Cabandié recordó en el encuentro las palabras del presidente Alberto Fernández en la Cumbre del G20, y afirmó: “Para poder sortear la crisis generada por la pandemia tenemos que diseñar y suscribir un gran Pacto de Solidaridad Global bajo el principio de que nadie se salva solo”. También reiteró que “el momento de actuar es ahora, en base a responsabilidades comunes pero diferenciadas, garantizando una transición justa hacia un nuevo modelo de desarrollo sostenible”.
Además, el ministro argentino explicó: “Tenemos como objetivo fortalecer la mirada ambiental en la agenda regional”, indicó que es importante “contar con acceso a nuevos y mayores volúmenes de cooperación y financiación internacional para los países en desarrollo” y que “se necesita un mayor esfuerzo de los países desarrollados”. A la par, aclaró que “este financiamiento debe ser para economías reales, para lograr la sostenibilidad ambiental, económica y social”.
Cabandié también destacó su convicción en dirigir los esfuerzos “hacia la defensa del ambiente y los derechos humanos”; y finalmente aseguró: “El planeta nos dice basta. Tenemos un gran desafío: trazar el camino hacia una transición justa, donde la agenda productiva y la ambiental se reescriban en el mismo lado de la página. Lo ambiental no es un obstáculo para el desarrollo, es parte de la solución”.
Esta conferencia fue impulsada por la Secretaría General Iberoamericana, que está conformada por Argentina, Andorra, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Uno de los propósitos de la reunión —celebrada 11 años después de su última edición en Santiago de Chile en 2009—, fue transmitir un mensaje regional de trabajo conjunto y de posiciones consensuadas para elevar una agenda ambiental a la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno. Por eso se aprobó una declaración ministerial a presentar en dicho encuentro, que se prevé que se realice el año próximo en Andorra.
En la declaración se reconoce la dimensión medioambiental, junto con las dimensiones económica y social, como pilar del desarrollo sostenible. Además, el documento postula que el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad son dos de los más urgentes desafíos para la humanidad y el planeta. En tal sentido, se asume como imprescindible el hecho de acelerar la acción climática en materia de mitigación, adaptación y acceso a los medios de implementación. También se reconoce la necesidad de reducir el impacto en adultos mayores, personas con discapacidad, comunidades locales, pueblos indígenas y afrodescendientes, así como el respeto de los derechos humanos fundamentales.
Por otra parte, el texto plantea que las mujeres y las niñas sufren de manera agudizada el deterioro de las condiciones ambientales. Y finalmente el documento propone reevaluar nuestra relación con la naturaleza y repensar patrones de consumo y producción, fortaleciendo el uso sostenible de los recursos.
El encuentro también sirvió para generar un ámbito de intercambio entre pares y la posibilidad de iniciar nuevos impulsos de cooperación bilateral y regional.
En la reunión participó Florencia Gómez, subsecretaria Interjurisdiccional e Interinstitucional de la cartera ambiental argentina.
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación