Winifreda.-Se utilizó el sistema constructivo quincha, que consiste en un entramado de cañas recubiertas con barro y paja. Los revoques se hicieron con tierra, agua, cal viva y bosta de vaca. El agua de cactus se usó como cerecita.
La Municipalidad de Winifreda edificó dos cabañas con un sistema constructivo tradicional denominado quincha o pared francesa, que consiste en un entramado de cañas recubiertas con barro y paja. Las novedosas construcciones fueron mostradas durante una jornada sobre “Cambio Climático y Energías Renovables”, llevada a cabo hace unos días en el parque recreativo municipal.
Estudiantes de recursos naturales de Santa Rosa, un gerente técnico de la Administración Provincial de Energía, ingenieros agrónomos, la intendenta local, Marta Berg, directivos de instituciones y el coordinador de la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático, el santafesino Ricardo Bertolino, se trasladaron hasta al vivero municipal para ver las dos cabañas construidas con componentes naturales de la tierra.
Allí fueron recibidos por el maestro mayor de obras Oscar Delahaye, quien tuvo a su cargo la edificación de los alojamientos junto con dos empleados comunales que fueron capacitados por él durante el transcurso de la obra, que demandó un año de trabajo.
Materiales.
En las paredes exteriores se incluyeron botellas de gaseosas con tapas las cuales generan una cámara de aire que regula la temperatura de los ambientes. El revoque interior se hizo mediante una combinación de tierra extraída de pozos ciegos y agua. El exterior y sector de duchas se utilizó una mezcla de cal viva con estiércol fresco de vaca (considerado cemento de la naturaleza), que se baten por separado y cuando se unen producen una reacción química denominada albuminato de calcio con propiedades antiabrasivas y antihumedad. El agua de cactus se usó como cerecita.
El techo está cubierto con una capa de diez centímetros de barro y se le aplicó una mano de emulsión asfáltica y tres manos de membrana fibrada. Finalmente las estructuras fueron pintadas. Las dos cabañas tienen 75 metros cuadrados en total, disponen de una habitación con cama matrimonial, sala de estar, antebaño, sanitario y hall de entrada. Tienen gas envasado, electricidad y agua fría y caliente. Estarán disponibles para turistas o se destinarán como albergue. Está proyectado construir tres cabañas más.
Ordenanza.
Estas edificaciones, inéditas en la provincia, fueron posibles porque desde 2013 rige una ordenanza que permite la construcción con tierra cruda en toda la jurisdicción de la municipalidad.
La comuna, además, realizó un inventario de gases de efecto invernadero (GEI) e identificó sus principales fuentes de emisión. La ganadería (materia fecal y gases del ganado) aporta el 89% de los GEI, la energía (aires acondicionados y combustibles) el 10,15% y los residuos sólidos y efluentes cloacales el 1%.
Este relevamiento servirá como base para iniciar un plan climático comunal cuya meta apuntaría a reducir el impacto de los gases detectados cuyo incremento contribuyen al calentamiento global.
Fuente: Diario La Arena