Un coche derrapa y se detiene bruscamente. El conductor, salta hacia asfalto y se dirige rápidamente a un edificio cercano.

“¡Suéltala!”, grita un agente de policía cuando el sujeto, que viste una chaqueta de camuflaje, está a punto de golpear una de las ventanillas del coche con una palanca de metal.

El culpable que intenta escapar no es una verdadera amenaza. Es un instructor que está desempeñando un papel.

Estoy parado en un cuartel del ejército británico en desuso, en Surrey, Inglaterra, rodeado de agentes de la policía.

Están aprendiendo cómo vigilar y proteger las 14 centrales nucleares de alta seguridad del país.

Se trata de ejercicios diseñados para un grupo de agentes altamente entrenados asignados a proteger estas instalaciones contra crímenes y el terrorismo nuclear.

“¡Suéltala!”, vuelve a gritar el agente. De inmediato se abalanzan sobre el falso intruso y pretenden incapacitarlo con un arma de electrochoques.

Como si fuera real, el instructor queda tendido en el suelo y se somete con obediencia.

Durante unos minutos los agentes llevan a cabo la rutina de registrarlo para asegurarse de que no presenta más amenazas.

Los entrenadores y sus instructores observan con atención. Todo el proceso toma varios minutos.

Poco después, la escena será analizada detalladamente por el grupo.

Este entrenamiento obligatorio no es para principiantes. Muchos de los “aprendices” son en realidad hombres y mujeres policías experimentados.

Forman el Cuerpo de Policía Civil Nuclear (CNC) de Reino Unido.

El trabajo de la “policía nuclear” británica es proteger de amenazas a las plantas nucleares.

Esto requiere prepararse para eventos como enfrentar a intrusos potenciales, por ejemplo. Uno de los peores escenarios para los que se preparan es para un ataque que es dirigido con éxito contra una planta nuclear o que resulta en el robo de material nuclear.

Me entregan unos tapones para oídos de color fluorescente. Y varios minutos después me entero por qué.

Otro instructor comienza a disparar balas de salva de un AK47, un arma desmesuradamente ruidosa que con cada disparo produce destellos largos y brillantes.

Cerda de allí, agentes de una patrulla simulada responden el fuego, protegiéndose de los disparos cuando se dan cuenta de que el supuesto atacante no podrá ser controlado de forma pacífica.

Pero pronto levanta los brazos al aire y de forma exagerada cae al suelo para sugerir que está herido o muerto. De nuevo, los agentes llevan a cabo la rutina de registro.

Durante todo el proceso, los instructores observan con detalle. Su trabajo es evaluar la respuesta de los agentes ante la situación.

Cómo se comportan y la velocidad con la cual pueden asegurar el área ayudará a revelar cuán reactiva es esta fuerza en realidad.

Alrededor del mundo, las plantas nucleares son vigiladas cuidadosamente.

En las plantas de Estados Unidos, por ejemplo, se supone que hay un perímetro de seguridad de alto nivel, y también son comunes las patrullas físicas.

Desde 2009, el personal de seguridad en esas instalaciones ha recibido más entrenamiento con armas reales, según el Instituto de Energía Nuclear deWashington, EE.UU.

Pero el nivel de seguridad en las plantas nucleares puede cambiar ocasionalmente.

En 2015, Francia incrementó la protección de sus instalaciones tras los ataques en París en noviembre de ese año.

Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, se tomó la decisión en Reino Unido de incrementar la seguridad en las instalaciones en este país.

La antigua fuerza, el Cuerpo de Policía de la Autoridad de Energía Atómica, que fue establecido en 1955, fue reemplazado en 2005 por el CNC.

Este posiciona agentes armados en todas las instalaciones nucleares no militares, un nivel de protección que no existía antes.

El CNC, una fuerza relativamente nueva, ha enfrentado cierto escrutinio recientemente. El año pasado, una solicitud de la BBC bajo la ley de libertad de información reveló que hubo 130 infracciones de seguridad durante los últimos cinco años, incluida una pistola que desapareció durante un entrenamiento y la pérdida de las llaves de una central.

La central en cuestión había sido sometida a un cambio de cerraduras y las llaves al final aparecieron.

En ese momento, el Jefe de la Fuerza de Policía, Mike Griffiths, indicó que la fuerza estaba comprometida a “mantener una cultura de seguridad” y que, en lo que se refería a la pistola perdida, habían sido cambiados ciertos procedimientos para evitar que ocurriera otra vez.

“Mucha gente en Reino Unido no sabe que hay policías fuertemente armados vigilando las centrales nucleares del país, día tras día, todo el año”. Oficial del CNC

Casos extremos

El tipo de incidentes para los que estos oficiales se preparan en el entrenamiento son en realidad extraordinariamente raros.

“¿Alguna vez me han disparado (como agentes del CNC)? Personalmente, no”, dice uno de los que participan en el entrenamiento.

“¿Participo en incidentes y me enfrento con miembros del público diaria o semanalmente? Sí”.

Ocasionalmente, mientras están patrullando, los oficiales realizan arrestos. En 2015 hubo 11, y hubo tres delitos registrados bajo la Ley de Terrorismo en 2011.

El agente cuenta que él esta basado en la central de Hinlkey Point, en Somerset. Recientemente se aprobó la construcción de una nueva planta en el área, Hinkely Point C, y la decisión fue controvertida.

Asegurar las estaciones de energía durante protestas públicas contra nuevas centrales nucleares, por ejemplo, es otra parte del trabajo.

“Quieren hacerse escuchar”, reconoce el agente. “Mientras le demos a la gente la libertad de expresarse, no hay problemas”.

Sin embargo, mucha gente en Reino Unido no es consciente de que hay policías fuertemente armados vigilando las centrales nucleares día tras día, todo el año.

Los oficiales de policía armados no son algo que se ve comúnmente en Reino Unido. De los 200.000 oficiales de policía en Inglaterra y Gales, sólo 10.500 han sido entrenados con armas de fuego.

Hay ciertas excepciones en otras partes del país. A los oficiales de la Policía de Servicio en Irlanda del Norte (PSNI), por ejemplo, se les asignan armas de forma estándar.

Por esta razón, los oficiales del CNC indican que en ocasiones encuentran a gente que cuestiona por qué debe haber policías fuertemente armados.

Esto es algo que, según los participantes en el entrenamiento, abordan con el público cuando es posible para explicar su papel.

El CNC tiene varias tareas. También acompañan a los materiales nucleares que son transportados dentro y fuera del país, por ejemplo.

En viajes al extranjero, algunos de los barcos que transportan esta carga están equipados con ametralladoras en la cubierta.

El año pasado, el Grupo de Escolta Estratégico viajó con material nuclear casi 50.000 km por todo el mundo.

Todos los agentes son sometidos a revisión de forma regular por la radiación y llevan consigo dosímetros, aparatos para medir la exposición a la radiación, todo el tiempo.

El CNC está financiado en parte por las compañías de energía que manejan las centrales nucleares.

Anualmente, el CNC tiene un presupuesto de unos US$130 millones.

Según un portavoz del cuerpo, “muy poco” del presupuesto viene de los contribuyentes.

En general los fondos se han incrementado sustancialmente en años recientes mientras que otras fuerzas de la policía han experimentado recortes.

La Oficina para el Plan Estratégico de Regulaciones Nucleares 2016-2020 menciona la amenaza de terrorismo y espionaje financiado por gobiernos de otros países como ejemplos de amenazas que enfrenta la infraestructura nuclear de Reino Unido.

“Cultura diferente”

Es una mañana particularmente fría en los antiguos cuarteles del ejército en Surrey pero muchos agentes están acostumbrados a patrullar bajo cualquier clima y en sitios remotos.

Entre las centrales que también vigila el CNC está, por ejemplo, la central nuclear de Dounreay, en la costa norte de Escocia, que actualmente está siendo desmantelada.

Oficiales en otro grupo explican que les gustaría entablar un diálogo con loshabitantes locales cuando están patrullando. Pero eso no siempre es fácil cuando estás envuelto de blindajes y armamento.

“Lo que mucha gente sabe sobre armas de fuego surge de las películas”, dice un oficial.

“Las películas estadounidenses, un cultura totalmente diferente”, agrega su colega.

Un tercero señala que los deberes del cargo no siempre son algo obvio para los extraños.

“Creo que a veces hay un malentendido sobre lo que hacemos exactamente”, explica.

“El cargo implica mucho más que pararse en una puerta con un arma”. Gran parte es vigilar el delicado transporte de materiales nucleares.

Y los materiales nucleares son, por supuesto, peligrosos. Los agentes explican que constantemente deben revisar su exposición a la radiación.

“Siempre llevamos esto con nosotros”, explica uno apuntando a un dosímetro. “Y si llegamos a niveles cercanos a los altos tenemos monitores que activamente nos dicen qué está ocurriendo en la atmósfera que nos rodea”.

Nadie aquí parece ansioso por la potencial exposición a la radiación. “A mi no me preocupa”, agrega el agente.

Todos aquí parecen tener distintos antecedentes. Uno previamente estaba en el servicio de prisiones. Otro dice que es exmilitar. Y un tercero explica que éste es su primer trabajo en una agencia de ley y orden.

“Creo es que hay una buena camaradería entre nosotros”, asegura uno. “Nadie de fuera realmente lo entiende. Y mucha gente se muda por el empleo porque obviamente no puedes hacerlo donde vives”.

Todos están de acuerdo en que en entrenamiento regular es una de las partes favoritas del trabajo. “Lo haríamos todo el día, cada día si pudiéramos”.

Físicamente es exigente y se espera los policías mantengan un alto nivel de condición física.

El CNC tiene “especialistas de entrenamiento” en todos los sitios donde se apoya la salud de los oficiales y donde se les ayuda a recuperarse de cualquier lesión músculo esquelética que sufran en el trabajo.

Esto es parte de una nuevas medidas para reducir el número de ausencias por enfermedad de los oficiales del CNC, que recientemente han estado sobre los límites promedio establecidos.

“Los oficiales del CNC reciben entrenamiento para evitar un incidente grave”

El año pasado, el CNC perdió una batalla legal sobre nuevas regulaciones, lo que significa que los agentes no podrán retirarse hasta los 65 años y más adelante hasta que cumplan los 68.

Esto se debe a que el CNC no es una fuerza de policía en el sentido usual de la palabra, porque no está comprometido de forma primaria en la investigación de crímenes o en el mantenimiento del orden público.

Y no está bajo la supervisión del Ministerio del Interior, sino es una organización de servicio público.

A pesar de esto, la Federación de la Policía Civil Nuclear ha argumentado que no es razonable que se espere que los agnetes que desempeñan este trabajo físicamente exigente trabajen durante tanto tiempo.

Pero la vasta mayoría de los oficiales que están entrenando aquí hoy son mucho más jóvenes. Y se muestran entusiastas y curiosos sobre las centrales nucleares que protegen.

“Muchos de nosotros aquí tratamos con asuntos muy delicados”, dice uno de ellos. Y otro agrega que por eso reciben positivamente el entrenamiento constante.

Todos aseguran que conocen la magnitud de la responsabilidad que tienen. Y en el mundo actual, en el que los activos nucleares exigen niveles extremadamente altos de protección, se les exige que estén al tanto de las graves amenazas que enfrentan.

“Al final, sólo tenemos una oportunidad”, dice un oficial. “Si algo ocurre sólo tienes una oportunidad”.

 Fuente: http://www.24horas.cl/noticiasbbc/quienes-son-y-que-hacen-los-agentes-de-la-policia-nuclear-que-vigilan-las-centrales-de-reino-unido-2385640