Viedma.- El 5 de junio del año de 1972 dio inicio en Estocolmo la conferencia de las Naciones Unidas, cuyo tema central fue el Ambiente.
Es por este hecho que desde el año siguiente se conmemora este día como el Día Mundial del Medioambiente. Como siempre, es importante saber cómo se llegó hasta ese día y por qué se tomó la decisión de realizar esa reunión.
El problema de la relación entre el ambiente y el ser humano siempre fue complejo; se pueden citar mitos griegos, volcanes en el imperio Romano, la Biblia, América, pero la revolución industrial y los avances tecnológicos alcanzados después de la Segunda Guerra Mundial hicieron que esta relación se tornara extremadamente desventajosa para una de las partes.
No fue hasta la aparición de los libros de Aldo Leopold – como “El almanaque del condado Arenoso”- y de la extraordinaria Rachel Carson –“Primavera silenciosa”- que nos dimos cuenta de que esta “derrota” de una de las partes, era un problema para ambas partes. La primavera se había quedado sin pájaros por el uso de agrotóxicos en los campos, cosa que mataba no solo pájaros sino también a los humanos. Vale recordar que, gracias al accionar de Carson, se prohíbe el uso de DDT y otros pesticidas en Estados Unidos. Luego de una lucha de muchos años, poco después de lograr la prohibición, el mismo Carson muere de cáncer.
Estos pioneros hicieron que las Naciones Unidas tomaran en agenda el problema e instauraran el Día Mundial del Medioambiente.
De esto han pasado más de 40 años y la disputa por una primavera con o sin pájaros sigue abierta, ya que las formas de ver el desarrollo, de pensar un campo sin tóxicos, de entender la relación del hombre con el ambiente, son disputas actuales. De lo que podemos estar seguros es que visibilizar estas disputas, ser partes de las mismas, avanzar en la formación de profesionales críticos y aportar herramientas para modificar el rumbo, son las cosas que definirán el camino. Es así, que este día nos encuentra formando parte de una carrera que tiene que ser parte de estos procesos que definirán el futuro.
Fuente: Universidad Nacional de Rio Negro-Sede Atlántica