Chubut.-Los recientes hechos ocurridos en la playa Isla Escondida no hacen otra cosa que reflejar una problemática que viene ocurriendo año tras año en muchas playas de la extensa costa de la Provincia del Chubut. | Por Víctor Fratto para EL CHUBUT.
Por Víctor Fratto, Especialista en Áreas Protegidas, Comunicación Estratégica y Desarrollo Sustentable, para EL CHUBUT.
Los recientes hechos ocurridos en la playa Isla Escondida no hacen otra cosa que reflejar una problemática que viene ocurriendo año tras año en muchas playas de la extensa costa de la Provincia del Chubut.
Un fin de semana caluroso y con cielo despejado sacó a la luz una de la peores facetas del ser humano, la desaprensión, la falta de solidaridad y de respeto que algunos tienen hacia el ambiente y las demás personas que también intentan disfrutarlo.
La basura que cada individuo no se lleva de regreso a su hogar y en vez de eso la deja en una bolsa (en el mejor de los casos) detrás de una planta es solo una parte del problema, ya que hay que sumarle la basura que llega desde el mar y la que ya está sumergida y no vemos.
La acumulación de residuos en los mares, principalmente plásticos, es uno de los problemas más graves que estamos atravesando desde el punto de vista ambiental. Claro que el “punto de vista” que por lo general tenemos del mar, desde la costa, nos impide ver qué está sucediendo bajo la superficie.
ESTAMOS COMIENDO PLÁSTICO
Cuando los plásticos llegan al agua, de acuerdo a su estructura (dureza, densidad), más tarde o más temprano se irán degradando en partículas más pequeñas llamadas microplásticos. Estos son ingeridos por peces, moluscos y crustáceos marinos que a su vez incorporan los microplásticos a nuestra dieta.
Ya en nuestro organismo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “se cree que solo las partículas más pequeñas (1,5 micras o inferior) penetran en los capilares de los órganos y el resto se excretan”, pero advierte de la sospecha de que muchos de estos aditivos plásticos puedan causar desórdenes a nivel endocrino y los contaminantes tóxicos absorbidos por los plásticos puedan liberarse.
Un informe de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) sobre el impacto de los plásticos en el sistema inmunitario, revela que el plástico puede causar estrés oxidativo y cambios en el ADN.
De a poco iremos incorporando plástico a nuestra dieta.
PLASTIFICANDO NUESTRAS COSTAS
La Provincia del Chubut tiene una costa que se extiende por 593 km. Comienza en el paraje de Puerto Lobos y termina cuando se alcanza el paralelo 46 sur (punto más cercano Playa con varias denominaciones, La Herradura, Bonita, Ramón Santo, Comisaria el Límite).
En los últimos años se han realizado varias campañas de limpieza de playas, algunas lideradas por el Ministerio de Ambiente provincial, organismo que además de participar en la recolección, ha sumado un procedimiento más que importante: el censo de basura. Esto es, clasificar lo recolectado según el material que lo compone y su origen. Así se ha podido determinar que en las 25 playas relevadas, el 66% de lo colectado fueron residuos sólidos urbanos (RSU) y el 34% residuos de la actividad pesquera (RAP).
Entonces, cuando nos alarmamos porque aparecen cajones de pesca en las playas, lo cual es terrible y tiene que dejar de suceder, pensemos que por cada kilo de basura que proviene de la pesca, hay dos kilos que llegaron a la playa porque la arrojó la gente.
Las playas en las que se recolectaron el 80% de los RSU fueron: Larralde, Playa Galesa, Isla Escondida y Puerto Melo y el 80% de los RAP fueron colectados en Bahía Cracker, El Sombrerito, El Pedral y Puerto Melo.
RAP: residuos de la actividad pesquera, RSU: residuos sólidos urbanos. Fuente: Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable.
UNA CUESTIÓN DE ACTITUD
La basura es un problema, nuestro problema. Si somos parte del problema, por qué no ser parte de la solución. No podemos esperar que todo lo solucione el Estado, ya sea nacional, provincial o municipal. No podemos dejar una bolsa de residuos en medio de la nada, a kilómetros de la ciudad, pensando que alguien la va recolectar.
No podemos ver un tacho de basura en la playa que está repleto y seguir sumando basura esperando que por la Gracia Divina la basura del fondo desaparezca y así podamos seguir tirando. Deberíamos llegar al punto en que ya no haya depósitos para residuos en nuestras playas y que cada uno de los que disfrutamos de estos lugares, al terminar la jornada regresemos a nuestras casas con “nuestra basura”.
El día que logremos esto, estaremos dando un paso más que importante en el cuidado del ambiente que le dejaremos a nuestros hijos
Fuente: Diario El Chubut
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