MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

“Guerra” contra los castores en Magallanes se hará en cuatro frentes

CHILE.- La destrucción del bosque de la zona a causa del animal suma pérdidas de casi 63 millones de dólares en 70 años, solo en Chile. Un nuevo programa nacional busca contener la amenaza y ensayar técnicas de erradicación.

“Nuestra marina, con el fin de enriquecer la fauna argentina, adquirió en Canadá 20 castores que realizaron un extraordinario viaje”, relata entusiasmado el locutor del capítulo 432 del noticiario semanal Sucesos Argentinos, realizado a fines de 1946. Los animales serían la base de una floreciente industria peletera.

La noticia, que puede verse en www.youtube.com/watch?v=84k72R4qfWU, es el punto de partida exacto de la colonización de castores de Tierra del Fuego. Hoy, 71 años después, esos 20 castores son más de 100 mil. La grabación, que muestra la liberación de los animales en el lago Fagnano (compartido con Chile) -ubicado al sureste de la Isla Grande de Tierra del Fuego-, luego de un viaje en hidroavión, fue hallada hace dos años y puso término a una serie de especulaciones sobre el origen de la invasión.

Antes de la evidencia audiovisual, se hablaba de que los primeros castores colonizadores habían sido una cincuentena; ahora se sabe que fueron mucho menos.

Actualmente, tanto Argentina como Chile han visto arrasados sus milenarios bosques de lenga de la zona por los descendientes de esos 20 “colonos”, que los usan para construir sus represas. Si por alguna razón los árboles se salvan de la acción del animal, mueren luego por las inundaciones que generan estos ingenieros silvestres. La plaga se ha expandido por toda la isla principal de Tierra del Fuego y adyacentes, incluyendo las que se encuentran en la orilla sur del canal Beagle, como Navarino. Luego de atravesar el Estrecho de Magallanes a fines del siglo XX, los castores amenazan con avanzar por el continente hacia el norte, pudiendo llegar a Aysén o incluso a Los Lagos, si fracasa su contención.

Un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Chile para el Ministerio de Medio Ambiente, calculó que el país ha perdido más de 62 millones de dólares por la biomasa forestal arrasada por el castor en los últimos 70 años y, anualmente, la pérdida suma 733 mil dólares más.

Distintas estrategias

Desde el mes pasado que está en marcha en Chile el proyecto del Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF) llamado “Fortalecimiento y desarrollo de instrumentos para el manejo, prevención y control del castor”. “Son cuatro pilotos los que van a ejecutarse”, detalla Felipe Guerra, su coordinador. “La idea es probar distintas formas de controlar al animal. No vamos a dejar en cero la población, pero sí propondremos la forma de hacernos cargo de él a futuro”.

Solo una parte del programa es la erradicación, pero el objetivo principal es generar marcos de gobernanza local relacionados con el control del castor y recuperar los ecosistemas que ha dañado, según explica Guerra.

Por eso, en cada uno de los sitios piloto elaborarán una línea de base, es decir, cuantificarán la cantidad e impacto de los castores y a partir de esa información instalarán trampas para capturarlos.

Las técnicas empleadas para eliminarlos serán sometidas a un protocolo ético, validado por la Unión Europa y Estados Unidos, para que el animal no sufra.

Buenos nadadores

Los dos pilotos que se realizarán en Tierra del Fuego estarán a cargo de la Wildlife Conservation Society (WCS). Uno será en el sector Valle de la Paciencia, del parque privado Karukinka, que justamente administra WCS. El otro se efectuará en la zona de Marazzi, que corresponde a terrenos ganaderos a orillas del Estrecho de Magallanes y casi frente a Punta Arenas.

Los otros dos pilotos tendrán lugar en el continente. Uno se efectuará en la laguna Parrillar, en la península Brunswick, al sur de Punta Arenas. En ese lugar fueron detectados castores a principios de los años 80, lo que reveló que estos animales fueron capaces de cruzar a nado el Estrecho de Magallanes.

Desde entonces y especialmente desde 1998, Conaf y el SAG han monitoreado y combatido su avance, por lo que hasta la fecha no se observan impactos tan grandes como en Tierra del Fuego.

No obstante, tampoco está claro que la amenaza haya sido contenida. De hecho, en 2013 fue denunciado un único ejemplar en el lago Balmaceda, 25 kilómetros al sur de Puerto Natales, en la provincia de Última Esperanza. Esto revela que el animal podría haber seguido desplazándose al norte del seno Otway. Por eso el cuarto plan piloto es, en realidad, un sistema de alerta temprana para esa zona.

Fuente: Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

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