Un plazo de 200 años es mínimo a escala geológica para permitir un cambio climático que suponga hacer de la Antártida un lugar habitable.
Las proyecciones actuales más catastrofistas hablan de un posible calentamiento global de 4 grados en los próximos 100 años (ante la suposición de que no sólo no mejoren las emisiones de CO2, si no que aumenten al mismo ritmo que han aumentado desde la Revolucion Industrial)
Un cambio de temperatura así sería catastrófico y podría suponer hasta un aumento de 8 grados la temperatura en los próximos 200 años. Aún así, un cambio así difícilmente podría garantizar que todo el hielo de la Antártida pudiera fundirse (que a nivel local, el hielo generaría un microclima que impediría la fundición del casquete al ritmo presuponible con 8 grados más a nivel global).or todo esto, incluso en el peor de los casos, la Antártida aún estará cubierta de hielo en dos siglos.