Argentina cuenta con 120 especies de aves silvestres en peligro de extinción y el Día Nacional del Ave busca crear una mayor conciencia de protección en la población.
En 1982 la organización Aves Argentinas estableció el 5 de octubre como “Día Nacional del Ave” con el objetivo de promover una fecha para la reflexión y la acción concreta relacionada con la protección de estas especies en nuestro país.
La celebración recuerda a San Francisco de Asís, reconocido como Santo de la Naturaleza, y quien según cuenta la tradición conversaba con los pájaros.
En 1928, la misma organización dedicada a la ornitología ya había declarado al hornero como Ave Nacional. El ave de la patria, que mide unos 20 centímetros y es de color pardo terroso, ganó su distinción luego de resultar elegido en una encuesta por, entre otros motivos, los nidos de barro que construye en postes de alambrados, aleros de casas y salientes por todo el país.
Aves emblemáticas
Argentina alberga algo más de 1000 especies de aves, aproximadamente el 10% del total de especies del mundo. Muchas de ellas ilustran los emblemas de los Parques Nacionales. Aquí, algunos ejemplos para que prestes atención y puedas avistarlas en tu próximo viaje:
En el sureste de la provincia de Jujuy, recorriendo el Parque Nacional Calilegua encontramos al burgo (Momotus momota) que llama la atención con el movimiento pendular que realiza con su cola, que culmina en forma de palmetas. De pico aserrado, frente celeste, corona negra, nuca violeta y dorso verde amarillento, ilustra el emblema del área protegida.
En la misma provincia, a 3.600 metros de altura, Laguna de Los Pozuelos es el hábitat de miles de flamencos y otras aves acuáticas, lo que le valió recibir el título de Sitio RAMSAR y Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA). Declarado Monumento Natural, este espejo de agua es uno de los principales sitios invernales para el flamenco andino o parina grande (Phoenicoparrus andinus).
En el centro del país, el Parque Nacional Quebrada del Condorito conserva el sitio más importante de cría de cóndores (Vultur gryphus) fuera de las Cordillera de los Andes. El cóndor habita en terrenos montañosos y planea en corrientes de aire, pudiendo llegar a más de 8000 metros de altura; se alimenta de carroña y nidifica en huecos o cuevas en las rocas.
En los márgenes del área protegida emplazada en la Pampa de Achala, en la provincia de Córdoba, desde los miradores del Balcón Sur y el Balcón Norte puede observarse el sorprendente vuelo de estas aves.
Hacia el sur del país, entre los arbustos que pueblan los caminos del Parque Nacional Lihué Calel, en la provincia de La Pampa, maravilla por sus rápidas carreritas el gallito copetón (Rhinocrypta lanceolata), un ave que es común avistar en bosques bajos y estepas.
En la Patagonia cordillerana, el Parque Nacional Laguna Blanca fue creado en 1940 para la protección del robusto y estilizado cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), presente en el emblema del área protegida ubicada en la provincia del Neuquén. Se trata de una especie que generalmente nada en aguas abiertas, sumerge la cabeza y cuello en el agua para comer, aprovechando lugares profundos, y es protagonista, en el inicio de la primavera, de un llamativo cortejo donde macho y hembra entrelazan sus cuellos, símbolo de su período de reproducción.
La Patagonia Austral es la región donde encontramos, entre otras áreas protegidas, el Parque Nacional Patagonia, hogar del macá tobiano (Podiceps gallardoi), especie exclusiva de la provincia de Santa Cruz. Este endemismo nidifica en las mesetas de altura y migra para pasar el invierno en los estuarios de los ríos Coyle, Santa Cruz y Gallegos.
De norte a sur, Argentina cuenta con diversos y siempre increíbles paisajes donde los apasionados por las aves encontrarán cientos de opciones para conocer y reconocer especies emblemáticas.