Los guacamayos son tan hermosos como especiales. Lamentablemente su vistoso plumaje ha sido una de las causas por las que los humanos los han perseguido desde tiempos históricos; tanto es así, que el guacamayo rojo o “guaá-pytá’’, desapareció de la Argentina.

Aunque a nivel global el guacamayo rojo figura como una especie de “preocupación menor” dentro de la lista roja de la UICN (International Union for Conservation of Nature), en nuestro país, está catalogado como una especie “críticamente amenazada”.

Afortunadamente existen iniciativas que buscan restaurar a esta bella especie dentro de su hábitat natural. Uno de los mayores desafíos es ayudar a que un animal criado en cautiverio se adapte a su ambiente natural, donde la comida no llega sola y existen depredadores que ellos desconocen.

Si vos te estás preguntando cómo esto es posible, enterate cuáles son los pasos que se están llevando a cabo en la Reserva Natural Iberá, con la colaboración de la ONG The Conservation Land Trust (CLT) y Kinder Natoons, para recuperar en a esta “joya del aire”.

¿Cómo se pasa del cautiverio a la libertad?

El proyecto comienza en el Complejo Ecológico Aguará, en la provincia de Corrientes, donde se reciben los guacamayos rojos de diferentes zoológicos y centros de cría del país. Aquí reciben los chequeos sanitarios que necesitan para descartar enfermedades que puedan incorporar al ambiente silvestre una vez que sean liberados.

Después de esta cuarentena se les coloca un transmisor de radio para su monitoreo en el campo de liberación. Este pequeño collar VHF pesa 15 gramos y es de suma importancia para localizar a los guacamayos de forma precisa.

El periodo de aclimatación se lleva a cabo en la zona de Cambyretá y es clave para el éxito de este proyecto, porque en esta etapa se les enseña a los guacamayos a responder órdenes básicas y, una vez que se conoce el sexo de cada individuo, se forman las parejas. Además, se les enseña habilidades que necesitan para vivir en la naturaleza como alimentarse de frutas nativas y reconocer potenciales depredadores.

Antes de la liberación, los guacamayos pasan por una jaula especial de 25 metros de largo donde se los entrena para volar (ya que muchos de ellos no lo hacen o lo hacen muy mal debido a sus condiciones de cautiverio). Con el paso de los días, los vuelos aumentan de longitud y poco a poco se les deja salir del túnel.

Cuando el personal del proyecto considera que los guacamayos han cumplido con el proceso de reinserción, las aves son liberadas del jaulón, pero permanecen monitoreados para comprobar que se han adaptado al hábitat de manera satisfactoria.

¿Por qué es importante la reinserción del guacamayo?

Los esfuerzos de CLT y Kinder Natoons van más allá del simple hecho de salvar a la especie: este proyecto reconoce que los guacamayos tienen un rol vital dentro de su ecosistema y son parte de un gran rompecabezas que necesita estar completo para funcionar.

Los guacamayos son clave para controlar los frutos y semillas del hábitat. Representan un atractivo turístico que puede contribuir al desarrollo de las comunidades locales y con su recuperación se refuerza el valor cultural de los correntinos.

Y después de este gran esfuerzo, ¿cómo va el proyecto?

Aunque por el momento todavía no hay guacamayos nacidos en libertad, el proyecto ha demostrado ser un éxito. Aquí algunos números interesantes, hasta mayo de 2018:

• Hay un total de 10 guacamayos libres, 2 en entrenamiento y 4 a punto de salir de cuarentena para llevarlos a Cambyretá.
• De las 5 parejas liberadas, 3 ya están instaladas entre 3 y 5 km de la zona de liberación y son muy independientes. Se espera que las otras 2 parejas nidifiquen por su cuenta y terminen con la alimentación complementaria.
• Hay 1 pareja más que todavía está en el túnel de vuelo, pero han comenzado las liberaciones progresivas. En cuarentena se encuentran 2 parejas que están listas para llevarlas al centro de entrenamiento.

¿Qué podemos hacer para ayudar?

No cabe duda que los esfuerzos han rendido frutos, pero hay mucho trabajo por hacer y nosotros podemos formar parte de esta iniciativa. Si estás interesado en cuidar de esta camada podés contribuir con la promoción de avistaje de animales en libertad, además de cuidar los ecosistemas del país y evitar la compra de fauna silvestre.