The Ocean Cleanup, una organización fundada por el innovador holandés de 24 años Boyan Slat, lleva cinco años tratando de crear un sistema que pueda limpiar el plástico de los océanos del mundo.
Por fin está en el agua.
Hay una cantidad asombrosa de plástico en los océanos y esa cantidad crece cada día. Al menos 8 millones de toneladas de plástico se vierten al mar cada año, un número que se considera una estimación baja, ya que no incluye escombros comunes como las redes de pesca. A medida que esta basura se descompone en trozos cada vez más pequeños, gran parte de ella es transportada a una de las cinco regiones oceánicas masivas, donde el plástico puede estar tan concentrado que las áreas han ganado nombres como el del Gran Parche de Basura del Pacífico.
El sábado, la organización de Slat comenzó el viaje al mar con su primer arreglo oficial de limpieza de plástico de 2.000 pies de largo, el Sistema 001. El barco, el Maersk Launcher, remolcó el dispositivo a través de la bahía de San Francisco bajo el puente Golden Gate, en ruta a un lugar de pruebas finales. Si todo va bien, se dirigirán al Great Pacific Garbage Patch, donde la tripulación de limpieza espera que el primer sistema sea capaz de recolectar 50 toneladas de plástico en su primer año.
Slat y sus colegas esperan que las matrices de recolección de plástico de The Ocean Cleanup puedan, al menos, ayudar a eliminar los grandes escombros. Dicen que sus modelos muestran que con un despliegue completo de 60 matrices, podrían ser capaces de eliminar el 50% del plástico de la región de los parches de basura en un plazo de cinco años.
Pero hasta ahora, su tecnología aún no ha sido probada, y nadie sabe con seguridad si funcionará.
El plan de limpieza del océano es una inspiración para muchos.
Pero también ha recibido críticas significativas de miembros de la comunidad científica que estudian los plásticos. Esos investigadores dicen que el sistema puede no ser efectivo ya que no puede alcanzar la mayoría de los plásticos del océano, que han comenzado a romperse en pequeños pedazos y hundirse en las aguas. Temen que pueda tener impactos negativos en la fauna marina, que pueda ser destruida por las duras condiciones del océano, o que pueda ser una distracción para detener el uso general de los plásticos y la gestión que les impide entrar en el océano en primer lugar.
Slat dice que detener la contaminación plástica tiene que ser una prioridad mundial, pero que creen que también hay que hacer la limpieza de lo que está ahí fuera. Sin embargo, sabe que el mundo y la comunidad científica están observando cómo el sistema comienza su primera prueba real.
“Todavía no se ha probado la tecnología y en los próximos meses, tiene que hacer lo que tiene que hacer”, dijo a Business Insider. El grupo ha realizado modelos y simulaciones y ha probado sistemas en el agua, pero esta es la primera vez que se ensambla un conjunto de tamaño completo y se espera que funcione en el Pacífico.
Como dijo el sábado, “las modelos son modelos”. Útiles, pero todavía no son demostraciones perfectas de la realidad.
“Serán seis meses emocionantes”, dijo Slat.
Así ha sido el despliegue inicial.
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