La famosa película se basaba en un repentino cambio climático debido a cambios en la Corriente del Atlántico Norte. Dos estudios científicos recientes confirman que esta corriente se ha desacelerado y esto podría desencadenar a largo plazo cambios en la temperatura y el nivel del mar.
Más de una década después del exitoso estreno de la película “El Día Después de Mañana” dirigida por Roland Emmerich, su argumento principal vuelve a estar en boca de la comunidad científica internacional.
La película mostraba un poco probable cambio climático que se producía en cuestión de horas, con un brusco descenso de la temperatura a nivel global y el inicio de una nueva glaciación por cambios en la Corriente de Atlántico Norte.
En las últimas semanas, dos trabajos publicados en la revista Nature confirman parte de lo relatado en la película de ciencia ficción, indicando que se produjo un debilitamiento de la Corriente de Atlántico y esto podría traer importantes desequilibrios a futuro.
¿Qué es lo que está sucediendo?
Ambas investigaciones demostraron que la corriente, cuyo nombre científico es circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC por sus siglas en inglés), ha disminuido en un 15% desde mediados del siglo XX.
Esta corriente en particular es la que lleva agua tibia desde el Ecuador hacia el norte del Atlántico, mientras que regresa el agua fría a través del océano profundo. La corriente es, en parte, la razón por la cual Europa Occidental disfruta de un clima templado, y los meteorólogos están vinculando los cambios en las temperaturas del Océano Atlántico Norte con las recientes olas de calor en Europa.
Otra consecuencia asociada es el posible aumento del nivel del mar en la costa este de Estados Unidos. Investigaciones anteriores demostraron que de 2009 a 2010, el nivel del mar en la región se elevó más de 12 cm repentinamente, en concordancia con un movimiento cada vez más débil del AMOC.
Discrepancias y coincidencias
La primera investigación, liderada por el University College London, apunta a una variabilidad natural a largo plazo. Los autores de este estudio, presentaron “evidencias paleo-oceanográficas” que demuestran que la corriente de convección profunda del AMOC ha sido inusualmente débil desde final de la Pequeña Edad de Hielo, en comparación con los 1.500 años anteriores. Los expertos sostienen en este nuevo estudio que el fin de la Pequeña Edad de Hielo estuvo marcado por una descarga de agua dulce del Ártico y mares nórdicos, lo que provocó la alteración del AMOC. No obstante, todavía no tienen claro si esa transición ocurrió de manera rápida o a través de un proceso más gradual durante los últimos 150 años.
La segunda investigación fue desarrollada por el Instituto Potsdam de Análisis de Impacto Climático (Alemania). Identificaron una “huella” que indica que la AMOC experimentó una desaceleración de unos tres “sverdrups” (unidad de medida del flujo de volumen por unidad de tiempo), es decir, de casi el 15 % desde mediados del siglo XX. El cambio climático antopogénico es el “principal sospechoso” de ese debilitamiento que “puede tener efectos importantes, especialmente en el clima Europeo”, según un comunicado de la española Universidad Complutense, una de las participantes en el estudio.
Ambos estudios difieren en la cronología de la desaceleración de la AMOC, debido, según algunos autores, a los matices que contiene la propia definición de este sistema de corrientes. En un artículo que acompaña a los dos trabajos, Summer Praetorius, del US Geological Survey de California, opina que, “al menos desde el punto de vista científico”, las partes coinciden en que el “AMOC moderno” se encuentra en “un estado relativamente débil”.
Fuente: https://www.meteored.com.ar/noticias/actualidad/-el-dia-despues-de-manana-tenia-razon-.html