RÍO NEGRO.- El rechazo del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, a la instalación de la quinta central atómica en el territorio de su provincia, después de un inicial apoyo, no sólo dinamitó la relación con el ministro de Energía, Juan José Aranguren, sino que también generó el reclamo de la comunidad científica que defiende este tipo de tecnologías.

La Asociación de Exalumnos del Instituto Balseiro (AEIB) comunicó su “extrema preocupación” por la negativa del mandatario provincial, que es entendida como una jugada electoral, ya que muchos de los pobladores desconfían de los beneficios y temen los riesgos de la tecnología nuclear. Asimismo, el partido oficialista Juntos Somos Río Negro quedó por detrás del Frente para la Victoria y Cambiemos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Con este nuevo posicionamiento, el gobernador buscaría atraer algunos votos para, por lo menos, escalar al segundo lugar.

“Creemos que es una decisión apresurada prohibir centrales nucleares de potencia en la provincia. Esta ley estaría afectado avances en medicina, en conservación de alimentos, en fabricación de componentes electrónicos y nuevos materiales. Tampoco hay una toma de conciencia sobre la contribución de la energía nuclear al cuidado del medio ambiente por el reemplazo de combustibles fósiles”, esgrimieron los científicos.

En ese sentido, los egresados del Balseiro argumentaron que Río Negro tiene tradición en esta tecnología, ya que aloja desde la década de 1950 al Centro Atómico Bariloche; desde 1976 a la empresa estatal Investigación Aplicada (InvAp); desde 1978 al Centro Tecnológico Pilcaniyeu; desde 1982 al Reactor RA-6 y está por inaugurar el centro regional de Radioterapia y Medicina Nuclear. “Estas instituciones han sido fundamentales como fuente de desarrollo, trabajo y prestigio para la provincia”, explicaron.

Frente a la negativa de Weretilneck y la imposibilidad de cancelar el proyecto (es un compromiso ante China para que el país asiático financie obras de infraestructura), el Gobierno analiza instalar la central en el complejo Atucha de la localidad bonaerense de Lima. Allí se concentrarían cuatro de las cinco centrales atómicas con las que contará el país en la próxima década la restante está en Embalse, Córdoba.

Aranguren está muy enojado con el desplante de Río Negro. El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, tampoco quería cerca la central.