Kathleen McGinty: Hay que ponerles una zanahoria a las empresas que hacen lo correcto. Puede ser a través de incentivos económicos para aquellas que aplican la ley o aprobarles permisos de manera más expeditiva si hacen lo correcto. También es importante hacer cumplir las leyes, porque si no existen algunas penalidades la empresa puede plantearse para qué invertir en algo que no le implica un rédito económico instantáneo.

P.: ¿Cuál es el principal problema ambiental que enfrenta el mundo?

K. M.: Hemos hablado de muchos temas de manera muy general como ha sido el cambio climático, pero me parece que hoy es importante hablar del poder de cada persona. Parece increíble con los cambios globales que estamos sufriendo que estemos hablando del poder de cada uno, pero en esta sociedad que es tan centrista tenemos que saber qué queremos transmitir. Necesitamos ciudadanos que sean activos, informados y que se comprometan.

P.: ¿Cómo se logra ver oportunidades en los retos ambientales?

K. M.: En principio la idea es que dejemos de hablar y empecemos a actuar. Hay oportunidades de negocios. Por ejemplo cuando llegó a Pennsylvania la primera empresa de equipamiento de energías renovables se instaló en una zona carbonífera donde mucha gente había perdido su trabajo en las minas y empezó a trabajar en este nuevo emprendimiento. El cambio en este caso fue real y palpable.

P.: ¿Hay empresas que están en contra del acuerdo de París?

K. M.: Hay muchas empresas en EE.UU. que han trabajando fuertemente en contra de todo lo que estamos tratando de hacer para prevenir el cambio climático. De hecho estas mismas son las que financian a supuestos “científicos” que dicen que el cambio climático no es tal. Este proceso no es algo fácil ni rápido, pero la idea es poner atención a las empresas positivas, en aquellas que creen que debemos hacer algo al respecto. Por ejemplo, General Electric dijo que no estaba de acuerdo con salir del tratado y anunció que iba a poner más inversión para eliminar los gases de efecto invernadero.

K. M.: Ahora estamos fuera, pero tenemos que utilizar el sistema para hacer cumplir las leyes vigentes y condenar a los responsables de los problemas ambientales. La gente tiene que hacer escuchar su voz, es lo más poderoso que tenemos. Hay cierta persona en EE.UU., un caballero (alusión a Donald Trump), que quiere cambiar las cosas pero le va costar porque la ciudadanía se va a hacer escuchar.