Corea del Sur.-Están en Corea del Sur, Abu Dhabi y Portugal, y contarán con tecnología capaz de manejar numerosas infraestructuras.
La idea de una “ciudad inteligente” despierta controversias. De hecho, ni siquiera hay una definición en la que todos coincidan. Para el Consejo de Ciudades Inteligentes, una agrupación de diversas empresas cuyo objetivo es alentar la propagación de estas tendencias, se considera ciudad inteligente a aquella donde la tecnología está incorporada de manera extensiva dentro de todas las redes de infraestructura de la ciudad, por lo general con la intención de lograr un funcionamiento más eficiente y sustentable. Así pueden aparecer, entre otras cosas, centrales de monitoreo de tránsito que buscan evitar embotellamientos, autos eléctricos que se recargan en estaciones completamente automatizadas, incorporación de paneles solares para generar energía limpia, etc.
Si bien esto ya es conocido, lo novedoso es que actualmente se están construyendo tres ciudades inteligentes en el mundo, donde el uso de la tecnología está presente desde su misma concepción. En ese sentido, el Distrito Internacional de Negocios Songdo (SIBD), en Corea del Sur; la Ciudad de Masdar, en Adu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos; y PlanIT Valley, en Portugal, están a la vanguardia de una ola que hace pie en prácticamente todo el mundo. Poniendo en práctica ciertos modelos e incorporando la tecnología adecuada, cualquier urbe puede llegar a ser “inteligente”, automatizando ciertas facetas de su desarrollo. En la región, Río de Janeiro presentó hace un par de años su Centro de Operaciones, un sistema centralizado provisto por IBM donde se congregan datos de alrededor de 30 agencias distintas en tiempo real. El gobierno porteño lanzó recientemente Data Buenos Aires, una base de datos compilada por diversos organismos públicos, la cual también puede abrir el camino para eficientizar el funcionamiento de algunas funciones urbanas.
Nueva Songdo
La ciudad de Nueva Songdo, más conocida como el Distrito Internacional de Negocios Songdo (SIBD), está ubicada en Corea del Sur, muy cerca de Seúl. El emprendimiento, que podría inaugurarse en 2015, costará 40 mil millones de dólares y se estima que eventualmente alojará a 500 mil personas. Cuando el proyecto arrancó en 2001, no había terreno disponible en la híperdensa Corea del Sur, y hubo que ganarle terreno al Mar Amarillo para poder proyectar los 53 km2 que comprende.
Songdo crece a un ritmo acelerado y, además de implementar tecnología, también alienta prácticas urbanas sanas, como el uso de la bicicleta y el transporte peatonal en lugar del auto. En 2016, se estima que habrá 400 edificios, incluido el rascacielos más alto de Corea. Habrá acceso mediante control biométrico (a través del uso de las huellas digitales), servicio de envío de cartas y paquetes totalmente automatizado y publicidad que se va adaptando en tiempo real a cambios que van ocurriendo en la composición demográfica de la audiencia. No habrá recolección ni contenedores de basura, ya que cada vivienda estará conectada a un sistema subterráneo que recolectará todos los residuos y los llevará a una planta procesadora, donde automáticamente se separará y se tratará de una forma sustentable y acorde con el ambiente. También habrá sensores para monitorear la temperatura, el uso de la energía y el flujo del tráfico, los cuales pueden, en teoría, pronosticar exactamente el momento en que un colectivo va a llegar a un determinado lugar. Songdo desarrollada por la empresa Gale International en sociedad con la firma coreana POSCO Engineering and Construction, y el plan maestro es del estudio Kohn Pedersen Fox.
Ciudad de Masdar
La Ciudad de Masdar se está haciendo en Abu Dhabi, y fue pensado como una forma de mostrar los avances que el gobierno estaba haciendo en cuestiones referidas a la fuentes de energía sustentable. Se espera que aloje a 40 mil personas de forma permanente, a los cuales se sumarían 50 mil más de los alrededores que llegarían de forma diaria para trabajar ahí. Está constituida por un núcleo de edificios bajos, atravesado por un parque lineal. En este caso, si bien se promete que tendrá todos los “gadgets” que se espera de un emprendimiento de este tipo, el énfasis va a estar puesto en lo que va a pasar en los espacios entre edificios. Allí habrá una infraestructura que podrá responder a las condiciones ambientales, regulando la ganancia solar y la humedad para lograr mayores niveles de confort en medio del desierto. Similar a un aeropuesto, habrá un sistema de transporte absolutamente eléctrico que recorrerá toda la ciudad y eliminará cualquier necesidad de auto personal. El master plan es del estudio británico Foster + Partners
PlanIT Valley
PlanIT Valley se está haciendo en Portugal, a un costo de 10 mil millones de dólares, justo afuera de la ciudad de Paredes. Tiene 6,7 km2 de superficie, pero apunta a tener una población de 225 mil personas, una densidad poblacional mayor que Mumbai, Karachi y Lagos. Todo su funcionamiento estará operada por un Sistema de Operación Urbana (UOS, por sus siglas en inglés), el cual manejará lo que ocurre dentro de todos los espacios de la ciudad: la utilización de la energía, la movilidad, los controles de acceso, el ocio y el entretenimiento. Dentro de este esquema centralizado, habrá numerosos sistemas que funcionen de manera automática: habrá sensores para que se apaguen los aires acondicionados cuando uno se retira de una habitación, y los autos gravitarán solos a los espacios de estacionamiento vacíos. Tendrá 100 millones de sensores, recolectando todo tipo de información disponible hacia el UOS. PlanIT Valley está siendo desarrollada por la empresa suiza Living PlanIT, con la colaboración de Microsoft, la unidad de Ciudades Inteligentes y Conectadas de Cisco Systems y la consultora de ingeniería Buro Happold.
Esta tendencia también tiene sus críticos. Para el geógrafo y urbanista catalán Jordi Borja, hablar de ciudades inteligentes implica asumir que antes eran “tontas”, y que todo es parte de una movida publicitaria que antes intentó comercializar la ciudad “competitiva” o la “creativa”. Algo similar afirma el urbanista inglés Adam Greenfield, autor del libro “Contra la ciudad inteligente”, quien remarca que es notorio que ninguna de estas propuestas hayan surgido de urbanistas o entidades civiles, sino que todas están patrocinadas por empresas con fines de lucro. Songdo, Masdar y PlanIT Valley aparecen así como la más reciente novedad urbana, envuelta en promesas de vida más saludable, verde y sana. Habrá que ver.
ARQ. CLARIN