Neuquen, Provincia de Neuquén, 7 de julio de 2025. Neuquén se suma a la campaña global para visibilizar la urgencia de proteger el suelo, el recurso más olvidado y vital del planeta.
El suelo, un tesoro oculto bajo nuestros pies
En medio del ruido cotidiano de las ciudades, las crisis ambientales y los titulares sobre el cambio climático, hay una batalla silenciosa que se libra cada día y que pasa desapercibida para millones de personas: la conservación del suelo. Cada 7 de julio se conmemora el Día Internacional de la Conservación del Suelo, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de este recurso fundamental para la vida, la seguridad alimentaria y el equilibrio ecológico. En este contexto, la Provincia del Neuquén no se queda atrás y se suma con acciones concretas para visibilizar el problema y promover buenas prácticas de manejo sostenible.
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¿Por qué celebramos el Día Internacional de la Conservación del Suelo?
El Día Internacional de la Conservación del Suelo se celebra en homenaje al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, pionero en el estudio de la erosión y defensor incansable de la protección del suelo. Su trabajo sentó las bases para una comprensión moderna de los procesos de degradación y la necesidad de conservar este recurso vital. La fecha no solo rinde homenaje a su legado, sino que busca crear conciencia sobre un problema que afecta a más del 30% de la superficie terrestre del planeta: la degradación del suelo.

Foto: Hugh Hammond Bennett, pionero en la conservacón del suelo en Estados Unidos
El suelo: base de la vida, la producción y la biodiversidad
El suelo es mucho más que tierra bajo nuestros pies. Es un sistema vivo que alberga el 25% de la biodiversidad del planeta, regula el ciclo del agua, almacena carbono y permite el crecimiento de cultivos y pasturas. Sin embargo, su importancia es inversamente proporcional a su visibilidad. A diferencia del agua o el aire, el suelo es un recurso que no vemos degradarse hasta que ya es demasiado tarde. La erosión, la contaminación, la deforestación y las prácticas agrícolas intensivas están llevando a una crisis silenciosa que amenaza la seguridad alimentaria global.
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Neuquén: compromiso regional con la conservación del suelo
Desde el Gobierno de la Provincia del Neuquén, se vienen desarrollando diversas políticas y estrategias para promover el uso sostenible del suelo, especialmente en zonas de producción agropecuaria y áreas rurales vulnerables. A través de programas de educación ambiental, asistencia técnica a productores, y monitoreo de suelos, la provincia busca frenar los procesos de erosión, compactación y salinización que afectan miles de hectáreas.
Uno de los ejes centrales es la implementación de buenas prácticas agrícolas (BPA), que permiten mantener la productividad sin deteriorar los ecosistemas. Estas incluyen la rotación de cultivos, el uso de coberturas vegetales, el manejo racional del agua y la incorporación de técnicas agroecológicas.
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Educación y concientización: la clave está en las aulas
En el marco del Día Internacional de la Conservación del Suelo, distintas instituciones educativas de Neuquén organizaron charlas, talleres y actividades con niños, niñas y jóvenes, buscando sembrar conciencia desde temprana edad. Entender cómo se forma el suelo, cuánto tiempo tarda en generarse un centímetro fértil (hasta 1.000 años) y cómo nuestras decisiones cotidianas lo afectan, es un paso fundamental para construir ciudadanía ambiental.
Además, se desarrollaron materiales didácticos digitales y se promovieron visitas a chacras y campos demostrativos donde los estudiantes pudieron observar de primera mano los efectos de la erosión y las soluciones sustentables.
La desertificación avanza en la Patagonia: un problema urgente
Uno de los principales desafíos que enfrenta la región es la desertificación, un proceso que afecta vastas zonas de la Patagonia y que está estrechamente relacionado con la pérdida de cobertura vegetal, el sobrepastoreo y el cambio climático. En Neuquén, hay áreas críticas donde el suelo ya ha perdido su capacidad de regenerarse naturalmente, lo que pone en riesgo no solo la producción local, sino también la permanencia de las comunidades rurales.
Las estadísticas lo confirman: según estudios del INTA y otras instituciones científicas, en algunas zonas de la provincia se han perdido más de 10 toneladas de suelo por hectárea al año, debido a la erosión hídrica y eólica.
Tecnología y ciencia al servicio del suelo
Afortunadamente, la innovación también está presente en la conservación del suelo. Neuquén ha comenzado a incorporar herramientas como sistemas de información geográfica (SIG), imágenes satelitales y sensores remotos para monitorear el estado de los suelos y anticiparse a procesos de degradación. Estos datos permiten tomar decisiones informadas, planificar estrategias de remediación y asignar recursos de forma eficiente.
En paralelo, se realizan investigaciones sobre biotecnología de suelos, recuperación de suelos salinos y técnicas de restauración ecológica en zonas degradadas, lo que demuestra un compromiso cada vez más fuerte del sector científico y técnico con esta problemática.

¿Qué podés hacer vos para conservar el suelo?
Aunque el problema puede parecer lejano, cada persona puede contribuir desde su lugar a proteger el suelo. Algunas acciones concretas incluyen:
Evitar el uso excesivo de agroquímicos en huertas familiares.
Promover la compostación doméstica para devolver materia orgánica al suelo.
Apoyar productos locales y de producción sustentable.
Participar en jornadas de reforestación o voluntariado ambiental.
La conservación del suelo es una tarea colectiva y urgente.
Una mirada desde el enfoque de derechos
El acceso a un suelo fértil y sano también puede ser entendido como un derecho humano, especialmente para las comunidades rurales, campesinas e indígenas que dependen directamente de la tierra para su sustento y cultura. La pérdida del suelo implica desplazamiento, pérdida de soberanía alimentaria y empobrecimiento. Por eso, las políticas de conservación deben estar guiadas por la equidad, la inclusión y la justicia ambiental.