La ruta tiene una extensión de 20.000 kilómetros. La misma pudo realizarse gracias a un profesor de química que descubrió una fórmula para reciclar los desechos plásticos como material para pavimentar calzadas.
Mientras la comunidad internacional trata de buscar remedios sostenibles para reducir el uso del plástico, principal batalla medioambiental de este siglo junto al cambio climático, un desconocido profesor de India puede haber dado con la solución definitiva. En enero de este año, el doctor Rajagopalan Vasudevan recibió el mayor de los honores civiles del país, el Padma Sri, por sus investigaciones para el reciclado de los desechos plásticos como material para pavimentar calzadas. Hasta ahora, 20.000 kilómetros de la red nacional de carreteras se han construido gracias al modelo de este investigador obsesionado con reutilizar el plástico.
Gobiernos locales de todo el mundo, incluidas ciudades indias, han prohibido la venta y uso de ciertos plásticos. Reducir su producción actual es esencial —hasta 1950 solo se generaban dos millones de toneladas mundiales, mientras que se han superado los 300 millones en esta década— pero no es menos importante buscar formas de reutilizar los miles de millones de toneladas ya existentes que tardarán siglos en descomponerse. Partiendo de esa premisa, este profesor de química del estado de Tamil Nadul, al sur de India, empezó a investigar los posibles usos de este material; allá por 2001.
“Nosotros somos el problema. El plástico no bloquearía océanos y basureros si nosotros no lo tirásemos. En cambio, es mucho lo que podemos hacer con él”, explicaba a The Guardian. Experimentando en los talleres del Colegio de Ingeniería de Thiagarajar, en Madurai, el investigador encontró que, en su estado líquido, el plástico tiene excelentes propiedades aglomerantes. Exactamente como el betún que se mezcla con gravilla para el asfaltado de las carreteras, pero más resistente. Los primeros 20 metros de pavimento que fabricó con la mezcla de plásticos triturados dentro del campus lucen con su brillo similar al del confeti desde 2002. Además, su invención no solo es una solución prometedora para una crisis medioambiental de escala global, sino que brinda alternativas a problemas particulares del país asiático.
La súbita eliminación de la producción, comercialización y uso de plásticos en India pone en riesgo el medio de subsistencia de familias empobrecidas, dedicadas durante generaciones a la colecta manual de desechos. Su nuevo uso, sin embargo, asegura trabajo para muchos de esos traperos. Al mismo tiempo, la resistencia del material final soluciona la fragilidad de las calzadas que conectan al gigante asiático; el segundo país con la mayor red de carreteras del mundo y uno con los de más siniestralidad. En octubre de 2017, el gobierno central anunció que invertiría en el invento del profesor Vasudevan para reducir los baches del asfalto, que generan el 10% de los accidentes de circulación de India, cifrados en medio millón según las autoridades.
Desde entonces, alrededor de 16.000 kilómetros de carreteras se han construido en el estado de Tamil usando la nueva mezcla. Y el gobierno central ha autorizado la pavimentación de otros 13.000 kilómetros; de los que ya se han completado unos 8.600. Además, el uso de plásticos para este asfalto reduce la cantidad de betún necesario en un 8%, abaratando los costes de producción. Mientras un kilómetro de carretera convencional requiere 10 toneladas de betún; con la mezcla de Vasudevan, cada 9 toneladas de betún están revestidas por una tonelada del plástico procedente de desechos.
“Si [esta tecnología] es seriamente adoptada en todas las ciudades […], hay potencial para conseguir la eliminación casi completa de los basureros, dejando pocos desechos finales”, explica Almira Patel, miembro del Comité para el Tratamiento de Residuos del Tribunal Supremo de India. Algunos ambientalistas han sugerido que la quema de los plásticos para la mezcla podría ser dañina para la salud. Sin embargo, el propio Vasudevan aclara que el material usado se moldea a temperaturas de 170º, mientras que se requieren 270º para que la descomposición del plástico genere humos tóxicos y nocivos.
Sus soluciones medioambientales no acaban ahí. Vasudevan ha creado un material de construcción ecológico fundiendo desechos plásticos y grava con materiales como piedra caliza, residuos de cerámica y granito. Bautizado por él mismo como plastone (combinación de plástico y piedra en inglés), cada uno de los bloques de este material requiere cerca de 300 bolsas y entre 4 y 6 botellas de plástico; hasta un 40% más que el usado para el asfalto. No solo consume más residuos, sino que también es más barato ya que el coste de producción de una losa de un metro cuadrado de este material es de 100 rupias (1,2 euros). Así, Vasudevan solo ha necesitado unos 75 euros para construir un cuarto de baño entero. Según él, su plastone también se podría usar para pavimentar aceras; reemplazando al cemento y multiplicando aun más los posibles usos del plástico reciclado.
Fuente de la Información: El País