“Todo se puede reciclar”. El principio que promueven los ambientalistas tiene derivaciones inesperadas. ¿Cómo se transforma el resultado de un operativo de control policial en una máquina de cortar césped? La Municipalidad de La Plata decidió compactar casi 1.500 motocicletas secuestradas por infracciones de tránsito o verificaciones viales que permanecían arrumbadas en un galpón cerca del centro de la capital provincial.
Pero antes del destino final, algunas motopartes pasarán por un taller que funciona en la cárcel para transformarlas en cortadoras de pasto y motoguadañas que se utilizarán para el mantenimiento de espacios públicos.
El municipio a cargo de Julio Garro (Cambiemos) avanza con el proceso de “limpieza” en el predio de 20 y 50, cerca del centro de la ciudad, donde hasta hace unos días permanecían en custodia las motos que sus dueños no pasan a retirar.
Compactan motos y partes del motor las usan para hacer cortadoras de césped.
El año pasado se destruyeron 800 y ahora con la compactación de otro millar y medio las autoridades buscan liberar espacio y reducir “el riesgo ambiental”. Además, queda lugar para ubicar las motos que son secuestradas por circular de manera irregular por las calles platenses. “Un promedio de cuatro por día. De las cuales casi el 80% nunca se reclaman”, explicaron los funcionarios.
“Son vehículos incautados que en muchos casos llevan años, es material desechable, y el espacio está completo necesitamos hacer lugar”, dijo Roberto Di Grazia, a cargo de Control Ciudadano.
Las unidades que pasan por la compactadora son las que cumplieron el plazo legal (seis meses) para que sus dueños las retiren y no lo hicieron. Cuando eso ocurre, y no hay respuesta a las notificaciones correspondientes, la Municipalidad puede disponer de ellas.
Los inspectores de Control Ciudadano secuestran en los diferentes operativos de control unas 150 motos por mes, de las cuales los propietarios retiran aproximadamente 20 y el remanente se acumula en el playón ubicado frente al parque Islas Malvinas de La Plata.
La comuna firmó un convenio con el ministerio de Justicia para que una parte de las motos secuestradas se entreguen al Servicio Penitenciario. Van a los talleres que organiza y dicta la Confederación General Empresa de la República Argentina (Cgera) en la Unidad Penitenciaria Nº 1, de Lisandro Olmos. Allí, los internos con buena conducta, aprenden conceptos y técnicas de reciclado. Como convertir una moto en cortadoras de césped o bordeadoras, que pueden ser utilizadas en los pabellones internos del penal o ser donados a instituciones de bien público e instituto de menores.
El convenio se firmó hace poco más de diez días y esta semana se entregaron las primeras 100 motos. La conversión se hace a partir del uso de piezas mecánicas de los motores.