“La localidad fue creciendo y las chancherías, como les decíamos antiguamente, quedaron dentro del ejido urbano. Eso representa un problema para ellos y para el resto de la población”, agregó Ricardo Re, en diálogo con LA ARENA.
El entrevistado también se refirió a las iniciativas que vienen debatiendo en común con el municipio piquense dentro de una mesa interdisciplinaria, pensando en la salud de la población y el cuidado ambiental. En ese marco se analizó la situación de algunos emprendimientos productivos, como los de porcinos, que pueden generar contaminación de las napas, olores molestos y otro tipo de problemas.
Re señaló que hubo varias reuniones para definir cómo actuar y se determinó primero capacitar a los productores porcinos, en colaboración con el municipio, Senasa y el Colegio de Médicos Veterinarios, y el siguiente mes se espera hacer una convocatoria para todos los afectados considerando la reglamentación vigente y los requisitos que se van a exigir para el funcionamiento de los criaderos.
Asimismo indicó que será un asesoramiento necesario para quienes están ahora en el ejido urbano y para otros productores que por el crecimiento de la ciudad pueden quedar a futuro ubicados en un área poblada.
“Delimitar bien las distancias seguras es algo necesario”, destacó Re, porque “hay sustancias asociadas a la producción, como los residuos, que pueden ser tóxicos”.
“Es posible que la zona de resguardo se extienda un poco más, porque además de la situación con los criaderos de cerdos y otras producciones intensivas también tenemos el problema de las aplicaciones de agroquímicos”, explicó.

Soluciones.
El ingeniero destacó que los temas ambientales se consideran tanto por el crecimiento de la ciudad como por la necesidad de pensar a largo plazo, y destacó que en la agricultura y la ganadería se está haciendo un llamado para manejos sustentables y con conciencia medioambiental.
Entre residuos de origen animal y agroquímicos quizás la gente tiende a dar más importancia a los componentes de tipo artificial, pero Re advirtió que en el colectivo popular hay desinformación e ideas erróneas porque toda sustancia, sea un agroquímico o un desecho de la ganadería, puede ser tóxica dependiendo de las dosis o cantidades que se viertan al ambiente. “Quizás lo que faltó es conciencia, y es un tema social que se debe solucionar en el corto plazo para aliviar los problemas agudos y pensar también en los que puedan surgir más adelante”, concluyó.