El proyecto, que reveló a la agencia Télam la gobernadora fueguina Rosana Bertone, propone anexar otras tres áreas terrestres y dos marinas del lado argentino, nacionales terrestres y uno marino del lado chileno.

Además, se sumaría el Parque Nacional Marino Yaganes (Banco Burdwood 1 y 2) y el Santuario de la Ballena Azul, en ambos casos todavía por crearse aunque ya cuenta con un proyecto de ley presentado en el Congreso.

Por Chile, se incorporarían al “Parque de la Paz Bioceánico” el Parque Nacional Kaweskar, creado por decreto presidencial el 29 de enero de 2018, el Parque Nación que funciona desde 1965 y el Parque Marino Cabo de Hornos, creado por la expresidente Michelle Bachelet en febrero de este año.

“Es algo que veníamos trabajando con la Gobernadora (Rosana Bertone), no es un parque nacional compartido con Chile, es un parque binacional que lo que hace es compartir los planes de manejo del área del Parque Nacional Tierra del Fuego y el Parque Nacional Yendegaia”, aclaró el secretario de Medio Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la Provincia, Mauro Pérez Toscani.

El funcionario precisó que “no se va a crear un área nueva, pero en este parque binacional que es el proyecto, unir los planes de manejo de los dos parques, también generar en el extremo este de la provincia el Parque Provincial Península Mitre que es algo que viene trabajando mucha gente de Tierra del Fuego, ONGs y Universidades junto a otras asociaciones”.

En este orden sostuvo que “de esta manera lo que se busca es unir estos proyectos y generar entre el extremo oeste y este de la provincia, un corredor biológico sobre las altas cumbres de la Cordillera de Ushuaia que una estas dos áreas protegidas, el parque binacional que ya son dos parques creados y se trabaja en la unión de planes de manejos”.

Respecto a los planes de manejo indicó que “se refiere a información, señalética, trabajo en conjunto de lo que es especies exóticas invasoras”.

“Si lo miramos en el mapa sería todo un corredor biológico que tendría su gemelo sobre el mar, con la unión de lo que es nuestra reserva marina, el área protegida Yaganes que impulsa el Gobierno Nacional, pegado al Parque Marino Cabo de Hornos que es de Chile, por eso hablamos de una reserva oceánica binacional”, explicó Toscani.

En relación a esto detalló que “cuando hablamos de la gestión conjunta de los planes de manejo no hablamos de cuestiones ni de soberanía ni migratorias, ni cuestiones de fronteras, eso no está dentro del proyecto. De lo que hablamos es de un manejo conjunto de los planes de manejo a nivel biodiversidad”.

Consultado sobre los cuestionamientos que surgieron a la iniciativa, el secretario mencionó que “cuando alguien cuestiona si se va a entregar la riqueza del Parque, tendríamos que ver qué riqueza del Parque y a quien se va a entregar, porque los únicos usuarios del Parque son los turistas, la frontera sigue existiendo y si se genera un paso será con toda la normativa de migraciones que tiene cualquier paso de la Argentina”.

“Lo que estamos hablando de compartir el cuidado de la biodiversidad y generar un corredor que nos permita que el turista llegue por Chile y atraviese toda la provincia en diferentes áreas naturales protegidas”, afirmó.

Asimismo remarcó que “eso va a generar mayor cantidad de días de estadía en la provincia, generando mayores recursos que quedan en la provincia, no estamos hablando de cuestiones de soberanía”.

Finalmente mencionó que “el proyecto surge también con el objetivo de celebrar la paz entre dos países que en algún momento tuvieron varios conflictos, celebrar la paz transformando las fronteras que alguna vez fueron la disputa que podían generar una guerra en una cuestión de la biodiversidad y de los recursos, nos parece la mejor manera de festejar que haya paz entre dos países”.

“Es algo que se viene haciendo en varios países, en África se está haciendo en lugares donde han tenido problemas entre diferentes etnias, pero que a la hora de conservar los recursos y la biodiversidad logran llegar a acuerdos y generan este tipo de parques binacionales, en nuestro caso biocéanicos porque comunican con sus ecosistemas a los dos océanos, y algo fundamental que tenemos en Tierra del Fuego es que vivimos en una isla que compartimos con otro país con una frontera imaginaria”, cerró.