Río Gallegos.-Se construirá en Río Gallegos un laboratorio para procesar muestras de suelo y vegetación y evaluar el impacto de la erosión y la sequía.

El INTA construirá un observatorio centrado en la región patagónica, en el ámbito de la Estación Experimental de Santa Cruz, que permitirá potenciar el trabajo de la institución en el área de observación meteorológica, análisis de patrones climáticos y de las consecuencias de la sequía en la vegetación y los suelos.

La Fundación ArgenINTA financiará la construcción con un monto estimado de 5,5 millones de pesos. Los registros climáticos y los modelos globales de clima serán de utilidad también en la evaluación de efectos sobre las Islas Malvinas y las Islas del Atlántico Sur, cumpliendo un rol institucional desde el punto de vista geopolítico. Eduardo Quargnolo, secretario Legal y Técnico del INTA, explicó que “la construcción del observatorio forma parte de una política estratégica de la institución, asociada a conocer sobre el cambio climático y el impacto que puede tener sobre los ambientes naturales, fundamentalmente los más frágiles, como los patagónicos”. En este sentido, sostuvo: “Conocer los datos climáticos, sobre erosión y sequía nos permitirá conocer qué implica y cuál es su impacto sobre la calidad de vida y la economía de la región”.

“El proyecto cuenta con el financiamiento de la Fundación ArgenINTA, que se ha puesto a disposición de la EEA Santa Cruz para que brinde respuestas y soluciones a la sociedad en su conjunto, y se ha motorizado gracias a las gestiones del presidente del INTA, Francisco Anglesio”, destacó. Además, Quargnolo aseguró que “a partir de la puesta en marcha de esta infraestructura y equipamiento, se promoverán alianzas estratégicas e interacciones con otras instituciones del ámbito nacional e internacional”.

Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, comentó que “es una contribución muy importante para el desarrollo territorial”. Y agregó: “El observatorio proyectará al INTA como líder en la zona para el seguimiento de los recursos naturales, productivos y el ambiente rural”.
A su vez, el director resaltó la importancia que tendría en la evaluación, seguimiento, adaptación y mitigación de la sequía y la degradación de las tierras, el cambio climático, así como su impacto en las actividades humanas.
El laboratorio tendrá facilidades para albergar el equipo de campo de erosión y ecofisiología y un taller para la prueba y reparación del equipo meteorológico. El área de procesamiento informático albergará bases de datos meteorológicas, de monitores ambientales, de imágenes MODIS y de escenarios climáticos, y proporcionará el poder de procesamiento para correr modelos climatológicos.
También permitirá el análisis de modelos climáticos globales. Mercuri hizo hincapié en los avances necesarios para la adaptación a los cambios globales a escala municipal, de unidades productivas, y familiar, asegurando que “no serán posibles sino se consolidan Observatorios en las regiones, con enfoque regional-local”. Por último, el director del CIRN explicó que el Observatorio va a aportar una visión del clima “en relación a lo que viene, el aspecto prospectivo”, además del énfasis en el “análisis agrometeorológico actual, y en las diferentes escalas necesarias para la toma de decisiones”.

Fuente: INTA