La apuesta por las renovables aparece en un contexto crítico para los hidrocarburos, sin embargo esa industria es de las principales actividades emisoras de gases de dióxido de carbono del país, junto a la agricultura y la deforestación. Esta vez, las energías limpias tienen su oportunidad para consolidarse dentro de la matriz energética argentina.
“Podríamos, en términos teóricos, satisfacer toda la demanda de Sudamérica”, se entusiasmó el ex director de Greenpeace y actual diputado nacional de Cambiemos, Juan Carlos Villalonga, en la Expo Viento y Energía. El encuentro fue organizado a mediados de este mes por la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEA).
Carlos Badano, experto en energía eólica e integrante de la comisión directiva de la AAEE dijo en ese encuentro que Argentina tiene un potencial de 2000 gigavatios de eólica. El factor de utilización (horas del año con viento) es promedio un de 37% y una velocidad del viento promedio de 7 metros por segundo,
En este contexto, SAESA realizó un relevamiento de los actuales proyectos de energías renovables en el país. Chubut tuvo su lugar destacado: suma 137 MW de potencia instalada con los parques El Tordillo (3MW), Loma Blanca IV (51 MW), Rawson I y II (50 MW y 27.4 MW) y Diadema (6.3MW). El principal competidor por la energía del viento es Buenos Aires que tiene como ventaja su cercanía con nodos y líneas de alta tensión. En materia eólica, son 5529 MW relevados en todo el país.
PROPUESTAS EN CHUBUT Y SANTA CRUZ
Los proyectos eólicos en Chubut, la tecnología que es fuerte en esta provincia, suman 653,45 Mw de un total de 3.468,7 Mw. En Buenos Aires ofertaron por 1.177,5 Mw, 1.085,3 en Patagonia (Chubut y Santa Cruz), 859,8 en Comahue (Neuquén y Río Negro), 200 en el Noroeste, 74 en Cuyo, 48 en el centro del país (Córdoba) y 24,2 en el Litoral.
Algunos de los proyectos con enclave en Chubut ya tuvieron anuncios como los de YPF, Hychico y GENNEIA. YPF tiene Manantiales 2, en su principal yacimiento en esta provincia que es Manantiales Bher, con un aporte proyectado de 49,2 Mw. Hychico, que lleva estos proyectos para CAPSA, impulsará el Parque Eólico Diadema II por 27,6 Mw. Y Chubut Norte, con 50 Mw, es la idea de GENNEIA.
Otro de los parques que están para la licitación es Loma Blanca, que hará inversiones por 100 Mw para la etapa 5 y la misma cantidad para la etapa 6. La iniciativa es en Puerto Madryn y desde 2014 viene levantando por etapas la granja eólica en diferentes programas de incentivos para las renovables.
Angelito I y II, donde cada uno propone aportar sus 100 Mw al Programa Renovar. Los molinos serán montados por Interenergy Holding en la meseta central chubutense, según consta en el detalle de las propuestas difundido por el Ministerio de Energía de la Nación y CAMMESA.
Los otros proyectos que completan las presentaciones para Chubut con el Parque Eólico Garayalde por 24,15Mw de 3 GAL, Kosten en Pampa del Castillo por la compañía ENAT para generar 24 Mw y Pampa 1 con sus 78,2 Mw a cargo de la compañía Enel Green Power.
Santa Cruz también es tierra de vientos y allí surgen cinco proyectos más para la Patagonia sur.
Petroquímica Comodoro Rivadavia avanzará ahí con el parque eólico El Bicentenario, con el que pretende aportar 100 Mw, EREN es la empresa que impulsa dos granjas eólicas en Santa Cruz, el Viento Austral y Los Hércules con una capacidad de generación de 97,2 Mw, Enel Green Power con el parque Puerto Deseado con 37,4 Mw y Pico Truncado SA el parque La Deseada con 100 Mw.
CEMENTERIO DE MOLINOS
Las nuevas inversiones, en manos de empesas de mayor oprte y con experiencia en el área de energía, vuelven a entusiasmar a la clase política. A esto se le suma que en el valle chubutense ya operan granjas eólicas exitosamente.
La nueva Ley de Energías Renovables, que fue aprobada por la Cámara de Diputados por amplia mayoría e impulsada por el ex senador chubutense Marcelo Guinle, propone lograr que un 8% de la matriz nacional de la energía eléctrica sea aportada en 2017 por fuentes renovables, y alcanzar el 20% en el 2025.
La Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) tiene marcado el estigma del fracaso con el parque eólico promocionado como el más grande de Sudamérica a fines de los noventa. Los equipos habían sido comprados para la primera etapa en Dinamarca y para la segunda en España. La devaluación provocó que la deuda por aquellos molinos se multiplicara a niveles difíciles de pagar, por lo que refinanciaron deudas.
Además, los equipos cumplieron su vida útil. Esto quiere decir que la SCPL paga equipos que ya no pueden recuperarse, ni siquiera como chatarra. Desmontarlos cuesta más que la deuda refinanciada, que en 2014 se alzaba a más de 500 mil dólares. Quedan sobre el Cerro Chenque el cementerio de molinos que con el paso del tiempo, la erosión y las tormentas de viento pierden sus aspas o las piezas de sus motores.
Fuente: El Patagonico