible, y no simplemente en una renta de corto plazo.
Geopolítica energética: el sur también exporta
Argentina ha dependido históricamente de puertos en Buenos Aires o Bahía Blanca para exportar, lo que genera cuellos de botella logísticos y costos elevados. Con Vaca Muerta Sur, la Patagonia tendrá su propio puerto energético, acortando distancias, mejorando la competitividad y abriendo un nuevo eje de desarrollo atlántico-sur.
Además, esta infraestructura puede ser clave en futuros acuerdos internacionales de energía limpia, ya que el GNL se considera un combustible de transición frente al carbón. Países como Alemania, Japón e India han mostrado interés en fuentes alternativas de gas tras la crisis energética global.
¿Qué sigue ahora?
Con el acuerdo aprobado, las empresas iniciarán los estudios de ingeniería, compras y licitaciones. La construcción del oleoducto comenzaría en 2026 y su puesta en marcha está prevista para fines de 2027.
Mientras tanto, Río Negro avanzará en:
Formación profesional y técnica.
Creación de un observatorio energético y ambiental.
Promoción de inversiones.
Redacción de normativas específicas para zonas de influencia.
Conclusión: un futuro que ya está en marcha
Río Negro ha decidido no esperar. Con visión estratégica, compromiso ambiental y una sólida institucionalidad, se sube a la locomotora del desarrollo energético global. El oleoducto Vaca Muerta Sur no es solo un caño, es una autopista al futuro, y la provincia quiere ser la conductora.
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Argentina necesita divisas, energía y trabajo. Río Negro responde con inversión, planificación y consenso político. Y en 2027, cuando los buques petroleros zarpan desde Punta Colorada hacia el mundo, todos recordarán que este fue el punto de inflexión.
