“Una ciudad inteligente se describe como aquella que utiliza las tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas. Utiliza para eso los avances en energía y todas las ramas de la ingeniería, para tratar de optimizar el uso de los recursos naturales y energéticos. Buscando que sea todo sostenible y ecológico”. En dicha ciudad “se monitorean los servicios de agua, luz gas y cuando tu casa a está a cierta temperatura, se baja automáticamente el consumo de gas o de las estufas eléctricas. También te puede avisar de bajar el gasto”.
Los cortes de luz son algo particularmente preocupante en nuestra capital y los investigadores opinan que esta metodología es el camino correcto para avanzar: “Vemos que la ciudad está quedada en ese aspecto, queremos generar algo que pueda ayudar, buscamos más que nada el bienestar nuestro, parar con los cortes de luz y esto tiene una solución que está al alcance y es trabajar en conjunto y escuchar al otro” para el planteamiento y aplicación de esta clase de propuestas.
“Un avance semejante se podría lograr también para combatir los problemas de falta de agua, el mapeo de la red, estudiando el consumo, permite saber en qué sector de la ciudad hay mayor gasto y cuáles son las horas pico y hacia dónde necesitamos redireccionar el servicio. Igualmente –mediante la utilización de sensores- podemos saber si hay pérdidas, dónde están exactamente y enviar allí al técnico en vez de tener que parar a todo un barrio o romper toda una cuadra por una falla”, remarcó la joven.
Dentro del proyecto queda abarcado también el “edificio inteligente” donde hay sensores para abrir o cerrar una puerta, se controlan las temperaturas, hay una alarma, etc.”, explicaron los investigadores, destacando que esta información puede estar disponible para los supervisores de las diferentes áreas comunales, bomberos o fuerzas de seguridad.
En la iniciativa también se cuentan propuestas para ampliar y mejorar el sistema de transporte urbano y optimizar el tránsito, reduciendo la emisión de gases nocivos y maximizando el reciclaje.
Pero “ciudad inteligente” apunta aún más lejos: planea utilizar las fuentes de energía renovables como el sol o el viento. Así, los edificios o viviendas podrían incluir un pequeño molino eólico generador o paneles solares. “No se busca que cada casa tenga un molino o paneles, porque eso generaría más gasto de lo que ganamos”, señalaron los entrevistados, apuntando a que la idea sería más bien “contar con un cierto número de ellos, cuya generación sea aprovechada directamente o vaya a la red, combatiendo la suma del consumo y -por tanto- en las tarifas”.
Sel y Villegas expusieron sus ideas al Ingeniero Florencio Gamallo y otros expertos, durante el pasado Foro de Energías Renovables llevado a cabo hace unas semanas -ver TiempoSur del 20 de mayo pasado- durante el cual pudieron ajustar el concepto. Así, esta generación adicional de energía “se puede monitorear a distancia y si a lo largo del día tenés una ráfaga de viento, la energía sube y se hace un pico hasta cierto punto y cuando llega a un tope, esa energía no se tiene que perder. Se puede almacenar en una batería, traspasarla a la red u otras opciones”.
De esa manera, la manera de abordar los problemas en el suministro de servicios “sería previéndolos”, señaló la estudiante de Ingeniería, señalando que se trata de un concepto útil “tanto para el usuario como para el Estado; rediseñamos la ciudad para poder volver a utilizar la energía del viento, del sol, para que disminuyas tus costos porque gran parte de tus necesidades te las provee la naturaleza”.
Villegas y Sel estarán presentando sus ideas a mediados de mes. “Lo estamos moviendo con la Dirección de Cultura de la ciudad y el Club de Emprendedores. La actitud y respuesta viene siendo muy alentadora. Intentaremos rehacer una charla que ya dimos el mes pasado en el Complejo Cultural. En esta ocasión como un foro, más abierto, para tratar de debatir un poco con los diferentes participantes y que aporten ideas”, señalaron.
Respecto a la necesaria inversión de dinero, Sel y Villegas –si bien se mostraron reticentes a adelantar costos- reconocen que sería una cifra “muy inferior” a la de construir nuevas centrales generadoras u otras soluciones similares.
“La idea se puede aplicar, es un aporte que lo hacés hoy y te sirve para siempre, cuando se está implementado se lo puede estudiar y brindar respuestas inmediatas”, opinaron, apuntando a que la idea es “ser eficaces, optimizar lo que hacemos. No estamos hablando de nada descabellado, son cosas que ya se han aplicado”.
“Con esta propuesta, estás invirtiendo en algo que te va a servir como Estado, organización y a los ciudadanos en general”.
Fuente: Tiempo Sur