MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

EN TORNO A LOS EFECTOS EN ZONAS RURALES: Avances en el tratamiento de la problemática sobre perros asilvestrados

Tierra del Fuego.-Un extenso documento con información provista por referentes de doce instituciones relacionadas directa o indirectamente con la temática fue co-editado por el doctor Adrián Schiavini, investigador CADIC–CONICET, quien proveyó un resumen del mismo y la posibilidad de acceso a la versión completa.

El informe fue presentado ante el requerimiento del Comité de Emergencia Agroganadero y de Alerta Sanitaria de Tierra del Fuego que incluye lo conocido hasta el presente sobre los perros asilvestrados desde diversos puntos de vista.
A mediados del año pasado, el Centro Austral de Investigaciones Científicas y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego se comprometieron en el marco del Comité de Emergencia Agroganadero y de Alerta Sanitaria de Tierra del Fuego, a compilar un documento cuyo objetivo es difundir el estado de situación acerca de los perros sin control, así como sustentar y justificar las decisiones políticas necesarias para atacar la emergencia socio–ambiental, sanitaria y agroganadera derivada del impacto de los perros sin control presentes en los ámbitos urbanos y rurales de la Tierra del Fuego.
El documento en cuestión reúne la visión que sobre este problema tienen actores sociales relevantes. Revisa aquello que sabemos acerca de los impactos de los perros sin control en la salud humana, la biodiversidad y la producción animal, identifica interrogantes cuya resolución nos ayudaría a atacar el problema, analiza las acciones en marcha por parte de diversos actores y propone algunos cambios en el modo de llevar adelante esas acciones.
En enero de 2012 el Gobierno de la provincia declaró mediante decreto el estado de Emergencia Agroganadera y el estado de Alerta Sanitaria. Más recientemente, el Consejo Provincial de Medio Ambiente emitió en octubre de 2014 un Dictamen mediante el cual se declara la emergencia socio–ambiental en Tierra del Fuego debido a la problemática generada por los perros sueltos y asilvestrados, dándoles además el carácter de “especie exótica invasora”.
El perro doméstico es parte de las comunidades urbanas y rurales. Sin embargo, en cualquier lugar del mundo los perros sueltos y abandonados que no cuentan con la alimentación, refugio y cuidados de salud necesarios generan impactos en la sociedad afectando la salud pública, al medio ambiente y a las actividades productivas. En las áreas rurales el problema se agrava con la conversión de los perros sueltos en perros asilvestrados, perros que no dependen del hombre para su sustento, refugio y reproducción.
La sociedad es responsable de las condiciones de bienestar animal en la que viven tanto los perros callejeros o asilvestrados como la fauna nativa y el ganado afectado por ellos. Hasta ahora el problema no se ha abordado desde una perspectiva integral, y en un escenario de expansión y agravamiento, en la actualidad existe una sensación de aparente resignación a convivir con el problema. La experiencia internacional indica que se requiere un enfoque integral de parte de todos los actores de la sociedad para lograr los necesarios cambios de comportamiento que tiendan hacia la tenencia responsable.
La fuente principal de reclutamiento de los perros sueltos en las calles de las ciudades proviene de los hogares mismos, debido a la tenencia irresponsable por parte del hombre. Además, esos perros constituyen una fuente de reclutamiento de individuos para los perros asilvestrados. Por ello, la estrategia a largo plazo para reducir el problema consiste en fomentar la tenencia responsable. Sin embargo, en el ámbito rural se requieren otras acciones específicas a fin de reducir inmediatamente la presión del perro asilvestrado sobre el ambiente y la producción.
El perro doméstico es un desarrollo del hombre, quien durante miles de años ha trabajado para obtener las diversas razas actuales. La contracara de la fuerte relación generada entre perro y ser humano es la dificultad para pensar que el perro doméstico pueda resultar un animal dañino. En las ciudades, el término perro callejero, errante o suelto se aplica a un perro libre de deambular fuera de un hogar de referencia, ya sea que tenga dueño o no. Por su parte, el perro asilvestrado es un perro que no depende del hombre para su sustento, refugio y reproducción, convirtiéndose así en un animal equivalente a un predador, omnívoro y carroñero generalista de alto nivel trófico, capaz de sobrevivir con una dieta muy variada.
Las consecuencias y posibles acciones.
Los impactos de los perros asilvestrados en la salud humana y en la seguridad alimentaria son diversos. Estos incluyen desde el impacto de las mordeduras hasta las zoonosis. La información disponible permite afirmar que no se está reduciendo este impacto en las sociedades urbanas de la Tierra del Fuego. La evolución anual de las mordeduras de perros reportadas en Tierra del Fuego entre 2007 y 2013 relativizada a la población proyectada de Tierra del Fuego en el mismo período indica un leve incremento anual en las mordeduras por cada mil habitantes. A esto se agregan Infecciones y parasitosis transmitidas por el perro: Rabia, Brucelosis canina, Leptospirosis, Hidatidosis o Equinococosis Quística, Toxocariasis, entre otras.
Si bien los impactos en la biodiversidad nativa no están a la fecha adecuadamente documentados, sabemos que la biodiversidad se ve afectada por un conjunto conocido de predadores exóticos (zorro gris, visón, ratas, gatos asilvestrados) a los que se ha agregado el perro asilvestrado. Sin embargo, su mayor tamaño, el incremento de sus poblaciones debida a la incorporación continua de nuevos animales desde las ciudades, y su comportamiento de matar en exceso, lo transforman en un animal de altísima capacidad de daño. Los impactos más notables se dan en las aves que anidan en el suelo, sus huevos y pichones, así como en el guanaco.
El impacto del perro asilvestrado en las actividades productivas incluye a la producción animal tradicional y al turismo. Los primeros reportes y reclamos sobre ataques de perros asilvestrados a ovinos en Tierra del Fuego datan de la década de 1970. A pesar de esto, durante la última década el problema ha escalado de la mano del crecimiento poblacional de las ciudades de la provincia. Durante el período 2006 – 2008 se perdieron casi 33.000 cabezas ovinas y unas 78 toneladas de lana por este motivo, contabilizando casi 4,5 millones de pesos de ese entonces, equivalente a una pérdida del 13,7% del ingreso total para los establecimientos rurales. Los más afectados fueron los establecimientos cercanos a las ciudades de Río Grande y Tolhuin. El área afectada por la presencia de perros asilvestrados en la superficie de Tierra del Fuego destinada a producción ganadera se ha incrementado sostenidamente, de un 2,5% en 1990 a un 69,3% en el 2012–2013.
Por otro lado, a lo largo de los 24 años que van desde 1990 a 2014 el área de afectación se ha ido incrementando hasta abarcar prácticamente a la mayor parte del ecotono y el sur de la estepa fueguina, aun cuando estos valores excluyen a las tierras fiscales, por lo que la superficie efectivamente afectada por la presencia del perro asilvestrado debe ser mucho mayor. Además, en la actualidad el perro asilvestrado está reproduciéndose exitosamente en el ámbito rural.
Los productores que deciden intervenir activamente para atacar este problema invierten recursos económicos y personal para tratar de reducir el impacto de los perros asilvestrados, con herramientas limitadas. Se han probado y se están probando herramientas alternativas. Ejemplo de las mismas son los alambrados eléctricos y el uso de perros protectores. Existe consenso en la necesidad de probar otras herramientas que no están en uso hoy en día (por ejemplo nuevas trampas, tóxicos, etc.).
El impacto del perro asilvestrado ha forzado a la mayor parte de los establecimientos del ecotono a reconvertir la actividad ganadera de ovinos a bovinos. Si bien no es el único factor que ha afectado a la ganadería ovina, el perro asilvestrado representa un impacto antrópico sobre el ambiente fueguino que ha logrado disminuir la capacidad de uso de la tierra, al hacer inviable la producción ovina sin alternativas de remediación hasta el momento.
Con respecto al impacto sobre el modo de vida rural, éste ha sido sostenidamente subestimado, mientras está siendo reconocido en otros lugares del mundo con problemas similares. Este impacto repercute en todas las personas vinculadas a la actividad, desde los dueños de los establecimientos hasta sus empleados y sus familiares. La ganadería se vuelve una actividad cada vez más marginal, una tendencia que pone en peligro el poblamiento rural, territorio que progresivamente es abandonado debido a la imposibilidad de realizar la actividad típica de ese espacio.
El perro asilvestrado representa una amenaza para el desarrollo del turismo en áreas silvestres y rurales, actividades que prometen diversificar la oferta turística del destino pero que están afectadas por la existencia de perros asilvestrados que atentan contra la fauna silvestre y contra la seguridad de los turistas que transitan por ciertas zonas.
La legislación existente puede considerarse abarcativa y suficiente para atacar la problemática de la tenencia responsable en las ciudades. Pero la falencia principal está en el grado de aplicación de las normativas y en la capacidad operativa y de fiscalización de las respectivas Autoridades de Aplicación. Por este motivo, las normas no alcanzan en la actualidad para hacer frente al creciente problema de las poblaciones de perros sueltos.
Las acciones que se llevan adelante en los municipios, basadas en la normativa vigente, tienen el objeto de fomentar la tenencia responsable en la comunidad, mediante la esterilización quirúrgica, el registro de los perros, la vacunación/desparasitación, así como la sanción para los responsables de perros que no cumplan con las normativas. La educación resulta esencial para fomentar los cambios de hábito en el ámbito hogareño, la fuente principal de los perros sueltos, por lo que se llevan adelante diversas acciones en las tres ciudades de la provincia. Existe mucho para mejorar a este respecto.
Durante muchos años la sociedad de Tierra del Fuego dio tratamiento a la problemática de los perros sin control visiones sectoriales, sin un adecuado énfasis en un enfoque integral del problema y alcanzando resultados parciales ineficaces para reducir el problema. Por otro lado, las acciones no han contribuido a lograr la presencia de un Estado fuerte, capaz de accionar por su parte y de motorizar a los demás sectores de la sociedad que tienen responsabilidades en este tema.
Sin duda alguna la tenencia responsable es la solución última para resolver el problema de los perros sin control. Sin embargo, existe conciencia acerca de que el tiempo necesario para lograr que la tenencia responsable reduzca la presencia de perros sin control será de varios años. Tal lapso excede lo que pueden esperar tanto la biodiversidad nativa de Tierra del Fuego como la producción animal tradicional de Tierra del Fuego. Sin tomar medidas adicionales a la generalización de la tenencia responsable, se estará condenando a la fauna nativa, a las actividades productivas del ámbito rural y a la seguridad pública a impactos irreversibles.
En consecuencia, existe consenso en el Comité en que las acciones deben apuntar tanto a la tenencia responsable de las mascotas por parte de la comunidad en su conjunto, como a la reducción del impacto del perro en la biodiversidad nativa y en la producción animal tradicional de Tierra del Fuego. Esto incluye la necesidad de re–evaluar las restricciones actualmente existentes a la eutanasia y a la extracción con técnicas letales como herramientas de control. Al mismo tiempo, se necesita fortalecer las capacidades del Estado para coordinar el tratamiento de este problema, aplicar las normativas vigentes, monitorear las acciones y contribuir a su éxito.
Estas acciones deben programarse, planificarse y ejecutarse a partir de un espíritu colaborativo pero basado en una estrategia explícita y fundamentada en responsabilidades. Se necesita que se involucren los Gobiernos provincial y municipales, los propietarios de las tierras, así como toda la comunidad en general, incluyendo sectores de la producción animal tradicional, el turismo, la pesca deportiva, la actividad forestal, etc.
El futuro del manejo exitoso de los perros sin control se puede lograr a través de la evolución de un cambio cultural, particularmente a través de la aceptación e implementación de estrategias de control holísticas y cooperativas. Los modelos exitosos de control en todo el mundo se basan en proyectos impulsados por la comunidad y desarrollados por los gobiernos locales.
Documento completo disponible a través de www.cadic–conicet.gob.ar/contacto

Fuente: Diario del Fin del Mundo

También te puede interesar:

LAS MÁS VISTAS
___________________________

Municipalidad de Patagones

Suscríbete al Boletín de Noticias


Tecno Planta