Magalí de Diego – (Agencia CTyS-UNLaM) –Se puso en funcionamiento el primer generador de calefacción a partir de chips de biomasa de la Patagonia.
El proyecto toma los chips de residuos forestales o madera para generar agua para calefacción por radiadores y agua sanitaria (cocina, baño y ducha).
Esta propuesta tecnológica tiene un gran impacto social, ya que brindará soluciones a problemáticas concretas como la falta de energía a través del uso de residuos forestales, que hoy se queman a cielo abierto, lo que se traduce a un alto riesgo de incendios.
La función de la caldera –explican los ingenieros de bioenergía del CIEFAP a la Agencia CTyS-UNLaM- es generar agua caliente para calefacción y uso sanitario a partir de astillas o chips de madera. Este combustible en formato de astillas tiene un tamaño medio de 25x25mm y son acopiadas en un silo donde se las resguarda de la lluvia.
Para llevar las astillas desde el silo hasta la cámara de combustión de la caldera, se utiliza un tornillo transportador o chimango cuya velocidad de giro dependerá del requerimiento térmico del edificio que calefaccionara. Es decir, si se demanda más energía (calor), el tornillo se acciona a mayor velocidad, lo que implica la llegada de mayor caudal de astillas a la caldera y, por consiguiente, mayor producción de energía para calefacción.
Una vez en la caldera, las astillas son quemadas en una cámara de material refractario donde se realiza una combustión eficiente por medio de aire precalentado sobre la llama. Con este método se logran temperaturas de llama cercanas a los 1000 °C que permiten una combustión de alto rendimiento (90 – 94 %) logrando aprovechar un gran porcentaje de la energía contenida en la madera, superando ampliamente el rendimiento de las estufas convencionales.
Junto con su eficiencia, el automatismo es una de las características sobresalientes de la caldera, ya que una vez llenado el silo con astillas el equipo regula en forma totalmente autónoma su funcionamiento para satisfacer los estandares de confort térmico.
El artefacto ya fue probado con éxito en la ciudad de San Carlos Bariloche. El edificio elegido, perteneciente al Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), posee una superficie de 300 metros cuadrados cubiertos, calefaccionados mediante radiadores y por una caldera a gas de zepelín. Gracias a esta estructura, una conexión bastó para poner a funcionar la caldera a chips en el sistema de calefacción del edificio.
Por otra parte, la caldera funciona como un banco de pruebas que intentará ampliar su alcance de aplicación y promover una trama productiva de generación de chips de maderas y poner en valor el uso de dicha tecnología.
“Esta caldera es el producto de una serie de trabajos conjuntos entre el sector público y privado, donde el CIEFAP nos pone en un lugar protagónico dentro de la generación sustentable de energía para resolver la calefacción de nuestros edificios públicos”, expresó el secretario de Ciencia y Tecnología, Hugo Josserme.
El dispositivo es parte de una serie de proyectos que persiguen el objetivo de brindar soluciones a la falta de energía, las deficiencias en la aislación de los sistemas constructivos para aislante, las tecnologías asociadas al monitoreo de incendios forestales y el turismo, entre otras.